Lucas 14:33
- Sexuales: Las ataduras del alma se forman por medio de pactos. El sexo es una forma muy poderosa que el diablo usa para formar ataduras del alma, el acto sexual causa que dos se unan en uno solo, no solo físicamente sino que también en el alma. 1ª Corintios 6:16-18; Génesis 34:1-3, 8 (Dina); Jueces 16:16 (Sansón), 2ª Samuel 13:1-3,11-19 (Tamar); este es uno de los problemas más graves con los que todo cristiano lucha es el de su comportamiento sexual. A lo largo de toda su vida, la persona, ha acumulado una serie de recuerdos y experiencias que van distorsionando el comportamiento sexual y te lleva a situaciones desordenadas. La lista de problemas derivados de nuestra sexualidad herida es muy extensa: promiscuidad, deseos inmorales, lujuria, morbosidad, impotencia, frigidez, aberraciones, conductas agresivas, violaciones, divorcio, adulterio, fornicación.
- Pactos: Las ataduras del alma forman por medio de relaciones con gente, objetos o actividades espirituales de las tinieblas tales como pactos de sangre, pactos de sal (irrompibles), pactos de brujería y hechicería, magia blanca/negra, pactos económicos, pactos a través de palabras de maldición, de iniquidad y de pecado, se pueden formar por medio de autoridades abusivas que te controlan y someten tu alma y tu espíritu.
- Incestos: La perversidad sexual, especialmente entre la familia es común. Esto ocurre cuando hay relaciones sexuales entre: padre/hija, madre/hijo, hermano/hermana, primo/prima, tío/sobrina, suegro/nuera, etc..
- Tu Pasado: Estas ataduras son como eslabones de una cadena que nos mantienen firmemente unidos al pasado. Esta herencia espiritual negativa se manifiesta porque abrimos alguna puerta, dándole al enemigo el derecho legal de entrar. Estas ataduras generalmente afectan nuestra mente, voluntad y emociones influenciando nuestro comportamiento con explosiones de ira, rebelión, depresión, suicidio, hambre compulsiva, mentiras, robo, pecado sexual, adicciones, comportamiento destructivo y espíritus de muerte. Lucas 9:62.
- Falta de Perdón: Perdonar significa terminar definitivamente con el deseo de devolver “la basura”; no recordar más el asunto. Significa renunciar a la ira y al resentimiento y, de ese modo, liberar al deudor y, de paso, romper una atadura que nos perjudica solamente a nosotros mismos. Es una decisión de la Voluntad. Y entienda definitivamente esto, por favor: nosotros podemos decidir perdonar a una persona que nos ofendió, nos guste o no hacerlo.
- Ocultismo: Deuteronomio 18:9-14 declara que las prácticas ocultas son abominación a Jehová. Esto se refiere a la Astrología (Lectura de horóscopos, lectura de las manos, tabla Ouija, Tarot, adivinación del futuro, brujería, magia, sociedades secretas, hechicería.
- Ataduras Financieras: Existen dos planes, los del diablo y los de Dios. El plan de Dios es Bendecirnos en todo:
- El verdadero problema no es cuanto tienes o cuanto ganas; es como lo gastas.
- El robarle a Dios o muchas veces la Indiferencia egoísta ante las cosas de Dios.
- El amor al dinero.
- Incurrir en pecados financieros como el fraude, extorsión, el soborno, los juegos de suerte y azar.
- Al incumplir los principios bíblicos que producen tus bendiciones financieras.
- Ataduras Físicas: Enfermedades causadas por… enfermedades adquiridas y enfermedades generacionales.
Dice la Biblia en Isaías 10:27 “Acontecerá en aquel tiempo que su carga será quitada de tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se pudrirá a causa de la unción”, la unción es lo único que va a hacer que haya un rompimiento en la vida de muchas personas. La unción es la que rompe el yugo de la esclavitud, el yugo financiero, el yugo de la enfermedad, el yugo de las ataduras hereditarias. Jesus cuando comenzó su ministerio abrió el rollo del profeta Isaias y declaró en Lucas 4:16-21 “Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros”. Isaías 61:1-7.