Isaías 26:20 “Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto que pasa la indignación”.
Muchas veces hemos tratado de ver lo que Dios va hacer a través de nuestra vida
hemos tratado de que se hagan realidad las promesas en nuestras fuerzas
al final terminamos concluyendo que lo único que podemos hacer es escuchar Su voz y aferrarnos a las promesas que nos ha dado
Te has preguntado, porque no obtienes respuesta de parte de DIOS, ante tu necesidad, ante tu enfermedad, ante de clamor, ante todo lo que necesitas.
Que quiere el enemigo lograr con ese silencio que al parecer te hace débil?
El salmista David lo declaró en Salmos 27:4 “Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo”.
Al final nos damos que cuenta que todo depende de Él,
de nosotros solo depende creer, si Él dijo que va a usar tu vida, entonces va a usar tu vida, no en tu tiempo sino en Su tiempo.
Salmo 37 Guarda silencio ante Jehova, y espera en Él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades.
Agreden a controlar tus pensamientos, a no hablar locuras que estas pensando,
Miremos por un momento la historia de José “el soñador”
le revela un sueño en Génesis 37:5-10, pero no le cuenta toda la historia
Dios no le dice que sus propios hermanos lo iban a traicionar,
no le habla del pozo en el cual lo iban a meter
no le habla de la esposa de Potifar ni mucho menos que iba a ser llevado a una prisión
José no ve en su visión todo el proceso que tenía que pasar para llegar al cumplimiento de su propósito, porque tal vez si Dios se lo hubiera mostrado a lo mejor no hubiera tomado la decisión de seguirla.
Dios hoy te dice “Voy a usar tu vida, voy a ungirte con aceite” pero no te dice
“Por esto tienes que pasar para que estes listo
para que te prepares,
para que te entrenes,
para darte sabiduría y entendimiento,
para que crezcas y darte habilidades y dones,
para darte la instrucción y entres en perfecta obediencia”.
Si Dios ha hablado a tu corazón y te ha dado promesas y te mantienes firme y te levantas y permites que la Sangre de Jesús te limpie y le lave y anheles glorificarlo entonces todo lo que te ha hablado sucederá porque ese es el testimonio del pueblo de Dios
Hebreos 10:35-37 “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa. Porque aún un poquito, y el que ha de venir vendrá, y no tardará”
Dios tiene señalado un tiempo para responderte
Eclesiastés 3:1 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”
Eclesiastés 3:15 “Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó”.
Voy a enseñarte tres fundamentos:
- Algunas veces la voz de Dios guarda silencio porque está llegando la respuesta; hay batallas espirituales que se libran en lo celestial y que muchas veces no entendemos, en el libro de Daniel 10:12-13 “Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia”; un ángel vino a Daniel para responder a las oraciones que el hizo y lo que dice el ángel es que el príncipe de Persia se le opuso… es un misterio que tal vez no entendemos, y no lo vamos a entender, a veces hay una batalla en curso de la cual no sabemos nada, ni tampoco nos corresponde pelear a nosotros, solo el ejército de Dios lo puede hacer.
- Otras veces el cumplimiento de las promesas no se dan, por nosotros mismos, los obstáculos que levantamos nosotros mismos, porque permitimos que otras voces entren a nuestras vidas e impiden que escuchemos la voz de Dios. Debemos cuidarnos que estamos escuchando y a quien estamos escuchando; en tiempos difíciles busquemos palabras de fe, hombres de fe ya que en este tiempo tenemos acceso a tantas voces que muchas veces toman nuestros pensamientos y destruyen nuestra fe, el apóstol Pablo lo declaró en Filipenses 4:8-9 «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros”.
- Dios utiliza Su silencio para obtener nuestra atención ya que muchas veces nos hemos sentido frustrados, derrotados, destruidos, sin rumbo, y muchas veces tenemos que detenernos para decirle a Dios “Que estás tratando de decirme”; detente y permite que Dios vuelva a enderezarlo todo… levanta tu voz y declara “Señor no puedo escapar de esto por mi propia fuerza, no puedo luchar contra esto yo solo, Señor gracias por tu silencio…”.
Observemos el ejemplo de David en 1 Samuel 30, a quien Dios le dió muchas promesas registradas en Salmos 89;
Dios le dió a Luis y a esta iglesia esta promesa registrada en Ezequiel 17:22-24 “Así ha dicho Jehová el Señor: Tomaré yo del cogollo de aquel alto cedro, y lo plantaré; del principal de sus renuevos cortaré un tallo, y lo plantaré sobre el monte alto y sublime. En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramas, y dará fruto, y se hará magnífico cedro; y habitarán debajo de él todas las aves de toda especie; a la sombra de sus ramas habitarán. Y sabrán todos los árboles del campo que yo Jehová abatí el árbol sublime, levanté el árbol bajo, hice secar el árbol verde, e hice reverdecer el árbol seco. Yo Jehová lo he dicho, y lo haré”, esta Palabra se ha cumplido en los dos primeros versículos, aún falta parte de su cumplimiento y Dios en este tiempo está haciendo silencio porque se está acercando el tiempo del cumplimiento… cuantos dicen amen…
Lo mismo ocurrió con David, Dios iba a hacer cosas grandes en la vida de David y tenía una Palabra clave que Dios le había entregado,
comenzó fuerte derrotando a leones y osos
luego el gigante Goliat
comenzó liderando un ejército que combatía a todos sus enemigos
hasta que llegó el momento del silencio de Dios
hasta que Dios dejó de hablar como solía hacerlo
y en ese momento de su vida perdió la confianza en Dios, perdió la confianza en las promesas que Dios le había dado
y pasó a caminar en su propio razonamiento, comenzó a guiar su propia vida por su sabiduría
a resolver sus propios problemas por su propia fuerza
por todos los medios humanos disponibles incluyendo a los que estaban a su alrededor
todo lo que hizo fue arrastrar a el y a los que estaban con el a una tristeza y depresión, a perdida y destrucción
quitó su confianza en Dios, se olvidó que Dios no es un hombre para mentir,
olvidó que sus promesas son el Él si y amen
“Dios es un Dios de verdades absolutas” lo que Dios dice que va a hacer, lo hace y nada va a alterar eso.
Finalmente David volvió a Dios, se alejó de su propio razonamiento
se da cuenta que con su actitud y su comportamiento solo ha traído a su vida angustia y debilidad
y regresa a la fuente de vida, a la fuente de su fortaleza
tenemos que recordar cuan fiel es el Señor
las promesas que te ha dado tienen un tiempo señalado
la respuesta esta llegando aunque parezca que que todo ha sido opacado por las circunstancias
levanta tu voz “Tu eres Dios creador de los cielos y de la tierra por la Palabra de tu boca
eres Dios que llama las cosas que no son como si fueran
tu eres Dios que no miente, no fallas
eres fiel”
David volvió a la oración y la voz de Dios se hizo clara y le dio la victoria.