2 Timoteo 3:16.
Muchas veces creemos que el cielo se gana haciendo lo que se nos da la gana; el camino al cielo es gratuito; Jesús lo hizo todo para dártelo por gracia, pero llegar allá o disfrutar del cielo en la tierra es una tarea y un proceso que vamos a tener que ganar y pagar un precio muy alto; tu puedes aparentar una cosa delante de los hombres pero delante de Dios eres lo que eres y viene el día en el que todo lo que hay escondido en ti va a salir a la luz, Eclesiastés 12:12-14.
Ahora bien, cuando Dios da instrucciones, éstas son claras y no podemos cambiarlas o modificarlas o tomar parte de la instrucción, muchas veces el Señor nos tiene que confrontar con todo lo que Él nos ha dado, cuando vamos a Génesis en los tiempos de Adán y Eva; Dios hizo al hombre a Su imagen y semejanza, y cuando el hombre peca esa imagen y semejanza de Dios queda inmediatamente distorsionada, ellos se dieron cuenta que habían adquirido otra imagen diferente a la de Dios, Génesis 3:7-8, y Dios se paseaba por el huerto y Adan y Eva escucharon su voz y se escondieron de la presencia de Dios… Más Jehová llamó al hombre; Dios hoy nos hace un llamado para restaurar esa imagen que perdimos de Él, Él hoy te pregunta: ¿Donde está el llamado que te hice, donde están los talentos que te entregué, donde está la autoridad que te di?; Sin embargo a pesar de que el hombre había pecado, había distorsionado su imagen por causa de no acatar Sus instrucciones, Dios no lo deja tirado sino que le dijo: “Yo voy a volver a restaurarte… y le hizo túnicas de pieles y los vistió”, hoy el Señor te habla: “Si tu has dejado a Dios a un lado, si tu no has sido todo para Dios, tu sabes que has podido mas para Dios, quizá por tus múltiples ocupaciones has dejado a Dios atrás a sabiendas que Él debe ir delante de ti… Dios te dice: te voy a volver a levantar otra vez, te voy a poner en el lugar donde debes estar, yo te restauro y te liberto en este tiempo”, Dios le da una promesa al universo entero, en Génesis 3:15 le dice a la serpiente: “Tu la heriste pero la simiente que estará en su vientre te aplastará en la cabeza… y esa simiente es Jesucristo”. “Yeshua… es el que en Génesis fue profetizado por Dios”.
Ahora quiero referirme a los tiempos de Josué, aquí vemos a un hombre que obedeció las instrucciones de Dios al pie de la letra; en la conquista de “La Tierra Prometida”, promesa dada por Dios a Abraham en Génesis 12:7, confirmada en Génesis 15:16. A través de Josué Dios estaba a punto de cumplir lo prometido a Abraham, Isaac y Jacob, en Génesis 26:2-5 y Génesis 35:9-15.
Antes que Josué comenzara a cumplir la promesa dada por Dios, le apareció el Ángel de YHWH le dió instrucciones claras:
- La promesa que le iba a entregar Jericó, Josué 6:2.
- La estrategia para tomar la ciudad, Josué 6:3-6.
- Lo que podían y no podían hacer, Josué 6:18-19.
Hasta aquí todo iba muy bien; todo el pueblo fue enseñado según las instrucciones dadas por Dios e hicieron lo que Dios les mandó a hacer, pero con el tiempo salió a la luz lo que hizo uno de ellos, Acan, Acan puede ser cualquiera de nosotros que en algún momento de nuestra vida hicimos lo contrario a lo que Dios nos ha ordenado.
En este caso en particular Dios ordenó lo siguiente: Josué 6:19 “Más toda la plata, el oro y los utensilios de bronce y de hierro, sean consagrados a YHWH, y entren en el tesoro de YHWH”; esto quiere decir que cualquiera que tomare para si lo que a Dios le corresponde se convierte en anatema, el y toda su familia. Josué 7:10-13.
¿Que fue exactamente lo que Dios le dijo a Josué? Josué 6:19, a muchos nos ha pasado que muchas veces no hemos podido avanzar, todo se detiene, vemos como la maldición embarga nuestras vidas, nuestro hogar y nuestra descendencia; el enemigo se levanta contra nosotros, vienen problemas, dificultades, y no es que el enemigo sea mas poderoso o mas fuerte; el problema es que hay algo en ti que no quieres confrontar.
“Anatema” : Algo que usted debió rendirle a Dios pero se quedó con el y con el paso del tiempo se convierte en maldición para su vida.
Así hay mucha gente en la iglesia, ora mucho, clama mucho, sirve mucho, pero tiene actitudes en su vida que aún no han sido rendidas a Dios, odio, rencor, chisme, iras, griterías, contiendas, peleas; algunos tienen pecados guardados tales como la lujuria, la lascivia, la avaricia. Muchos utilizan palabras como “… estoy trabajando en eso, … eso es muy difícil”. Si usted se convirtió y nació de nuevo, se volvió al Señor con todo el corazón, tiene que soltar todo aquello que está oculto y que es desagradable ante los ojos del Señor, porque no pertenece a tu nueva vida en Cristo, sino lo haces, eso que está guardado te va a matar, te va a maldecir, te va a destruir, te va a hacer perder la batalla.
Esa maña, esa actitud, ese pecado está ocupando el primer lugar en tu vida, muchos llevan 5, 10, 15, 20 años e incluso toda la vida con ese guardao, hoy es el día de ponerte firme y entregarlo a Dios y muchas veces vienen expresiones como: “Pastor me va mal económicamente… Diezmas?… NO; Pastor se está destruyendo mi familia… Estas haciendo lo correcto?… NO, y todo lo tienen escondido… Josué 7:13 en adelante.
Observe lo que está escrito en Hebreos 11:32, estos hombres tuvieron fe, pero alguno de ellos no pudieron dejar su anatema, en el caso de Acan, el no era un hombre malo, ni procedía de una familia malvada, lo único que hizo fue que no podía tomar algo que no podía tomar porque le pertenecía a Dios y asi hay muchos, roban a Dios, mienten fornican, adulteran y todo el problema es que se escudan en sus propios principios para no ser transformados; Gedeón: Duda; Barac: Inmadurez; Sansom: Vagabundería; Jefte: Orgullo; David: Lujuria y lascivia.
Yo estoy cansado de ver gente valiosa en las manos de Dios, que está dispuesto para Dios, pero por causa de sus escondrijos el diablo los tienen como una marioneta.
Necesitamos a un Josué que confronte, hoy existen pastores con manos de guantes de seda yo lo quiero llevar a la bendición y para esto tengo que decirle la verdad, de resto le estoy engañando si lo pongo a creer que Dios lo va a bendecir si sigue como está.
- Sácalo a la luz: “El que encubre sus pecados…”: Proverbios 28:13.
- Arrepentirse, reconocer, confesar: Josué 7:20, “Si confesamos nuestros pecados…”: 1 Juan 1:9.
- Ríndelo, entrégalo, quémalo: Josué 7:24-26.
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