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Tierra del Dios Viviente en Tu Vida, Tu Hogar y Tu Descendencia

Ezequiel 37:10. Estamos viviendo tiempos espirituales difíciles, estamos alimentando la carne, el alma, la emociones y estamos cerrando la puerta al crecimiento espiritual, queremos que muchas situaciones en nuestra vida, hogar y familia cambien radicalmente, queremos ser transformados en un abrir y cerrar de ojos, el problema que esto no va a suceder de larín larán, tenemos que comenzar a actuar, tomar decisiones y crecer espiritualmente en Cristo Jesús; crecer significa entender los tiempos y los momentos que estamos viviendo, buscar causas, raíces y utilizar las herramientas que Cristo nos entregó para ejecutarlas en nuestra vida, casa, hogar y familia. El valle de los huesos secos son los tiempos de crisis, necesidades, opresiones, sin vida, sin esperanza, nuestra vida espiritual anda por los suelos, no hay animo, no hay fuerza, huesos secos representa lugares áridos, sin vida, todo lo que ha muerto y de lo cual solo quedan restos, ideas sin fruto, vidas sin destino, familias acabadas, sueños frustrados, pero allí el Espíritu de Vida puede dar a luz un milagro, el milagro de la vida ya que en el libro de Ezequiel 37:10 dice que “Lo que era un valle de huesos secos se convirtió en un gran ejército por el poder del Espíritu Santo”. Así ocurrió en que la condición espiritual del pueblo de Israel cuando fue llevado a Babilonia: La causa era que se habían alejado de Dios, habían abandonado la fe y habían seguido el camino de la desobediencia, se volvieron débiles y enfermas espirituales; comenzaron a vivir una vida hueca, vacía y sin esperanza. Dios llamó al profeta Ezequiel así como hoy te está llamando a ti y lo llevó a contemplar ese valle, el profeta Ezequiel vio más allá de las tragedias de su época a una época futura de renovación en que Jehová congregaría a Su pueblo, le daría “un corazón nuevo” y “un espíritu nuevo”. En Ezequiel 37:1-2 el profeta detalla que los huesos estaban muy secos, es decir, que la condición era deplorable. Sin embargo, Dios lo sorprendió con una pregunta: “Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos? Y dije: Señor Dios, Tú lo sabes. Me dijo entonces: Profetiza sobre estos huesos, y diles: Huesos secos, oíd Palabra del SEÑOR. Así ha dicho el SEÑOR a estos huesos: “He aquí, Yo hago entrar espíritu en vosotros, y viviréis. Y pondré tendones sobre vosotros, y haré subir sobre vosotros carne, y os cubriré de piel, y pondré en vosotros espíritu, y viviréis; y sabréis que Yo soy el SEÑOR.” Ezequiel 37:3-6. Escuche esto: Estamos aquí hoy solo por la gracia y el amor de Dios hacia las familias de la tierra, estamos aquí de pie porque un día recibimos un llamado de Dios y comenzamos a caminar en ese llamado, en esa tarea que Dios color en nuestro corazón, Malaquías 4:6; “Que el corazón de los padres se vuelvan al corazón de los hijos y que el corazón de los hijos se vuelvan al corazón de los padres; pero primero nuestro corazón se tiene que volver al corazón de Dios” y cual es la razón, precisamente lo mismo que ocurrió con el pueblo de Israel en los tiempos de Ezequiel, está ocurriendo hoy con el pueblo de Dios, cuando me asomo al interior de las familias veo mucha destrucción, corazones heridos, mentes dañadas por los enemigos internos que hay en ellos; cada vez que un padre abandona un hogar o una familia, cada vez que hay un divorcio o una separación, cada vez que los enemigos internos desmiembran una familia los hijos de devastan, el hogar comienza a desbaratarse hasta tal punto que el ser interior comienza a destruirse; espíritus como el rechazo, la tristeza, la amargura empiezan a gobernar los corazones de los que allí habitan, la ruina, la escasez comienzan a carcomer la economía familiar, todo se vuelve seco, todo se convierte en huesos secos. Luchas internas con enemigos internos que nos destruyen día a día; quiero recordarle a la iglesia que nuestra lucha no es contra carne y sangre, nuestra lucha es espiritual, recuerde que usted cuenta con armas espirituales que no son carnales sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos que se levantan contra el conocimiento de Dios. Que no te mueva