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Corazón Negro en tu vida, tu hogar y tu descendencia

Para poder enfrentar estos tiempos difíciles debemos tener un corazón sano delante de Dios.

Dios ama nuestro corazón, pero el dice en Su Palabra “El corazón del hombre es malo y perverso”, nuestro corazón es el lugar donde Dios quiere obrar el mayor de sus milagros, es momento de que lo abras, y que Él pueda hacer esa transformación en tu vida, tu hogar y tu familia – «Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.» (Ezequiel 36:26-27)

Mateo 12:33-35. “…porque por el fruto se conoce el árbol… Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.”

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Para poder enfrentar estos tiempos difíciles debemos tener un corazón sano delante de Dios.
Dios ama nuestro corazón, pero el dice en Su Palabra “El corazón del hombre es malo y perverso”, nuestro corazón es el lugar donde Dios quiere obrar el mayor de sus milagros, es momento de que lo abras, y que Él pueda hacer esa transformación en tu vida, tu hogar y tu familia – «Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.» (Ezequiel 36:26-27)
Mateo 12:33-35. “…porque por el fruto se conoce el árbol… Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.”
Mateo 7:16-18 dice: “Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos.”
El Señor usa esta figura aquí para decirnos que lo que un hombre muestra en su vida es el resultado directa del tesoro que tiene en el corazón, Proverbios 4:20-23 y es lo que menos cuidamos. Lo que hay en el corazón es la resultante de todo lo que han sembrado y sembraste en el desde el momento de la concepción.
Tomemos por un momento lo que Jesús enseñó a través de una parábola escrita en Marcos 4:26-29 ( El ejemplo de Francy ).

Dios mira el corazón y quiere el corazón.

El Señor anhela tu corazón sin importar nuestra apariencia exterior, muchas veces somos parecidos a los escribas y fariseos, parecían ser puros por fuera, pero por dentro eran hipócritas, sepulcros blanqueados, el Señor anhela tu corazón sin importar lo que en el hay porque anhela transformar tu vida.
En El corazón existen las áreas de nuestra vida; área física, emocional, espiritual, económica, de relaciones, y en el se almacenan todos los eventos desde el momento que somos engendrados; si éstas áreas estuvieron afectadas por eventos donde la maldad, la iniquidad, el pecado, la violencia estuvieron presentes, estarán en regiones de cautividad, lo que la Biblia llama cárceles, de esta manera el ser humano comienza a manifestar los diseños que operan en estos lugares.
Todo esto producirá enfermedades, desgracias, temores, angustias, quebrantos y se manifestará mediante la ira, contienda, ruina, escasez, destrucción, separación, violencia, etc.
Corazón, en este sentido, como el centro del ser. Dios no nos promete que mejorará nuestra naturaleza, o que pondrá un remiendo en nuestro corazón, no, la promesa es que nos dará nuevo Corazon y espíritu recto. La naturaleza humana es demasiado depravada para ser remendada. No se trata de una casa que necesita de unas cuantas reparaciones, no, la casa está podrida por completo, y los propios cimientos han sido destruidos, hoy tanto el corazón del hombre como el corazón de la familia han sido destruidos, toda la casa se encuentra en mal estado, hay podredumbre por doquier y está a punto de desplomarse. 
Dios no intenta repararla, no la adorna ni la embellece, ni le pone máscara como hacemos nosotros, sino que decide que la vieja casa debe ser arrasada, y que construirá una casa nueva, por eso razón dice: «Les daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y pondré un corazón de carne… para que andemos en sus estatutos y guardemos sus preceptos”.
Mateo 15:18-19 «Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; … Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias…»
  • Rechazo (en las diversas etapas del ser humano).
  • Injusticias recibidas:
     
    • Infidelidad.
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    • Gastar el dinero de la familia en iniquidades.
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    • Escarnecedores y burladores de nuestro cónyuge y nuestros hijos a través de sobrenombres o maldiciones declaradas con nuestros labios.
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    • Maltrato, castigos exagerados, abusos de autoridades, robos, traiciones, deshonra, etc).
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  • Ofensas no sanadas (es una herida que no recibido el poder sanador de Dios).   
  • La falta de perdón.
  • Fracasos.
¿Qué debemos hacer?
  • Pedir perdón a Dios.
  • Perdonar al ofensor.
  • Renunciar al resentimiento o amargura.
  • Llenarse del amor de Dios.
  • Ser llenos del Espíritu Santo.