Hebreos 12:12-13 “Por lo cual, levantad las manos caídas y las rodillas paralizadas; 13 y haced sendas derechas para vuestros pies, para que lo cojo no se salga del camino, sino que sea sanado”.
Puedes renovar tu físico, tu peinado, tu maquillaje, el color de tu pelo, de las uñas, puedes cambiar de cónyuge, cambiar de iglesia, pero sino cambias tu mente, tu forma de pensar, las mismas experiencias del pasado se van a repetir una y otra vez, porque solo cambias las cosas externas pero en tu interior todo sigue igual.
La Biblia nos enseña a través de dos fundamentos descritos en el libro de Romanos 12:2 “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
- “No os conforméis a este siglo”, el apóstol Pablo esta diciendo: No te dejes moldear por las tendencias de la sociedad. No tomes la apariencia exterior de la sociedad. No tomes la apariencia exterior del mundo, de la era en que vives. Apariencia exterior viene de la palabra “Schema”, la palabra siglo viene del griego “aion” que significa era, al unir estas dos palabras hace referencia a las tendencias de la historia humana, no hay que vivir al estilo del mundo, no nos acomodemos, no nos moldeemos al esquema, al sistema de criterios y actitudes, de este siglo, no podemos ser conformados o modelados, es decir, adquirir la forma del molde del mundo.
- “Transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”: La palabra “metamorfo” significa cambiar de forma, se refiere a una transformación o un cambio interior e incluye la esencia. Este vocablo implica una renovación interna de la mente humana mediante la cual el espíritu interior cambia a semejanza de Cristo.
La mejor manera de evitar conformarse a este siglo no es intentar ser diferente del resto del mundo sino procurar ser como Cristo. Este cambio no se logra modificando la conducta exterior sino cambiando la manera de pensar. La transformación comienza y continua en la mente; y es esa mente transformada la que produce cambios en el comportamiento.
Dios ha previsto la transformación del cristiano mediante la renovación del entendimiento, para ser arrancados del molde del mundo por lo tanto debemos tomar la decisión de conocer y aceptar los pensamientos de Dios y permitir que nuestro ser se sujete en su totalidad a ellos, el plan de Dios es distinto, Dios obra desde adentro hacia afuera, el cambio que Dios quiere sucederá primero en lo mas recóndito de nuestra esencia, nuestro espíritu y nuestra alma, transformando después nuestro exterior.
Para que tengamos una Verdadera Transformación, debemos primero estar conscientes que necesitamos ese cambio, esto es, 1) Salir de un sistema sin Dios y 2) no aceptar las normas del dios de este mundo que es el diablo.
Para que todo esto suceda es necesario:
- Un verdadero arrepentimiento. ¿Qué significa arrepentimiento? El Señor Jesús dijo en Marcos 1: 15 “El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”: La expresión arrepentíos se traduce del verbo “Metanoia” que significa “Cambiar de opinión, cambiar de forma de pensar y de actuar”.
- El arrepentimiento no consiste solamente de nuestros pecados: Cristo no hablaba sólo de arrepentirnos de nuestros pecados, sino que iba más lejos, Él dijo: “Arrepentíos de vuestra manera antigua de pensar”, es decir: “CAMBIAD VUESTRA MANERA DE PENSAR”, ya que Nuestro Patrón de pensamiento determina lo que somos y lo que hacemos.
- “Para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”: La renovación del entendimiento esta relacionada con la comprobación de la voluntad de Dios, que es calificada como buena, agradable y perfecta. La manera de Impedir el ser conformados al molde del mundo es cuando procuramos que todas las áreas de la vida sean sometidas a la voluntad de Dios, ser moldeados por esa buena voluntad hará que nuestra vida valga la pena ser vivida. La transformación de la mente es un proceso en el que interviene la voluntad de Dios, toda vez que nuestra voluntad propia este sometida a la voluntad de Dios. Y yo quiero comprobarles a través de la Palabra lo que ocurrió con algunos personajes en la Biblia que después de llevar un largo periodo de tiempo en medio de lodo, sin arrepentirse, tomaron la decisión no solo de arrepentirse sino de ser transformados:
- El hijo Pródigo: Su problema principal, la soberbia; Esta historia se encuentra en el libro de Lucas 15:11-32, fue muy fácil irse, pero regresar es difícil y gracias al arrepentimiento logró confesar su pecado, abandonar al mundo y haber tenido un compromiso de cambio total en su vida; esto lo llevo a recibir:
- El manto de la cobertura del Padre.
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- Anillo de compromiso.
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- Sandalias del Evangelio.
- El hijo Pródigo: Su problema principal, la soberbia; Esta historia se encuentra en el libro de Lucas 15:11-32, fue muy fácil irse, pero regresar es difícil y gracias al arrepentimiento logró confesar su pecado, abandonar al mundo y haber tenido un compromiso de cambio total en su vida; esto lo llevo a recibir:
- El Rey Manasés: Su gran problema fue haberse sumergido en las profundidades de Satanás; 2 Crónicas 33:5-6 “5 Edificó asimismo altares a todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová. 6 Y pasó sus hijos por fuego en el valle del hijo de Hinom; y observaba los tiempos, miraba en agüeros, era dado a adivinaciones, y consultaba a adivinos y encantadores; se excedió en hacer lo malo ante los ojos de Jehová, hasta encender su ira”, por todo esto se lo llevaron a Babilonia, 2 Crónicas 33:10-13 “10 Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon; 11 por lo cual Jehová trajo contra ellos los generales del ejército del rey de los asirios, los cuales aprisionaron con grillos a Manasés, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia. 12 Mas luego que fue puesto en angustias, oró a Jehová su Dios, humillado grandemente en la presencia del Dios de sus padres. 13 Y habiendo orado a él, fue atendido; pues Dios oyó su oración y lo restauró a Jerusalén, a su reino. Entonces reconoció Manasés que Jehová era Dios”, se arrepintió, suplicó y oró y Dios lo escuchó y fue restituido en su trono.
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- Rahab, la prostituta: Josue 2:10-13 “10 Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido. 11 Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra. 12 Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; 13 y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte”. Rahab recibió al Dios de Israel y se arrepiente de su estilo de vida, recibió recompensa en pertenecer a la ascendencia de Jesús, Mateo 1:5-6 “5 Salmón engendró de Rahab a Booz, Booz engendró de Rut a Obed, y Obed a Isaí. 6 Isaí engendró al rey David, y el rey David engendró a Salomón de la que fue mujer de Urías”. Después de la destrucción de Jericó, Rahab se integró con los israelitas y se casó con un hombre judío; Salmón, uno de los dos espías que había albergado en su casa. Con el tiempo, dio a luz a Booz, quien se casó con Rut, quien dio a luz a Obed, el padre de Isaí; el padre de David, de cuyo linaje nació Jesús.
Ministración: En este tiempo el poder de Dios va a ir delante de nosotros abriendo caminos oscuros para traer luz en medio de la oscuridad, para tal fin neces…