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Punto Final (Pastor Alejandro Roncancio)

Eclesiastés 12:13-14 «El fin de todo el discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre. 14 Porque Dios traerá toda obra a juicio, juntamente con toda cosa encubierta, sea buena o sea mala”.

Te has preguntado alguna vez ¿Que es lo que Dios quiere de ti?, ¿Que es lo que Dios quiere hacer con tu vida?, sería interesante que podamos conocer cuál es la voluntad de Dios para nuestras vidas, aunque sabemos que la voluntad de Dios es ”buena, agradable y perfecta” muchas veces no queremos conocerla, ni aceptarla y mucho menos ejecutarla, ya que, los procesos de Dios parecen que fueran difíciles de llevar.

Encuentro dos maneras de conocer la voluntad de Dios para estos tiempos:

  • La primera es a través de la Palabra; Aquí está buena parte de la voluntad de Dios para nuestra vida, lo que Dios quiere hacer, establecer, cómo quiere que vivamos y la manera correcta de vivir. En la Biblia no aparece cuál es la voluntad de Dios con tu trabajo, no aparece la mujer o el hombre con la que Dios quiere que se case, ni el nombre de la persona con quien va hacer un negocio, sin embargo, Dios tiene una voluntad al respecto de todas estas cosas que acabamos de mencionar: “Hacer siempre lo correcto con respecto a lo que dice Su Palabra”.
  • Lo segundo es lo que se conoce como el propósito de Dios para nuestras vidas y es aquí donde me detengo un poco para mirar lo que ocurrió con ciertos personajes que se encuentran registrados en la Biblia y que lograron cumplir con el propósito que Dios les encomendó y que cada experiencia con Dios quedó plasmada para enseñanza de las próximas generaciones. Le menciono algunos nombres: Abraham, Jacob, José, Moisés, Josué y podríamos llegar a Jesús, todos tenían propósitos específicos para sus vidas. Hay un propósito que es únicamente para ti, no para mí, y sólo tú lo vas a cumplir, porque Dios te ha dotado de todo lo que necesitas para hacerlo; tu misión, tu responsabilidad en otras palabras: Hay un plan hecho por Dios para ti, para que lo cumplas.

Hoy quiero enfocar esta enseñanza en la historia de un joven soñador, José: (10 minutos max).

Dios usa lo improbable para cumplir su propósito, por esto surgen giros inesperados en nuestra vida con el fin de desarrollar una fe inquebrantable y una confianza única en el plan de Dios.

José tuvo algunos sueños proféticos donde se veía como el líder de toda su familia y por causa de esos sueños y por ser el preferido de su padre Jacob y su madre Raquel, sus hermanos lo aborrecían hasta tal punto que lo arrojaron a una cisterna y lo vendieron como esclavo a unos mercaderes Ismaelitas que se dirigían a Egipto. 

Fue llevado a una tierra extranjera lejos de su familia, fue comprado como esclavo por Potifar, un oficial de faraón. A pesar de su condición de esclavo, José se mantuvo fiel a Dios, ganó la confianza de Potifar, y fue puesto a cargo de toda su casa. 

Sin embargo, la injusticia llegó a su vida, tras resistir las insinuaciones de la esposa de Potifar, fue falsamente acusado de intentar abusar de ella y terminó encarcelado. En la prisión nunca flaqueó, continuó sirviendo y Dios estaba con él dándole gracia ante el encargado de la cárcel.

En prisión interpretó los sueños de 2 siervos de faraón, el copero y el panadero. Esta habilidad dada por Dios sería su puerta de salida de años de prueba al propósito que Dios había preparado para él. Años después, cuando el faraón tuvo sueños increíblemente inquietantes que nadie podía interpretar, el copero se acordó de José y José fue llamado ante Faraón, y con sabiduría divina reveló el significado de los sueños: siete años de abundancia serían seguidos por siete años de hambruna. 

