Jonás 2:10.
Dios nos ha entregado una Palabra que va dirigida a la restauración, restitución y sanidad de las familias de la tierra, se encuentra en Malaquías 4:5-6 “He aquí, yo os envío al profeta Elías, antes que venga el día de Jehová grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres: no sea que yo venga, y hiera la tierra con destrucción”, y Dios lo confirmó en el libro de Lucas 1:17: “Y el mismo irá delante, en su presencia, con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y los desobedientes a la sensatez de los justos, a preparar para el Señor un pueblo bien dispuesto”. Para que estas profecías comience a cumplirse en medio de nosotros tenemos que levantarnos como iglesia en este tiempo en el cual hay destrucción y desolación en medio de vidas, hogares y descendencias.
Veo con tristeza que hay un espíritu inmundo que mueve en muchos cristianos; un espíritu diferente de aquel que anhela que se cumplan estas profecías, un espíritu diferente de aquel que busca “restituir todas las cosas” y “preparar un pueblo bien dispuesto” para el Señor. Yo llamo a este espíritu el “espíritu de Jonás”, porque tiene las características con lo que ocurrió con Jonas descrito en los capítulos 1 al 4, veamos:
Cuando Dios llamó a Jonás, le dijo: “Levántate, y ve a Nínive, ciudad grande, y pregona contra ella; porque su maldad ha subido delante de mí», Jonás 1:2. Jonás sabía que Nínive era una ciudad llena de maldad, Jonás podría haber pensado: “¡ Por fin ! Ya era hora de que Dios castigara a esos malvados, ¡y yo mismo se los voy a anunciar!”, pero eso no fue lo que Jonás hizo… ¡ prefirió huir !; esta es la característica de muchos hoy en día, prefieren huir de sus responsabilidades, prefieren obedecer a su corazón que obedecer a Dios.
Pero escuche, hay consecuencias terribles para todos los que desobedecen y van en contra de la Palabra de Dios, coloque la lupa en la palabra:
- Experimentamos desorden, caos y confusión por todos lados. Dice la Palabra en Jonás 1:4-5 «Jehová hizo levantar un gran viento y hubo en el mar una tempestad tan grande, que se pensó que se partiría la nave. Y los marineros tuvieron miedo, y cada uno clamaba a su dios; y echaron al mar los enseres que había en la nave, para descargarla de ellos. Pero Jonás había bajado al interior de la nave, y se había echado a dormir”. Los que caminan en desobediencia enfrenta crisis tras crisis, ¿De dónde viene tal desorden? No viene del diablo, viene de las malas decisiones que hemos tomado que van en contra del viento del Espíritu de Dios, y Dios quita los muros de protección y aviva tormentas para despertar a su iglesia.
- La terca desobediencia trae un espíritu de letargo y apatía. Jonás se olvidó del caos y dolor que estaba causando. Jonás había descendido al interior de la nave, y se había echado a dormir, Jonás se había convertido en prisionero de su propia desobediencia, y esa es la radiografía de la iglesia de hoy, adormecida por el pecado, la maldad y la iniquidad que comienza con la desobediencia y la falta de temor a Dios. Iglesia hoy es el día de levantarnos, Dios quiere traer el nuevo comienzo a tu vida, tu hogar y tu descendencia
El primer capitulo del libro de Jonás muestra al hombre haciendo planes sin colocar esos planes delante de la presencia de Dios, en el segundo capítulo del libro de Jonás muestra al hombre “orando a Dios” para que lo libre de su problema en el cual se metió por ir en contra de la voluntad de Dios, y Él en Su infinita misericordia decide darle una nueva oportunidad a Jonás, Jonás 2:10 dice la Palabra “Y mandó Jehová al pez, y vomitó a Jonás en tierra”.
