1 Corintios 4:20 “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”.
¿Quién tiene el control de tu vida? ¿Quién toma las decisiones en tu vida y en tu casa? ¿Por qué la iglesia no quiere soltar el control al Espíritu Santo?.
Cuando Él Espíritu Santo llega, lo cambia todo, Él cambia todo lo que no le gusta; por esta razón no queremos darle el control al Espíritu Santo porque hay cosas en nuestra vida y en nuestra familia y en nuestra descendencia que no le gustan al Espíritu Santo y necesitan ser transformadas.
Si leemos los evangelios, Jesús no comenzó su ministerio sin que el Espíritu Santo posara sobre Él, duró 30 años trabajando con José su padre putativo, esperando que Juan el bautista abriera el camino para el inicio de Su ministerio.
El propósito que el Espíritu Santo posara sobre Él, era para mostrar el poder de Dios a través de sanidades, milagros y prodigios; no podemos separar a Jesús de las obras sobrenaturales que ejecutó a través del Espíritu Santo ya que las sanidades, los milagros, las señales y los prodigios son tan importantes que si tu tomas la Biblia y los quitas lo que nos queda son hombres convertidos en maestros, llenos de enseñanzas, filosofías y humanismo, por tal razón no podemos desligar a Jesús de lo sobrenatural ya ese Jesús que hacia sanidades, milagros, señales y prodigios es el mismo ayer, hoy y lo será por los siglos de los siglos.
Jesús no basó su venida en la tierra solo con Palabras, el apóstol Pablo lo declaró en 1 Corintios 4:20 “Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”, necesitamos del poder de la Palabra pero además necesitamos la manifestación del poder de Dios en nuestra vida, familia y descendencia, por tal razón se hace necesario que entendamos que las sanidades los milagros, los prodigios y las obras sobrenaturales son muy importantes para la iglesia en este tiempo, Jesús lo declaró en el libro de Juan 10:37-38 “Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis. Mas si las hago, aunque no me creáis a mí, creed a las obras, para que conozcáis y creáis que el Padre está en mí, y yo en el Padre”; sino entendemos esto lo único que nos queda es una simple “Religión Cristiana”; pero en ese tiempo yo creo firmemente que vamos a ver con nuestros propios ojos milagros, sanidades, prodigios y obras poderosas y sobrenaturales que “ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón de hombre son las que Dios ha preparado para nosotros”, Dios va a ejecutar “Su obra, Su extraña obra, Su operación, Su extraña operación”; escucha esto; “El evangelio no debe ser solo Palabras, solo Promesas, vamos a experimentar la unión del cielo y la tierra en la iglesia, vamos a experimentar el poder del Espíritu Santo en cada uno de nosotros”.
Te voy a mostrar tres aliados de la fe:
Creer que Dios lo hará: Números 11:23 “Entonces Jehová respondió a Moisés: ¿Acaso se ha acortado la mano de Jehová? Ahora verás si se cumple mi palabra, o no”. Debemos creer que Dios lo hará y punto, porque si Dios lo prometió, Él lo hará.
Aprende a esperar, se paciente porque todo tiene su tiempo y su hora, Eclesiastés 3:1 “Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora”: En Hebreos 6:11-12 «Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas”, tu tienes que ser parte de aquellos que por la fe y la paciencia heredan todas las cosas, tienes que prepararte para el tiempo de Dios, Él sabe exactamente cuando tu vas a necesitar lo que necesitas, en el tiempo, en la hora y en el momento preciso, asi que te insto a que permanezcas en esperanza contra esperanza hasta que el milagro suceda, Dios nunca te va a explicar como lo va a hacer, Él sabe como y cuando hacerlo.
Estas tres cosas matan la fe:
- La desobediencia: No basta con creer, tienes que hacer lo que Dios te manda a hacer; Moisés tuvo que levantar la vara para abrir el mar, Josué tuvo que obedecer las instrucciones que Dios le dió para derribar los muros de Jericó, esto se denomina “Acción de fe por medio de la obediencia”.
- El sentido común: Él hace las cosas sobrenaturalmente, por lo tanto no le apliques lógica, ni filosofía, ni humanismo, ni métodos a las sanidades, milagros, y prodigios, si Él dijo que lo iba a hacer… Él lo hará, nunca te va a explicar como lo va a hacer.
- No es por tu esfuerzo, es por la gracia: Cree que el milagro es para ti y será para ti por la gracia de Dios, voy a terminar con dos ejemplos:
- El caso de la mujer del flujo de sangre: ella no podía tocar a nadie porque era una mujer inmunda, pero eso no fue obstáculo para recibir el milagro, no porque lo merecía sino por la gracia de Dios;
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- El milagro de la mujer sirofenicia, la cual por medio de la fe, su hija fue sana: Marcos 7:24-30: El evangelista nos dice que el Señor intentaba pasar desapercibido en aquella región de Siro y Sidón y una mujer sirofenicia fue hasta donde Jesús estaba, desde el punto de vista judío, era una pagana, era cananea tal y como lo describe el libro de Mateo 15:22 “Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba, diciéndole: ¡Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio”. Ella vino a Jesús pidiéndole ayuda, la ley judía separaba a los judíos de los gentiles, especialmente de los cananeos.
¿Derribaría Jesús esta pared de separación y eliminaría la distancia espiritual que había entre judíos y gentiles? En un principio, la respuesta del Señor podía parecer de los más displicente, pero Jesús usa una ilustración para explicar la situación a la mujer: Los «hijos», en referencia a los israelitas, eran los que estaban sentados a la mesa y tenían el privilegio de disfrutar de los favores de Dios, mientras que los «perrillos» eran por lo tanto los gentiles y tenían que comer de las migajas de ellos.
¿No podía ser interpretado esto como algo ofensivo? Es cierto que los judíos se referían despectivamente a los gentiles como «perros». Pero Jesús usó un diminutivo, «perrillos», así que, la mujer en lugar de enojarse por las palabras del Señor vio una oportunidad para volver a presentar su súplica a favor de su hija.
Por lo tanto, en medio de todo este contexto, podemos apreciar la fe de esta mujer como una auténtica joya. Por la narración de Mateo sabemos que el Señor quedó maravillado ante semejante fe en una mujer gentil, Mateo 15:28 «¡Oh mujer!, ¡grande es tu fe!”, fue la fe de la mujer la que logró eliminar todas las barreras para llegar al corazón mismo de Dios y que Dios mostrara su gracia, su amor, su bondad y su misericordia y la hija de esta mujer que no podía recibir el milagro, lo recibió por medio de la fe, por la gracia de Dios, Efesios 2:6-8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.
Ministración: Ir delante del Señor, reconocer que esos asesinos de la fe han hecho que la iglesia no disfrute de las sanidades, los milagros, las señales y los prodigios, que renuncien a esos asesinos de la fe que han llenado su vida de duda, que levanten sus manos y su voz para que descienda el Espíritu Santo, que cada uno pida su milagro y que sea hecho, que el poder de Dios descienda sobre la iglesia y que canten una canción que todos se sepan, que se pueda proyectar la letra, que canten y canten y aplaudan al Señor y que suenen las trompetas, amen.