Faraón no sólo creyó en José, sino que lo nombró gobernador de Egipto, el cual fue encargado de preparar el país para enfrentar la crisis; de esclavo injustamente Tratado, José se convirtió en el segundo hombre más poderoso de Egipto; Este fue parte del plan de Dios para preservar la descendencia de Jacob y cumplir sus promesas. 

José se casó con Asenat, hija de Potifera sacerdote de On, Génesis 41:45. Con todo esto, Dios estaba cumpliendo la promesa de bendecir a José en Tierra extranjera. Del matrimonio nacieron 2 hijos, Manasés y Efraín, nombres con profundo significado espiritual: Manasés “Dios me hizo olvidar todo mi sufrimiento y toda la casa de mi padre”, representaba la sanidad del peso emocional de sus traumas y Efraín “Dios me hizo prosperar en la Tierra de mi sufrimiento” con el cual celebraba la fidelidad de Dios transformando sus adversidades en bendición. 

La historia de José culmina con el reencuentro con su familia en medio de la hambruna que azotó toda la región, sus hermanos quienes lo habían vendido como esclavo llegaron a Egipto en busca del alimento, sin saber que aquel a quien se dirigían era el mismo hermano que habían vendido. La reacción de José fue de compasión, no de venganza, reconoció la soberanía de Dios en todos los eventos de su vida y declaró en Génesis 50:20 “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo”. 

Gracias a la sabiduría de José, La familia de Jacob encontró refugio en Egipto y fue preservada durante los años de hambruna, Jacob, ya anciano y consiente que sus días estaban llegando a su fin, tomó la decisión de adoptar a sus dos nietos como si fueran sus propios hijos. Colocó a manasés y Efraín al mismo nivel de sus hijos, asegurándoles una parte de la herencia; en aquella época la primogenitura y la herencia estaban directamente relacionadas con la continuidad del pacto de Dios con Abraham, Isaac y Jacob; Manasés y Efraín formaron parte de la formación del pueblo de Israel, al incluirlos, Jacob restauraba completamente la conexión que se había perdido entre José y la línea de la promesa. 

Dios no actúa según la lógica humana. Jacob, siendo el menor, recibió la bendición de Isaac en lugar de Esaú el primogénito, así mismo ocurrió con los hijos de José, Jacob colocó la soberanía de Dios por encima de las tradiciones humanas. Rubén el primogénito, había perdido su lugar de honor al deshonrar a Jacob su padre, Génesis 35:22 “Aconteció que cuando moraba Israel en aquella tierra, fue Rubén y durmió con Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó a saber Israel»; Simeón y Leví también habían cometido actos de violencia extrema.

Al destacar a Manasés y a Efraín, Jacob estaba declarando, que Dios puede redimir historias y usar a quien él quiera para cumplir sus planes; Jacob destituye a Rubén su primogénito, y a Simeón el segundo en la línea de los descendientes, Rubén era su hijo mayor con lea y como primogénito debió haber heredado el rol del líder familiar, sin embargo pierde este privilegio debido al grave error de tener relaciones con Bilha, una de las concubinas de Jacob, su padre.

En Génesis 49:3-4 “Rubén, tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor Principal en dignidad, principal en poder. Impetuoso como las aguas, no serás el principal, por cuanto subiste al lecho de tu padre; Entonces te envileciste, subiendo a mi estrado”. Jacob le habla de su falta de carácter y autoridad. 

Simeón y Levi cometieron errores públicos y violentos, lideraron una venganza brutal contra los hombres de Siquem tras el incidente con su hermana dina, violencia extrema y engaño, Génesis 49:5-7 “Simeón y Leví son hermanos; Armas de iniquidad sus armas. En su consejo no entre mi alma, ni mi espíritu se junte en su compañía. Porque en su furor mataron hombres, y en su temeridad desjarretaron toros. Maldito su furor, que fue fiero; Y su ira, que f…