Observemos lo que ocurrió después de que Jonás fue vomitado por el pez a la orilla del mar:
Jonás 3:3-4: “Y se levantó Jonás, y fue a Nínive, conforme a la palabra de Jehová. Y era Nínive ciudad sobremanera grande, de tres días de camino. Y comenzó Jonás a entrar por la ciudad, e hizo el recorrido de un día, y predicaba diciendo: De aquí a cuarenta días Nínive será destruida”. Hoy en día también se anuncia destrucción, muchos predicen las fechas para la Gran Tribulación, y los cristianos siguen esperando que llegue el “grande y terrible Día del Señor” para que todos los pecadores reciban su merecido mientras que los cristianos esperan ser raptados al cielo.
Esa actitud es lo que yo llamo el “espíritu de Jonás”. Jonás quería que Nínive fuera destruida, por eso huyó de Dios, e incluso dice la Palabra en Jonás 4:5 “Y salió Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente de la ciudad, y se hizo allí una enramada, y se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad”; eso que usted acabó de leer es lo que yo veo al interior de las vidas y de las familias de la tierra: “La desidia”, no nos importa ver nuestra familia y nuestra descendencia destruirse, maldiciones que se repiten de generación en generación, hogares que se destruyen por causa del pecado, la maldad y la iniquidad.
Pero para sorpresa de Jonás ocurrió algo insólito: Jonás 3:5-9: “Y los hombres de Nínive creyeron a Dios, y pregonaron ayuno, y se vistieron de silicio desde el mayor de ellos hasta el menor de ellos. Y llegó la noticia hasta el rey de Nínive, y se levantó de su trono, se despojó de su vestido, y se cubrió de saco, y se sentó sobre ceniza. E hizo pregonar y anunciar en Nínive, por decreto del rey y de sus nobles, diciendo: Hombres y bestias de carga, bueyes y ovejas, no prueben bocado, no se les dé alimento, ni beban agua sino cúbranse de saco hombres y animales, y clamen a Dios fuertemente, y conviértase cada uno de su mal camino, de la violencia que hay en sus manos. ¿Quién sabe si se volverá y arrepentirá Dios, y se apartará del furor de su ira, y no pereceremos?”.
Muchos cristianos ven con sus propios ojos la destrucción de sus familias y descendientes y no dan lugar a la posibilidad de que el mundo se arrepienta como lo hizo Nínive, y tenemos que comenzar por nosotros los que hemos creído, asi que te invito a que te pares firme para que venga sanidad y salvación sobre tus próximos; ya basta de seguir haciendo lo contrario a lo que Dios dice en Su palabra y vuélvete en obediencia al Señor.
Jonás volvió a la voluntad de Dios cuando estaba en medio de la circunstancia;
- Dios siempre nos pide volver a Su voluntad por las buenas; no podemos huir de Su presencia y de Su voluntad sin que haya un proceso; mientras estés mas tiempo por fuera de la voluntad de Dios, el volver va a ser más difícil y tarde o temprano tendrás que pagar las consecuencias, Jonás estuvo 3 días y 3 noches en el vientre de un pez grande, allí se acordó de Dios, allí levantó oración, clamó, pidió misericordia y salvación para su vida, Jonás 2.
- Dios no actúa hasta que tu decidas volver a Él: Dios no cambia sus planes para aquellos que tienen una misión que cumplir, para aquellos que tienen un propósito en Él; Jonás 1:1-3 es idéntico a Jonás 3:1-2; la diferencia entre el uno y el otro fue el proceso que Jonás tuvo que pasar, un proceso difícil por su falta de cordura, de tomar buenas decisiones, por su falta de obediencia.
- A pesar de su rebelión Dios lo reincorpora a Su propósito; yo creo que Dios da nuevas oportunidades y nuevos comienzos aquellos que se han ido y que han fallado, esto mismo hizo con Nínive, Jonás 3:10 “Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría y no lo hizo”. Y lo más importante es lo que está en el libro de Jonás 4:11 “¿Y no tendré yo piedad de Nínive, aquella gran ciudad donde hay más de ciento veinte mil personas que no saben discernir entre su mano derecha y su mano izquierda, y muchos animales?”.
Vamos a clamar delante de Dios, por nuestras vidas, hogar y descendencia…¿Y no tendré yo piedad de “Luis”, de su familia y de su descendencia…?.
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