En la Biblia, las palabras “tonto”, “insensato” o “necio” no se refieren a la persona que carece de capacidad mental, sino por lo general al que desprecia la razón y sigue un proceder de insensatez moral contrario a las normas justas de Dios.
La perfecta Voluntad de Dios para cada creyente es que sea salvo aceptando a Jesucristo como su Señor y Salvador. La palabra “salvación” va más allá de lo que ocurrirá con nosotros en el futuro, somos “salvos” no solamente para buscar un futuro con Cristo en la eternidad, la cual Él llamó “Vida eterna”, sino una “salvación” en el presente aquí en la tierra; pero para que esto llegue a nuestras vidas tenemos que prepararnos a diario y la “Iglesia de Cristo” ha creído que prepararnos es recibir el conocimiento intelectual a través de teologías, cursos, escuelas, pero en ningún momento nos hemos preparados para “ser” ese verdadero “Pueblo de Dios”, el pueblo que Él ha anhelado desde el principio, un pueblo que tenga “intimidad con Él”, que conozca su corazón.
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Mateo 25:1-13.
En la Biblia, las palabras “tonto”, “insensato” o “necio” no se refieren a la persona que carece de capacidad mental, sino por lo general al que desprecia la razón y sigue un proceder de insensatez moral contrario a las normas justas de Dios.
La perfecta Voluntad de Dios para cada creyente es que sea salvo aceptando a Jesucristo como su Señor y Salvador. La palabra “salvación” va más allá de lo que ocurrirá con nosotros en el futuro, somos “salvos” no solamente para buscar un futuro con Cristo en la eternidad, la cual Él llamó “Vida eterna”, sino una “salvación” en el presente aquí en la tierra; pero para que esto llegue a nuestras vidas tenemos que prepararnos a diario y la “Iglesia de Cristo” ha creído que prepararnos es recibir el conocimiento intelectual a través de teologías, cursos, escuelas, pero en ningún momento nos hemos preparados para “ser” ese verdadero “Pueblo de Dios”, el pueblo que Él ha anhelado desde el principio, un pueblo que tenga “intimidad con Él”, que conozca su corazón.
El libro de Éxodo 19:5-6 “Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Israel”. Esta tal ve fue la primera definición de la característica del pueblo que Dios siempre ha anhelado “Un reino de sacerdotes y gente santa”, esto es lo que siempre ha estado en el corazón de Dios, el apóstol Pedro lo escribió en 1 Pedro 2:9.
Iglesia es el tiempo de escudriñar “El corazón de Dios”, deja de ocuparte en cosas terrenales deja de aplicar mandamientos de hombres, llenos de ceguera y sordera espiritual, parecen “sepulcros blanqueados” que por fuera se ven hermosos, pero por dentro llenos de “huesos podridos”, esto mismo lo declaró Jesús en Mateo 23:27-28 o lo que declaró Juan el Bautista en el libro de Mateo 3:7-8 “Generación de víboras ¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera?”.
El mayor anhelo del Señor para Su pueblo, Jesús lo llamó Su Esposa, Su Iglesia y vino a “Salvarla”, y para esto asumió responsabilidades como esposo, las cuales cumplió a cabalidad, ahora nos toca a nosotros como Esposa comenzar a prepararnos, cumplir con nuestras responsabilidades.
Iglesia comienza a quitar las vestiduras viles, deja de practicar los caminos del mundo, deja de ser como las vírgenes insensatas descritas en el libro de Mateo 25:1-13.
Es una advertencia para estos tiempos y presenta dos tipos de creyentes; ambos escogidos y con el mismo propósito, Las cinco vírgenes prudentes se prepararon para su viaje y llevaron sus lámparas junto con extra aceite en caso de que se les acabara. Sin embargo, las cinco vírgenes insensatas no llevaron nada extra.
Pusieron el aceite (El Espíritu Santo) en el interior de las lámparas (nuestros cuerpos) para iluminar el camino. Y el error imprudente de las vírgenes insensatas les hizo pagar las consecuencias. Mientras las vírgenes dormían, se oyó el anuncio de que ya venía el Novio.
Dios no espera perfección de ninguno de nosotros. Cometeremos muchos errores. Pero Él espera que nos esforcemos en vivir nuestras vidas de acuerdo con Su voluntad, por lo que debemos estar preparados para el llamado inesperado, así como estaban las vírgenes prudentes.
Las cinco vírgenes insensatas no estaban preparadas. Cuando se dieron cuenta de que no tenían más aceite y las vírgenes prudentes les dijeron que no le prestarían del de ellas, fueron corriendo a comprar más. Pensaban que tenían tiempo. Y mientras trataban de buscar el aceite, las vírgenes prudentes se fueron con el Novio y la puerta se cerró tras ellas.
Muchos cristianos piensan que tienen mucho tiempo para adquirir el aceite, pero nadie sabe el día ni la hora que Jesús vaya a regresar, las cinco vírgenes insensatas trataron de entrar después de que la puerta se haya cerrado, pero el Novio dijo “No las conozco”. De la misma manera, sería una vergüenza que te cierren la puerta en tus narices después de toda una vida en el camino de la salvación, sin ni siquiera adquirir el aceite.
“Pero si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él.” (Romanos 8.9)
“Velad, pues, porque no sabéis ni el día ni la hora” (Mateo 25.13)
- 5 estaban preparadas para cumplir el propósito, un propósito en el Señor, con la unción del Espíritu Santo, apartadas para Él, 5 tenían el candelero con todos los componentes para generar fuego y el fuego genera luz
- 5 eran insensatas, tenían los candeleros sin aceite; sin aceite no hay fuego, sin fuego no hay luz y sin luz hay tinieblas. Muchos en estos tiempos están caminando en tinieblas por la poca relación intima con Dios debido a los distractores que el mundo ofrece. INSENSATAS y DISTRAIDAS, así como en este tiempo, la iglesia está distraída, no se ha afirmado en el Señor, está dando vueltas y vueltas por el desierto, no ha querido entrar en el Reino, caminar por el camino pedregoso y atravesar la puerta estrecha, andamos a nuestras anchas “porque ancha es la puerta que lleva a la perdición y muchos son los que entran por ella”, Iglesia, Esposa, prepárate, toma el candelero y el aceite para que puedas entrar como novia ataviada a las “Bodas del Cordero”.
