Nosotros que hemos pasado de “carne a espíritu”, que estamos experimentando un “nuevo nacimiento”, que hemos creído en el Señor, tenemos que ahondar en nuestra vida espiritual para poder entender y atacar las raíces espirituales del aguijón de la carne que se encuentra en medio de nuestra mente y nuestro corazón.
Debemos ser conscientes que hay un mundo espiritual, fue mostrado por Jesús ya que Jesús vino a dar a conocer el Reino de Su Padre, este reino es espiritual y no natural, pero también mostró el reino de las tinieblas gobernado por Satanás, un reino espiritual de maldad y oscuridad que nos rodea, que pretende influenciar en nuestras vidas y en nuestra toma de decisiones.
Jesús vino a deshacer las obras de diablo por tal razón lo primero que ocurrió en Jesús después de ser bautizado y haber recibido el Espíritu Santo fue que el mismo Espíritu Santo lo llevó al desierto para “ser tentado por Satanás”, Mateo 3:16-17, 4:1 y de esta manera toma la autoridad en el reino espiritual y comenzó a predicar el Reino de los Cielos en la tierra.
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2 Corintios 12:7.
Nosotros que hemos pasado de “carne a espíritu”, que estamos experimentando un “nuevo nacimiento”, que hemos creído en el Señor, tenemos que ahondar en nuestra vida espiritual para poder entender y atacar las raíces espirituales del aguijón de la carne que se encuentra en medio de nuestra mente y nuestro corazón.
Debemos ser conscientes que hay un mundo espiritual, fue mostrado por Jesús ya que Jesús vino a dar a conocer el Reino de Su Padre, este reino es espiritual y no natural, pero también mostró el reino de las tinieblas gobernado por Satanás, un reino espiritual de maldad y oscuridad que nos rodea, que pretende influenciar en nuestras vidas y en nuestra toma de decisiones.
Jesús vino a deshacer las obras de diablo por tal razón lo primero que ocurrió en Jesús después de ser bautizado y haber recibido el Espíritu Santo fue que el mismo Espíritu Santo lo llevó al desierto para “ser tentado por Satanás”, Mateo
3:16-17, 4:1 y de esta manera toma la autoridad en el reino espiritual y comenzó a predicar el Reino de los Cielos en la tierra.
Todo aquel incluyéndote a ti y a mi que anhele entrar en el reino de los cielos debe renunciar a toda influencia del reino de las tinieblas, la palabra “renunciar es sinónimo de arrepentíos”.
¿Cuál es el verdadero problema?: Veamos los que está escrito en Gálatas
5:19-21 y en Colosenses 3:5-10.
Las Escrituras dan un perfecto diagnóstico al problema: Estas manifestaciones carnales a través de las puertas que se abren en el reino espiritual de maldad, de tinieblas y de oscuridad y se manifiestan en la carne y sus obras provienen sin duda del “viejo hombre” o del “hombre carnal”. Las obras de la carne son simplemente las manifestaciones visibles de esta vieja naturaleza, cuando andamos en la carne, los deseos y las obras de la carne se manifiestan.
¿Cual es la solución?: Colosenses 3:5 “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros…”, la Palabra en Romanos
8:13 dice que únicamente podemos hacer esto por el Espíritu de Dios que mora en nosotros: “Porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”.
Ahora: ¿Quién gobierna las obras de la carne? 1ª Juan
2:16: “Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo”, ahora bien, ¿quién es el príncipe de este mundo?, Satanás.
Aprenda esto de memoria: Las obras de la carne no agradan a Dios, para Dios no valen las buenas obras; valen las obras correctas. La carne está condenada a muerte y eso es inapelable e ineludible, hasta que no se rompan las ataduras de la carne en los creyentes no es posible romper las ataduras y obtener libertad.
¿Cual es la solución?… El Señor nos dejó 10 mandamientos, esa es nuestra base, en el libro de 1 Corintios
6:12 dice “Todas las cosas me son lícitas mas no todas me convienen”, con base en esto miremos lo que está escrito en Hebreos 12:1-2 “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.
- No puedes avanzar en tu vida espiritual sino haces un esfuerzo, si no tomas buenas decisiones, “La vida espiritual no es para aquellos que practican `El menor esfuerzo´”.
- No todo edifica, no todo construye: Si hay algo en tu vida que no edifica y construye tu vida, échalo fuera.
- Pecado.
-
- Peso.