Saltar al contenido
Portada » Charlas ETP » Yo Soy Tu Defensor, el de tu hogar y tu descendencia

Yo Soy Tu Defensor, el de tu hogar y tu descendencia

Isaías 49:25-26.

Hoy algo se va a romper en tu vida, en tu hogar y en tu descendencia, hoy es el día que Dios ha preparado para experimentar los mas grandes milagros y prodigios.

Dios es soberano por lo tanto no hay nada ni nadie por encima de Él, si tu estás batallando contra algún poder o autoridad que intenta destruir tu vida, tu hogar y tu descendencia o intenta destruir tu propósito y destino e introduces a Dios en tu batalla, vas a ganar la guerra.

Se que muchos hemos recibido traiciones, acusaciones falsas, promesas incumplidas y abandono, como resultado muchos han reculado, se han desanimado, han apostatado de la fe, pero el Señor te dice hoy cobra ánimo, levántate como guerrero ya que El te está arreglando los problemas del pasado, las situaciones y circunstancias que te intentaron despojar del propósito y destino que Dios tiene para tu vida, hogar y descendencia.

El Señor dice: Hoy es el día de restauración y bendición, y Yo estoy restituyendo todo el trabajo y esfuerzo delante de todos aquellos que los han juzgado y acusado injustamente; pero quiero que recuerden este día que Yo Soy el que los va RESTAURAR y RESTITUIR.

Ahora bien, es necesario que entiendas que tienes que provocar a Dios para que Él actúe y la única manera es a través de la fe; Dios responde a la fe, está escrito en el libro de Marcos 9:23 “Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible”, en el libro de Hebreos 11:6 la Palabra dice «Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan”, la fe es un ingrediente primordial en la vida del creyente que desea agradar a Dios, solo nuestra fe mueve la mano de Dios, El no se agrada de tus muchos sacrificios, no se agrada con los métodos que la religión dicta; El se agrada por la fe, cuando tu le crees a Dios, la presencia de Dios está allí.

Hay una batalla fuerte al rededor de ti, y la única manera de ganarla es permaneciendo bajo la sombra del omnipotente, cuando Dios está en tu guerra, no importa el tamaño del enemigo, Dios te da la victoria, no dejes que el desanimo te controle, no permitas que el miedo conquiste tu fe, arrebate tus anhelos, aniquile tus sueños, tenemos que confiar en Dios, y cobrar ánimo en su presencia y en su palabra, Dios pelea nuestras batallas, nuestros enemigos se apoyan su propia fuerza, mientras que nosotros contamos con el SEÑOR nuestro Dios, quien nos brinda su ayuda y pelea nuestras batallas. Proverbios 3:5 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia”. Salmos 33:20 “Nuestra alma espera a Jehová; Nuestra ayuda y nuestro escudo es él”. Éxodo 14:14 “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”.

En el libro de 1ª de Samuel 30 narra un acontecimiento importante en la vida del Rey David, los Amalecitas habían hecho una incursión en el Neguev y pusieron fuego a Siclag y se habían llevado cautivas a las mujeres y a todos los que estaban allí, entre ellas las dos mujeres de David Ahinoam y Abigail, dice la palabra que alzaron su voz y lloraron hasta que les faltaron fuerzas para llorar, en ellos había “Amargura de Alma”. Más que una historia de David y su ejército, es la situación que hemos vivido en nuestras vidas, hogares y familias, el enemigo penetra y destruye.

David se angustió mucho y encontró su fortaleza en Dios y comenzó a buscar una solución, en 1ª de Samuel 30:7 dice la Palabra “Entonces dijo David al sacerdote Abiatar, hijo de Ahimelec: Te ruego que me traigas el efod. Y Abiatar llevó el efod a David”.

Consulta a Dios: 1ª de Samuel 30:8: Y David consultó al Señor, diciendo: ¿Perseguiré a estos merodeadores? ¿Podré alcanzarlos? Y El le respondió: Persíguelos, porque ciertamente los alcanzarás y de cierto librarás a los cautivos. Yo no sé qué es lo que en tu vida… o en tu familia estás a punto de perder… O tal vez ya te diste por vencido en algo que piensas que ya no lo vas a recuperar… Probablemente ya no tienes fuerzas para seguir luchando por tus sueños… por tus metas… por tu vida espiritual. Pero hoy yo vengo a decirte que “si tan solo crees veras la gloria de Dios en tu vida… hay una esperanza en Dios… tú puedes recuperar lo que habías perdido… o lo que parecía perdido… Levante su voz y diga: me pongo en posición de guerra para recuperar lo que he perdido”.

Oír la voz de Dios y obedecer la instrucción de Dios: 1ª Samuel 30:10 Y David siguió adelante con cuatrocientos hombres; porque se quedaron atrás doscientos, que cansados no pudieron pasar el torrente de Besor. A Pesar que muchos se quedaron en la mitad del camino, él tenía un “espíritu de guerra” y esto permitió ALCANZAR, RESTAURAR Y RECUPERAR todo lo que le habían robado a él y a los suyos.

1ª Samuel 30:18-20: Y libró David todo lo que los amalecitas habían tomado, y asimismo libertó David a sus dos mujeres. (Y se llamaban: ahinoam, y Abigail). Y no les faltó cosa alguna, chica ni grande, así de hijos como de hijas, del robo, y de todas las cosas que les habían tomado; todo lo recuperó David.

Levanta tus manos, experimenta la bondad y la misericordia de Dios como nunca antes, está escrito en Habacuc 2:14, el Señor te dice “Te llamé en la intimidad para que veas dentro de mi y veas mi corazón, es tiempo de que te alejes del temor y veas la manifestación del Espíritu Santo en tu vida, en tu hogar y en tu descendencia, vas a ver mi plan para tu vida, vas a ver mi propósito en ti.

Hoy es el día en el cual vas a recuperar todo lo perdido: Vamos a la guerra con la Palabra de Dios y las promesas con la cual Él nos ha dado la victoria. Jeremías 51:36, Salmo 83:9-18, Salmo 121.

Escucha las charlas en En iTunes o en Spotify Recuerda unirte a nuestras transmisiones en vivo de los cultos todos los domingos a las 9AM y los martes a las 6PM durante el periodo de cuarentena!