Saltar al contenido
Portada » Charlas ETP » Sal del sepulcro; Tu, Tu Hogar y Tu Descendencia

Sal del sepulcro; Tu, Tu Hogar y Tu Descendencia

Lucas 24:12.

Muchos han comenzado su vida cristiana llena de sueños, de anhelos, con la certeza de que “algo bueno” va a pasar en nuestras vidas, en nuestro hogar y en nuestra familia, pero al transcurrir del tiempo muchas cosas en nosotros se desmorona por múltiples razones: Enfermedad, persecución, deshonra, pecado, maldición; y todo esto nos puede arrancar la fe, sentirnos desesperados y con grande angustia, es más muchos personajes Bíblicos en algún momento clamaron en su angustia por lo que estaban viviendo y desearon la muerte:

  • Moisés en Números 11:14-15, Elías en 1 Reyes 19:4, Job en Job 10:18, David en Salmos 30:9, Jonás en Jonás 4:3, Jesús en Mateo 26:38, Pablo en 2 Corintios 1:8; la buena noticia es que todo esas ganas de morir que han sentido muchos en algún momento se cumplió en Cristo cuando murió por nosotros en la cruz del calvario, está escrito en 2 Corintios 5:14-15.

Hoy es el día de resucitar juntamente con Cristo, sin importar el día o el momento que sucedió necesitamos urgente resucitar de todo aquello que está muerto en tu vida, tu hogar y tu descendencia. Si la tumba está vacía es porque ya no está muerto, resucitó y juntamente con Él nosotros hemos sido resucitados de la muerte, si, todo lo que está muerto resucita en el nombre de Jesús.

Resucitar significa: restablecer, renovar, dar a luz algo nuevo.

El resucitar juntamente con Cristo es lo que nos hace nuevas criaturas, observemos lo que está escrito en 2 Corintios 5:14-17, aquí encontramos la respuesta: “Estar en Cristo”. El cristiano inicia y conserva su nueva naturaleza porque está unido a Cristo, esto se ejecuta cuando confesamos a Cristo, cuando creemos en Él, cuando esto ocurre entonces ha llegado el nuevo nacimiento a tu vida.

La frase «de modo que» descrita en el verso 17 donde Pablo nos dice que todos los creyentes han muerto con Cristo y ya no viven para sí mismos, quiere decir que nuestras vidas ya no son de este mundo; ahora son espirituales. Nuestra «muerte» es la de la vieja naturaleza pecaminosa que fue clavada en la cruz con Cristo, fue sepultada con él, y así como él fue resucitado por el padre, así también nosotros somos levantados para «andar en vida nueva”. Romanos 6:4.

Para entender la nueva criatura, primero debemos entender que en realidad es algo creado por Dios. La nueva creación está unida a esto, «las cosas viejas pasaron”, lo «viejo» se refiere a todo lo que es parte de nuestra vieja naturaleza, el orgullo natural, el amor al pecado, la confianza en las obras, y nuestras opiniones, hábitos y pasiones pasadas, más importante aún, lo que amábamos ha muerto, especialmente el máximo amor a uno mismo y con ellos la jactancia, la auto-promoción y la auto-justificación, las cosas viejas murieron, se clavaron en la cruz con nuestra naturaleza pecaminosa.

Al igual que ha pasado lo viejo, «¡lo nuevo ha llegado!». Las cosas viejas y muertas se reemplazan con cosas nuevas, llenas de vida, aborrece las cosas del mundo y de la carne, nuestros propósitos, sentimientos, deseos e ideas son nuevas, el pecado al que una vez nos aferramos, ahora deseamos que se aleje para siempre, nos «despojamos del viejo hombre con sus hechos», y nos vestimos del «nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”, Efesios 4:24. Escuche esto… La resurrección es nuestra vida eterna y se da cuando mueres a tu vida pasada para nacer de nuevo.

Por lo tanto Jesús resucitó con propósitos:

  • Para que Él se hiciera vida en nosotros todos los días de nuestra vida. No tendría ningún significado su muerte, si no hubiera resucitado; por eso es que en su muerte y en su resurrección hay poder.
  • Para venir por su esposa, por su amada, por su iglesia y eso te incluye a ti y a mi.

¿Cuál es tu muerto? Enfermedad, opresión, maldición, pecado, iniquidad, que hiede en tu vida, tu hogar y tu familia, que sueños murieron y piensas que ya no hay mas nada para ti, recuerda que donde esta el Espíritu Santo, allí hay libertad, su Palabra viene para sanarnos y para librarnos de toda ruina física, emocional, espiritual y económica. No se cual es tu condición espiritual, no se si alguno de ustedes esta endeudado, recuerda el Señor es suficiente.

A través de la corona de espinas llevó nuestra maldición “los espinos y cardos” fueron llevados en su cabeza hinchada, a través de su espalda llagada se cumple lo que está escrito en Isaías 53, en los clavos puestos en sus manos y sus pies exhibió públicamente a todo principado y a toda potestad, en su costado atravesado por la lanza romana llevó nuestro dolor; somos nueva criatura no solamente en nuestro cuerpo físico, sino también en nuestro cuerpo emocional y espiritual.

Escucha las charlas en En iTunes o en Spotify Recuerda unirte a nuestras transmisiones en vivo de los cultos todos los domingos a las 9AM y los martes a las 6PM durante el periodo de cuarentena!