2 Crónicas 20:25 “Viniendo entonces Josafat y su pueblo a despojarlos, hallaron entre los cadáveres muchas riquezas, así vestidos como alhajas preciosas, que tomaron para sí, tantos, que no los podían llevar; tres días estuvieron recogiendo el botín, porque era mucho”.
El enemigo se ha opuesto fuera de lo normal al cumplimiento de la Palabra y de lo que Dios ha diseñado y ha destinado para este tiempo, pero nosotros creemos que sobre todo pronóstico de las tinieblas, el Señor siempre levanta bandera, Isaías 59:19 «Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él” y que no importa lo que el enemigo planee, nuestro Dios siempre nos da la victoria y que lo que Dios preparó nadie puede impedir que se cumpla, está escrito en el libro de Isaías 14:24-27 “Jehová de los ejércitos juró diciendo: Ciertamente se hará de la manera que lo he pensado, y será confirmado como lo he determinado; que quebrantaré al asirio en mi tierra, y en mis montes lo hollaré; y su yugo será apartado de ellos, y su carga será quitada de su hombro. Este es el consejo que está acordado sobre toda la tierra, y esta, la mano extendida sobre todas las naciones. Porque Jehová de los ejércitos lo ha determinado, ¿y quién lo impedirá? Y su mano extendida, ¿quién la hará retroceder?”, cuantos dicen amen, fuerte ese aplauso al Señor, que suene la trompeta…
El botín es el premio que obtenemos después de ganar una guerra, sin guerra no hay botín; Siempre que un ejercito iba a la guerra, después de ganar la guerra se traía el botín, el botín es un conjunto de bienes o propiedades que el vencedor de la guerra se lleva del enemigo derrotado, es un conjunto de armas, municiones o provisiones que el vencedor de la guerra se lleva del enemigo derrotado. “Después de la victoria, hay botín”.
Necesitamos pelear batallas para obtener el botín porque hay cosas que el enemigo tiene que nos pertenece y si no hay guerra no vamos a obtener el premio. “Luego de la guerra, viene el botín, por lo tanto hoy te llevas tu botín, Dios ha preparado algo para Su pueblo y aquel que lo pelea, se lo lleva”.
Hubo una guerra, se levantaron los Moabitas y los Amonitas contra Josafat, era un ejercito muy numeroso, “Siempre que el enemigo es grande corremos el riesgo de quedar paralizados”. Esta es una historia bastante específica para poder comprender qué hacer en un momento de crisis, cuando llega la amenaza del enemigo, a Satanás le gusta rugir y anda como león buscando a quién devorar, tienes que entender que Satanás tiene límites, Cristo no tiene límites. Satanás podrá amedrentarlo, pero nunca derrotarlo porque contigo está el Poderoso quien pelea las batallas por su pueblo, nunca lo va a derrotar si confías en el Señor. Pero le gusta rugir, amedrentar, le agrada atemorizar al pueblo de Dios.
Josafat sabia que humanamente era imposible ganar la guerra contra estos opositores ya que eran mas fuertes y poderosos que el ejercito que el comandaba; asi nos ocurre a nosotros, muchas veces nos enfrentamos a enemigos mas grandes y poderosos que nosotros:
- Josafat se aparta a orar y pide dirección a Dios “Que hago, no se como pelear esta batalla”: Cuando hay adversidad tenemos que ir a los principios bíblicos, no en vano está el ayuno, no en vano está el afligir nuestro corazón en la presencia de Dios, por lo tanto es necesario humillarse delante de Dios, reconozca su necesidad, despójese de todo orgullo y autosuficiencia y reconoce en tu corazón que Dios es necesario. Josafat sabía que su victoria publica lo tenia que ganar en lo secreto.
- Reconocer la grandeza de Dios: Josafat se puso en pié en la casa de Jehová delante del atrio nuevo y dijo: Jehová Dios nuestros padres, no eres tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? No está en tu mano dar fuerza y poder y no hay quien se resista? Josafat está dialogando con Dios y reconociendo lo que Dios es. Cuando se vea amenazado por cualquier circunstancia, comience a declarar lo que Dios es, El es Dios sobre toda circunstancia y está gobernando en los cielos sobre toda autoridad. A veces se nos olvida que Dios está en su trono y tiene dominio sobre todo, levanta tu voz y declara: “Señor no he confiado en brazo humano, ni en organización terrena, yo he confiado en el Dios que creó los cielos y la tierra, y declaro que no hay gigante mas grande que mi Dios, declaro que no hay problema que pueda prevalecer ante El, declaro que todas las cosas ayudan a bien porque yo estoy amando a Dios, que El suplirá mi necesidad”.
