Isaías 38:1.
El Señor en este tiempo quiere transformar vidas, hogares y familias, Él ha dicho que “Hará maravillas que no han sido hechas en toda la tierra…” y ha querido comenzar por este pueblo, este remanente, El dijo: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido al corazón del hombre son las que yo he preparado para bendecir este remanente”.
Tal vez las cosas muchas cosas no han salido bien en tu vida, tu hogar y tu descendencia, si todo lo colocas delante del Señor, Él es capaz de hacer de nuevo todas las cosas, porque Él es misericordioso, sus misericordias son nuevas cada mañana, por lo tanto, “la crisis, los errores, la torpeza, las malas decisiones, las caídas no son el final de tu vida”.
En el libro de Génesis 1, la palabra habla que la tierra estaba desordenada y vacía; hoy en día no existe diferencia entre lo que estaba sucediendo en Génesis 1 y lo que sucede hoy, no estamos haciendo lo que Dios espera que nosotros hagamos, nos hemos vuelto cobardes, somos tolerantes, la autoridad se ha perdido, transgredimos los principios y fundamentos de Dios descritas en Su palabra, hay desorden al interior de vidas, hogares y descendencias, El Señor nos pide que “Ordenemos nuestra casa… Nos da una segunda oportunidad para que tomemos la decisión correcta de ordenar cada área de nuestra vida: Espiritual, emocional, sexual, económica y física.
Dios es un Dios de orden, el enemigo es desorden. Todo lo que corresponde al reino del Señor es y debe ser orden, todo lo que es lejos de Dios es desorden. Nuestra naturaleza es pecaminosa, somos herederos, de una naturaleza pecaminosa, tendenciosa al desorden, tendenciosa a lo pagano, a la desidia, al desorden a la maldición, la blasfemia, la mentira, la hipocresía, la falsedad, la traición, la iniquidad.
Necesitamos tener un arrepentimiento genuino para acceder a la gracia de Dios, al desgarrar nuestros vestidos estamos en un arrepentimiento externo pero al desgarrar nuestro corazón estamos buscando las causas de nuestros pecados, maldiciones e iniquidades.
La mayoría de nosotros necesita una nueva oportunidad para hacer las cosas bien. Dios está dispuesto a darnos esa oportunidad. Él es rico en misericordia, amor y gracia, Efesios 2:4-5. Y en Miqueas 7:18 la Palabra dice: “¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia”.
Volvamos a la Palabra en Isaías 38:1 y miremos la causa del ¿por qué? El rey Ezequías fue sentenciado a muerte según la palabra que fue dicha por el profeta Isaías.
El rey Ezequías había hecho lo recto ante los ojos de Dios, 2º Reyes 18:3-8, e incluso en el momento en que Isaías profetizó palabra de YHWH el se lo recordó al Señor, 2º Reyes 20:2-3; esto hizo que YHWH cambiara de decisión; 2º Reyes 20:5-6; hoy es el día de presentarnos delante del Señor para que cualquier argumento que Satanás haya levantado contra nuestras vidas, hogar, familia y descendencia, sea derribado en el nombre de Jesús y haya un cambio de decisión de parte de Dios y venga sobre nosotros la bendición y el milagro que tanto necesitamos.
En el libro de 2º Reyes 20:12-17, dice la Palabra que el rey Ezequías recibe a los “nada que ver” en su casa y les mostró a los Babilonios todas sus riquezas y todas sus armas; es aquí donde quiero detenerme un poco: “Es tiempo de mirar a quien le has entregado tus tesoros, lo mas valioso que Dios te ha entregado; hemos entregado nuestra vida y nuestro corazón al primer aparecido; hemos entregado nuestra familia a la desidia y a la destrucción; hemos entregado nuestro dinero a la iniquidad y a las deudas; hemos entregado nuestra área sexual al primer postor, por un potaje de lentejas; hemos cedido nuestra autoridad a Satanás por causa del pecado, la maldad y la iniquidad… en fin “nuestra vida está desordenada y vacía, llena de tinieblas” y es el tiempo de salir de ella.
Todos conocemos la parábola que Jesús enseñó acerca del Hijo Pródigo, para mostrar que Dios da nuevas oportunidades.
- Todos hemos estado en los zapatos del hijo pródigo.
- Todos nos hemos revolcado en el cieno como los cerdos
- Hemos sentido hambre terrible cuando la fiesta del pecado se transforma en hambruna inevitable.
- El Señor arranca de tu vida, tu hogar y tu familia todos los vestidos viles.
- Restaura la autoridad que has perdido.
- Coloca el calzado nuevo, endereza tu camino.
- Restaura tu economía, te devuelve el gozo de la salvación.
- Si das nunca te va a faltar, ya que no podemos dar de lo que no hemos recibido, pero si lo has recibido no lo atesores… da.
- Proverbios 11:25; esta palabra habla por si solo “El alma generosa… prospera”.
- Dios no necesita nada, lo que Dios necesita es probar tu corazón, Dios no necesita nada de mi, pero yo si necesito todo de Dios.