Dios es soberano por lo tanto no hay nada ni nadie por encima de Él, si tu estás batallando contra algún poder o autoridad que intenta destruir tu vida, tu hogar y tu descendencia o intenta destruir tu propósito y destino e introduces a Dios en tu batalla, no hay manera que esa batalla no sea ganada.
Resulta paradójico que la mayoría de soldados de este ejército poderoso llamado Iglesia, están cautivos y son rehenes del diablo en muchas de las áreas de sus vidas: Espiritual, emocional, física, sexual, económica.
Tenemos que adoptar un estilo de vida cristiano, nuestra primera necesidad es tomar la autoridad que Cristo nos entregó y que nosotros hemos rechazado por causa de “hacer lo que se nos da la gana.
Show Notes
2 Crónicas 32:7-8, 2 Crónicas 20:15, 17.
Dios es soberano por lo tanto no hay nada ni nadie por encima de Él, si tu estás batallando contra algún poder o autoridad que intenta destruir tu vida, tu hogar y tu descendencia o intenta destruir tu propósito y destino e introduces a Dios en tu batalla, no hay manera que esa batalla no sea ganada.
Resulta paradójico que la mayoría de soldados de este ejército poderoso llamado Iglesia, están cautivos y son rehenes del diablo en muchas de las áreas de sus vidas: Espiritual, emocional, física, sexual, económica.
Tenemos que adoptar un estilo de vida cristiano, nuestra primera necesidad es tomar la autoridad que Cristo nos entregó y que nosotros hemos rechazado por causa de “hacer lo que se nos da la gana.
Cristo ha depositado su autoridad sobre la Iglesia, para que tome la autoridad sobre todo autoridad que hay sobre la tierra, sobre todo principado, potestad, gobernador de las tinieblas de este siglo, pero la iglesia se ha convertido en un centro de diversión, esparcimiento, distracción. La Iglesia es la única que tiene la autoridad para proclamar el señorío de Cristo a una vida, un hogar, una familia, un pueblo, una ciudad y una nación.
La mayor de las exigencias que Dios impone al hombre es que sea obediente a su autoridad, hay dos principios en el universo: el principio de la autoridad de Dios y el de la rebelión satánica.
Vamos a ver principios de la autoridad en el mundo espiritual.
Existen condiciones bajo las cuales le damos autoridad a Dios o a Satanás en nuestra vida. Como decíamos al principio, al pecar Adán en el huerto de Edén, la autoridad de Adán fue cedida al enemigo, y es por esto que nos dice la palabra que el diablo es el príncipe de este mundo (1 Juan 5:19). Basándonos en esto podemos notar y comprender que la desobediencia, el pecado, la rebeldía en la vida de un ser humano, le abre puertas al enemigo para que gobierne áreas de nuestra vida; pero así mismo la obediencia, la santidad, el temor de Dios en nuestros corazones es una muestra que la autoridad de Dios está sobre nuestra vida.