Lucas 5:12-13, Proverbios 3:9, Isaías 29:13, 2 Crónicas 26:16-19, 2 Reyes 5:1. La marca más denigrante que una persona podía padecer era la enfermedad de la lepra, tanto que en el Antiguo Testamento el Señor instruyó a Moisés que escribiera una “ley acerca de la lepra” hasta tal extremo que si se detectaba que alguien estaba leproso se le declararía inmundo y era apartado de los demás, hoy la lepra ha sido desterrada del ser humano, pero el mundo entero está inundada de lepra espiritual y del alma.
La lepra es una barrera que separa al hombre de Dios. El principal problema de la lepra es que aísla a la persona de Dios, de la familia y de la sociedad.
Una de las características de la lepra es que contamina y daña su propia Tierra, hipoteca el futuro de las nuevas generaciones con la lepra del egoísmo, de la irresponsabilidad, de la injusticia, de la falta de compromiso, de la amargura y la raíz de amargura. Escucha las charlas en el nuestro podcast o en iTunes