Génesis 1:2.
Estamos viviendo tiempos espirituales difíciles, tiempos de tribulación, queremos que muchas situaciones en nuestra vida, hogar y familia cambien radicalmente, queremos ser transformados en un abrir y cerrar de ojos, tenemos que comenzar a actuar, tomar decisiones y lo más importante crecer espiritualmente en Cristo Jesús; crecer significa entender los tiempos y los momentos que estamos viviendo, buscar causas, raíces y utilizar las herramientas que Cristo nos entregó para ejecutarlas en nuestra vida, casa, hogar y familia.
Desde Génesis 1:1 a Génesis 1:2 hay una gran diferencia de tiempo, en el versículo 1 Dios había creado la tierra de manera ordenada y perfecta; en el verso 2 vemos la intervención de las tinieblas en la tierra convirtiéndola en una tierra desordenada y vacía; recuerde que Satanás fue lanzado a la tierra como un rayo debido a que su corazón se enalteció.
Cuando nos asomamos a nuestra vida, hogar, familia y descendencia vemos el resultado de la contaminación que hemos introducido en nuestra tierra y ésta es la raíz de todo lo que estamos viviendo hoy. Dios pretende rectificar y enderezar todo lo que está torcido y desordenado, Él siempre tiene un plan de redención, restauración y restitución; Cristo ha comprado nuestra completa redención a precio de sangre, Él fue llevado al madero y allí llevó nuestro pecado, nuestra maldad y nuestra iniquidad.
Vamos un poco a la historia del pueblo de Israel cuando Josué entra a la tierra prometida y comienzan las batallas con todos los enemigos que se encuentran allí, esto trae para nosotros una gran enseñanza. El primer enemigo de ellos era la destrucción de argumentos y fortalezas que se levantaban contra tu vida, tu hogar y tu descendencia; por esta razón tuvieron que destruir Jericó, para hacerlo Dios da una orden contundente: Todos tenían que guardarse del anatema, (Anatema: Ofrendas separadas para Dios, la cual se convierte en maldición cuando la tomamos para nosotros a sabiendas que pertenecen a Dios). En este caso todos los objetos preciosos de Jericó no se podían tocar, pero ocurrió que Acán tomó del anatema: Josué 7:1, y contaminó no solamente su tierra (familia, hogar y descendencia) sino que también contamina a todo el pueblo, debido a que fue:
- Desobediente, por cuanto hizo todo lo contrario de lo que ordenó Dios directamente.
- Rebelde, porque menospreció el mandato de Dios.
- Codicioso e idólatra, por cuanto por el afán de riquezas, las puso por encima del propio Dios.
- Cobarde y encubridor, por cuanto ocultó su pecado.
- Mentiroso.
- Homicida, por cuanto murieron muchos de su familia por causa de su pecado.
- Ladrón, por cuanto se quedó con plata y oro que debían de haber sido para el tesoro de Jehová.
Cuando intentaron conquistar a un pueblo pequeño llamado HAI, subieron como tres mil hombres los cuales huyeron delante de HAI, prácticamente fueron destruidos por algo o alguien pequeño; muchas veces somos destruidos por cosas pequeñas, la basura y el escombro (HAI) que están dentro de nuestra vida, hogar y familia, pequeñas zorras que contaminan y arrasan con todo: Nuestra parte física, emocional, sexual, económica y espiritual.
Y entonces habló el Señor, y le dio la explicación de todo lo que había pasado:
- Josué 7: 10-13: Dios saca a la luz el pecado.
- Sólo se puede hacer frente al enemigo, cuando hay santidad, y no hay anatema enterrado bajo él, En el libro de Josué 7:14-15, Dios da la orden de ir a cada tribu, de cada tribu a las familias, de cada familia a las casas, de las casa a los varones… Y el que fuere sorprendido en el anatema será quemado.
- En el libro de Josué 7:16-18, Josué se levantó de mañana y tomó la tribu de Judá… Declara ahora con que has contaminado tu casa, de tu hogar y de tu familia…
- Y lo colocaron delante de Jehová. el dinero, el manto, el lingote de oro, sus hijos, sus hijas, sus enseres y lo llevaron al valle de Acor, los apedrearon y los quemaron. Josué 7:24-26. Colócalo delante del Señor.
Cuando todo el pecado, la maldad y la iniquidad salió a la luz, entonces pudieron derrotar al enemigo que se había levantado contra el pueblo de Israel. Josué 8:18. “Extiende la lanza que tienes en tu mano hacia HAI”,
¿Que tenemos que hacer? Hoy se levanta un pueblo, familias sacerdotales tal y como el Señor lo declaró desde el comienzo: Éxodo 19:6.
- 2 Crónicas 7:14.
- Reconocer, confesar y Arrepentirnos: Arrepentimiento de padres a hijos, hijos a padres, y entre los cónyuges rompiendo palabras de maldición. Ministración de los padres a los hijos y del esposo a la esposa y la esposa al esposo. Daniel 9:16-19.
- Números 6:22-27 – La bendición sacerdotal : “Jehová habló a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, diciéndoles: Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz. Y pondrán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré.”.
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