1 Samuel 1:6.
Donde no hay Palabra, donde no hay visión, donde no sabemos para donde vamos: no hay propósito ni hay destino, hay estancamiento, pero donde hay Palabra de Dios, donde hay revelación de la palabra entonces hay fruto, hay cumplimiento de las promesas, hay bendición, hay milagros y prodigios.
En varias oportunidades la Biblia muestra que Dios hay guardado silencio, por el ejemplo de Malaquías hasta mateo transcurrieron 400 años aproximadamente donde Dios no habló, se quedó callado; Los 400 años de silencio, el período intertestamentario, es el lapso de la historia en la que Dios dejó de comunicarse con su pueblo. Es el tiempo entre la liberación del cautiverio babilónico, y la venida de Jesucristo, el Mesías. De hecho, uno de los últimos profetas al que Dios le habló fue Malaquías, a quien le dio un mensaje de confrontación por los pecados del pueblo y los llamó a restaurar su comunión con Dios, pues ya habían sufrido las consecuencias de su desobediencia en el cautiverio, y sin embargo seguían alejándose del Señor y no tomaban en cuenta Su Palabra con sinceridad.
Durante ese período sucedieron muchos cambios en el pueblo de Israel y en la historia de la humanidad. Según datos históricos podemos afirmar que tres imperios fueron los que predominaron en esos años, el imperio Persa, el imperio Griego y el imperio Romano que comenzó en el 62 AC y que llegó mucho después del 70 DC. En esos años Dios estaba obrando en la historia del mundo entero. Aunque no hablaba de forma audible a sus profetas, Él estaba preparando el escenario para la venida del Salvador, el Mesías, Jesucristo, nuestro Redentor.
Otro ejemplo es el de habacuc 1:1-4 “La profecía que vio el profeta Habacuc. ¿Hasta cuándo, oh Jehová, clamaré, y no oirás; y daré voces a ti a causa de la violencia, y no salvarás? ¿Por qué me haces ver iniquidad, y haces que vea molestia? Destrucción y violencia están delante de mí, y pleito y contienda se levantan. Por lo cual la ley es debilitada, y el juicio no sale según la verdad; por cuanto el impío asedia al justo, por eso sale torcida la justicia” y como respuesta después de una protesta que Habacuc le hace a Dios, al fin le responde con una respuesta que ni el mismo habacuc entendió, Habacuc 2:2:1-4 “Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja. Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá”.
Y puedo ir un poco más allá, en el libro de 1 Samuel 3:1 está el siguiente ejemplo cuando Dios calló su boca para no hablar, dice la Palabra “El joven Samuel ministraba a Jehová en presencia de Elí; y la palabra de Jehová escaseaba en aquellos días; no había visión con frecuencia”.
Dios dejó de manifestarse en estas épocas porque no había quien estuviera interesado en las cosas de Dios, no había hombre ni mujer que se levantara en pos de Él para que hablara la Palabra, para que amonestara, para que instruyera en justicia, y Dios tuvo que esperar a que un hombre lo escuchara y hablar a través de él.
En los tiempos de Malaquías Dios tuvo que esperar 400 años para que viniera Juan el bautista para preparar el camino para la venida de nuestro Salvador Jesucristo. En los tiempos de Habacuc Dios tuvo que esperar a que habacuc levantara una queja para poder revelarse y mostrarse y en los tiempos de los Jueces Dios tuvo que esperar al profeta Samuel.
Samuel llega como respuesta a la oración de una mujer llamada Ana, recuerden que ella era estéril y a través de una oración Dios hizo un milagro en ella, no solo parió a Samuel sino también a 5 hijos mas, 3 hombres y dos mujeres.
Si tu quieres que algo suceda en tu vida, es necesario que lleves una vida de oración, dile al que esta a tu lado “hay cosas en la vida que llegaran como respuesta a tus oraciones, el día que dejas de orar las cosas dejan de suceder”, te invito todos los días a las 4 AM en el programa radial “En Adoración”.