lo que ves, ahora mira lo que no ves, lo que te lleva a la ira, a la tristeza, lo que te lleva a la destrucción, lo que te lleva a la amargura, lo que te lleva a que los huesos se sequen; “El peor enemigo está dentro de ti, ere tu” lo dijo Jesús en Mateo 26:41 “Velad y Orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” por esta razón tenemos que morir cada día a nosotros mismos, hoy es el día para derribar todo enemigo interno, todo gigante que ha debilitado tus huesos asi como lo hizo David con las 5 piedras y la ayuda de Dios, 1 Samuel 17:49-51, le pegó en todo el centro de su debilidad y lo derribó, pero no se conformó con eso… Le cortó la cabeza. El Espíritu Santo te mostrará todo lo que está seco en tu vida, tu hogar y tu familia, así como  sucedió con el profeta, al principio solo veía huesos secos, pero luego vino una palabra “He aquí yo hago entrar espíritu en vosotros y viviréis”  que cambió completamente todo lo que estaba viendo, es necesario soltar la palabra profética sin importar las circunstancias que se está viviendo, el Señor nos ha dado promesa de vida, de restauración y de bendición y así como al principio el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas, hoy el Espíritu Santo se está moviendo para traer vida a todo lo que está muerto, acabado, destruido, vacío, desordenado, el Espíritu que resucitó a Jesús de los muertos tiene el poder de vivificar, de dar vida a lo que está muerto. “Profetiza hijo de hombre” es un mandato divino que libera el poder de la vida del Espíritu, pero profetiza bien, profetízale a la raíz, háblale al espíritu  “Y me dijo: Profetiza al espíritu”, háblale vida a la raíz del problema, donde hay escasez profetiza prosperidad, donde hay enfermedad profetiza sanidad, donde hay esterilidad profetiza fructificación, donde hay estrechez profetiza expansión, profetiza y libera el poder del Espíritu de vida a tu favor. “Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en vosotros, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a vuestros cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en vosotros” (Romanos 8:11). MINISTRACIÓN :Cuando Ezequiel profetizó la voluntad de Dios sobre esos huesos, comenzaron a unirse. Ahora imagínense las promesas de Dios que aún no se han cumplido, este es el tiempo de cumplimiento, están resucitando para cumplirse en su vida, su hogar y su familia, palabra por palabra. Todo argumento levantado contra mi vida hoy se derriba, hoy sale a la luz las falsedades que se levantaron contra mi, hoy sale a la luz todo lo que planeó el enemigo para destruir mi vida, mi hogar y mi descendencia, todo el concierto para delinquir que ejecutaron mis enemigos para acabar con mi vida, con mi propósito y con mi destino y lo llevo a la cruz del calvario y se destruye en el nombre de Jesús. Vamos a pisar la tierra del Dios vivo, donde el Espíritu Santo se va a mover con poder en vidas, hogares y descendientes y va a traer vida y vida abundante en cada área de nuestras vidas…
  1. Dios sostiene y cumple las palabras que ha hablado, El Señor ha colocado Su Espíritu, su mismo aliento de vida en esos huesos secos. Hoy la vida de Dios está entrando en tu desolación y Dios está soplando vida ahora mismo en cada área donde no hay esperanza.
  2. Ahora profetiza a tu destino, al destino de tu hogar, de tus hijos, el mismo poder que resucitó a Cristo, vive también en nosotros y unirá cada hueso con su hueso y cada tendón con su tendón y colocará carne en ellos y entrará en ellos espíritu de vida y vivirán esos huesos secos y se convertirán en un gran Ejército.
  3. Hoy se levanta el Espíritu del Señor contra todos nuestros enemigos y no seremos derrotados, el ángel de Jehová va delante de nosotros peleando cada batalla y dándonos la victoria en Cristo Jesús. Hoy resucitan nuestros sueños, visiones, esperanzas y promesas, todas las que han sido entregadas a nosotros por Cristo mediante Su victoria en la Cruz.
  4. Dios tiene un plan de bendición para cada uno de nosotros.La Palabra de Dios es más poderosa que aquello que se ha secado. Los Huesos secos no necesitaban una palabra de juicio o de condenación, ellos necesitaban una palabra de Vida!!!
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