- Reconocer ante El Señor nuestras limitaciones. 2 Crónicas 20:12 “No sabemos qué hacer y a Ti volvemos nuestros ojos”. Al Señor le agrada que nosotros nos rindamos, declararnos necesitados ante Dios, el hombre que sabe humillarse ante Dios, ya recorrió un gran trecho, la Palabra dice en el libro de Isaías 57:15 “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”, y añade en Salmos 51:17 «Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios”.
- Descansar en las promesas que Dios nos ha hecho: 2 Crónicas 20:17 “No habrá para qué peleéis vosotros en este caso. Paraos, estad quietos y ved la salvación de Jehova con vosotros. Oh Judá y Jerusalem no temáis, salid mañana contra ellos porque Jehová estará vosotros”. Haz lo tuyo, cree a las promesas de Dios, milita en la promesa, pelea por ella, lo afirma Pablo en 1 Timoteo 1:18 “Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, milites por ellas la buena milicia, manteniendo la fe y buena conciencia”.
- Dejar que Dios pelee por vosotros. “Paraos, estad quietos, ved la salvación de Jehová, no temáis, ni desmayéis. Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo los moradores de Jerusalén y de Judá se humillaron y adoraron a Jehová. Se levantaron los levitas para adorar a Dios con fuerte voz”. Hay momentos de hacer silencio, de reposar. Por mucha actividad se pueden cometer errores, debe tomarse un tiempo de estar quietos, de analizar, de estar en la presencia de Dios y luego levantarse con voz de trueno y de trompeta, cuantos dicen amen, de un fuerte aplauso al Señor.
- En el verso 17 y 18 ya hay una forma específica para pelear, con alabanza y adoración. Cada golpe de la vara justiciera de Jehová sobre los enemigos será con pandero y con danza. Entendamos que una de las estrategias para poder descansar en Sus promesas, es la alabanza y adoración. No se pierda un momento de la alabanza, involúcrese. La batalla es del Señor, la adoración y la alabanza es nuestra participación. Es fácil alabar a Dios cuando tenemos circunstancias positivas, pero cuando hay adversidad es difícil, pero el Salmo 34 dice “Bendeciré a Jehová en todo tiempo. Su alabanza estará de continuo en mi boca” Satanás pretende robarle el gozo, pero esta escrito “el gozo del Señor es nuestra fortaleza”.
- Y Dios le habla y le dice “No temas ante una multitud tan grande porque no es vuestra la guerra, sino de Dios”. Dios te dice: “Tu batalla la voy a pelear yo” cuantos dice amen, fuerte ese aplauso al Señor, de un grito de victoria y que suene la trompeta…
Josafat sale y le dice al pueblo “mañana vamos a pelear…”; ellos descendieron al día siguiente y cuando comenzaron a pelear hubo confusión y se mataron entre ellos y después comenzaron a recoger el botín y duraron 3 días para cargar el botín después de pelear la batalla y lo mejor de todo está en 2 Crónicas 20:27-30, gozo, alegría y favor de Dios.
Ministración: Levantar una oración aplicando los principios y al final una buena alabanza con gritos de júbilo y sonido de la trompeta… y declarar el año profético 2024 a continuación:
El 2023 ha sido un año en el cual hemos afirmado nuestra fe en el Señor, hemos creído de esperanza contra esperanza y hemos visto la mano del Señor, y creemos que asi como nos ha traído hasta aquí tenemos que seguir avanzando derribando muros, quitar las montañas que se han levantado contra nuestra vida, propósito, familia y descendencia y avanzar hacia el propósito que Dios ha preparado para cada uno de nosotros.
2024 es el año de la justicia, de la redención, de la restitución y del favor de Dios.
Y Dios en este tiempo nos ha dado Palabra y promesa:
Isaías 45:11 “Así dice Jehová, el Santo de Israel, y su Formador: Preguntadme de las cosas por venir; mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos”.
Habacuc 1:5 “Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis”.
Joel 2:24-25 “Las eras se llenarán de trigo, y los lagares rebosarán de vino y aceite. Y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros”.
Joel 2:28-29 “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros ancianos soñarán sueños, y vuestros jóvenes verán visiones. Y también sobre los siervos y sobre las siervas derramaré mi Espíritu en aquellos días”.
Joel 3:13 “Echad la hoz, porque la mies está ya madura. Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos”.