Ana tuvo que experimentar un tiempo difícil, tiempo de mucha presión y mucha opresión porque en esa época la mujer que no podía tener hijos era catalogada como “mujer maldita, era rechazada, apartada y además reemplazada por otra mujer”.
En este caso fue reemplazada por “PENINA”, que bendición fue “PENINA” para ANA, tu dirás, pero ¿por que? Si era la otra mujer de Elcana…
Muchas veces necesitamos de esas PENINAS que nos irritan, nos enojan, nos entristecen, que nos quitan el apetito y nos hacen llorar; esto mismo le ocurría a Ana en 1 Samuel 1:6-7, Ana estaba bajo presión y opresión, Ana se sentía inservible, infructuosa, sin propósito, dice la Palabra que todo esto que le sucedía a Ana le producía “Amargura de Alma”, 1 Samuel 1:9, y de aquí surge una pregunta: ¿Que hubiera sido de Ana sin Penina?… R/ UNA ESTÉRIL.
Dios usó a Penina para que viniese el milagro a Ana; fue tanta la presión de Penina sobre Ana que a Ana no le quedó otra opción sino “Orar a Dios”, y de esa manera vino el milagro; cuando tu entiendas que lo que te está ocurriendo te acerca cada día mas a Dios, entonces en vez de quejarte vas a comenzar a orar a alabar y a adorar a Dios.
¿Cual es la Penina que te saca de tu comodidad? ¿Cual es la Penina que te hace levantar temprano a orar? ¿Cual es la Penina que te saca lágrimas y oración?, Penina es la que te hace entender que tu problema no lo resuelve el hombre sino Dios, Dios te dice “Yo soy el que hago todas las cosas”, los procesos que estás viviendo produce gloria, los procesos que estas viviendo producen palabras Proféticas, los procesos te ayudan a ver el camino que te lleva a la bendición, Pablo lo declaró en 2 Corintios 4:17 “Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria;”, hoy es el día en el cual vas a levantar tus manos al cielo y vas a decir “Gracias Penina porque todas las desgracias que he vivido hasta hoy, ha hecho que se aumente la gracia, el amor y la misericordia de Dios en mi vida, mi familia y mi descendencia”.
Hoy es el día en el cual tu has venido aquí para que veas la verdad no tu realidad, tu realidad es pasajera pero tu verdad es eterna, tu realidad te hace irritar, te hace enojar, te llena de amargura y te llena de tristeza, pero tu verdad te lleva al propósito que Dios tiene para ti, tu verdad te lleva al altar de Dios en busca de Su rostro y de Su presencia.
Todo lo que estás viviendo es para que des a luz al profeta que hay en ti, al profeta que llevas dentro para que profetices lo que está escrito en tu libro que Dios escribió desde el vientre de tu madre, este es el tiempo de que te canses de tu esterilidad, hoy Dios te dice “Hoy te saco de tu comodidad porque tu tiempo va a cambiar pronto, es un nuevo tiempo para tu vida, tu familia y tu descendencia”, Cantares 2:10-13 “Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, Se ha mudado, la lluvia se fue; Se han mostrado las flores en la tierra, El tiempo de la canción ha venido, Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola. La higuera ha echado sus higos, Y las vides en cierne dieron olor; Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven”.
A veces te ocurren cosas para que entiendas que tu eres débil, para que sepas que Él te defiende, El es el que da fuerzas al que no tiene ninguna, Él es el que te levanta, cuantos dicen Amen… la oración es el poder que Dios le dió a la iglesia para unir el cielo con la tierra, cuando oramos ocurren cosas maravillosas, milagros y prodigios….
Hoy el Señor te dice… Yo soy el que hago las cosas, la puerta que esta a punto de abrirse a tu favor, Dios la abrirá, no será con tu fuerza sino con el poder de mi Espíritu Santo, será a la manera de Dios y no a tu manera, será en el tiempo de Dios y no en tu tiempo.