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No Mires Atrás (Pastor Andrés Mejía)

Génesis 19:26 “Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal”.

Traigo a memoria un instante en que un seguidor de Jesús le dijo “Señor, te seguiré a donde quiera que vayas”, Lucas 9:57; y en el libro de Lucas 9:62 “Y Jesús dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios”.

En ese tiempo Bíblico la actividad económica de los hombres era la agricultura, por tal razón Jesús usó esta analogía; Observar a un agricultor arar la tierra parece un trabajo muy sencillo, pero al intentarlo me doy cuenta de que se requiere destreza y concentración, fijando su mirada hacia adelante. No se puede volver la mirada atrás ni un instante porque se pierde la dirección, en el momento en que el agricultor se detiene y mira hacia atrás, justo en ese punto la linea recta en la linea del arado sufre un cambio, comienza a torcerse. 

Jesús nos enseña a todos los que estamos aquí, que no perdamos el rumbo, no torzamos ni  perdamos el rumbo, no nos desviemos del camino en el momento que intentamos mirar atrás, debemos entonces:

  • Aferrarnos a Cristo y no soltarnos nunca de su mano.
  • No mirar atrás es tener un compromiso total y serio con el Señor hasta llegar a convertirse en lo prioritario para nuestras vidas, por lo tanto debemos mirar hacia adelante; Hebreos 12:2 “puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”.

Quiero profundizar en la enseñanza trayendo a colación dos eventos importantes que están registrados en la Biblia, el primero con la mujer de Lot y el segundo con el pueblo de Israel cuando iban rumbo a la tierra prometida:

  • La Mujer de Lot:

La mujer de Lot junto con su esposo Lot y sus dos hijas estaban huyendo de la ciudad de Sodoma, porque esta sería destruida por Dios como castigo a la depravación de sus habitantes y en medio de la huída se detuvo y miró atrás, Génesis 19:26 “Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal”. Este versículo hace énfasis en que ella se convirtió en una columna de sal porque miro hacia la ciudad de Sodoma, la tierra de la cual estaban huyendo, a pesar que la orden de Dios para Lot y su familia a través de los ángeles era que huyeran de Sodoma sin parar ni mirar hacia atrás.

¿Por qué la esposa de Lot miró atrás? Jesús nos da el verdadero porqué la mujer de Lot miró atrás: Lucas 17:28-32 “Y lo mismo pasó en los tiempos de Lot: la gente comía y bebía, compraba y vendía, sembraba y construía casas; pero cuando Lot salió de la ciudad de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre y todos murieron. Así será el día en que se manifieste el Hijo del hombre. Aquel día, el que se encuentre en la azotea y tenga sus cosas dentro de la casa, que no baje a sacarlas; y el que esté en el campo, que no regrese a su casa. Acordaos de la mujer de Lot”.

El contexto de la enseñanza es que, la mujer de Lot miró atrás porque quiso regresar a casa y poder volver a su pasado sin importar las consecuencias que esto le iba a acarrear. Dios demanda de sus hijos, que dejemos todo para seguirle a Él, aun cuando esto no sea nada sencillo para nosotros, Jesús dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame”, Mateo 16:24.

Esa mirada atrás de la esposa de Lot revela el secreto, su amor al mundo y a todas las cosas que habían en el mundo. Santiago 4.4 “¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios”, esta mujer creía que el pasado sin Dios era mucho mejor que el presente con Él.

  1. El pueblo de Israel:

Otra de las historias que relata la Biblia fue lo referente al pueblo de Israel, después de haber vivido como esclavos por algunos siglos, clamaron a Jehová para su pronta liberación, Jehová escuchó el clamor de su pueblo y se proveyó de un libertador, Moisés. El mar rojo se abrió en dos para que Israel camine en seco y faraón con su ejército quedaron debajo de la mar. Ahora ya no eran esclavos y podían respirar aire con olor a libertad; la opresión de faraón era cosa del pasado y en el presente Jehová era quien guardaba y cuidaba de ellos. En pleno desierto nunca les faltó alimento, ni agua, ni vestido y la gloria de Jehová caminaba con ellos en columna de nube en el día y columna de fuego en la noche. Pero aun así este pueblo que un día clamaba por libertad, ahora SE AFERRABA AL PASADO y querían volver aquel lugar donde vivieron como esclavos por muchísimos años. Números 11:5-6 “Nos acordamos del pescado que comíamos en Egipto de balde, de los pepinos, los melones, los puerros, las cebollas y los ajos; y ahora nuestra alma se seca; pues nada sino este maná ven nuestros ojos”.

Ahora eran libres, pero añoraban los tiempos de esclavitud. a tal punto que se pusieron de acuerdo para dejar a un lado a Moisés y designar un nuevo líder y con él regresar a Egipto, país en el cual habían sido esclavos. Este pueblo creía que el pasado sin Dios, era mucho mejor que el presente con Dios.

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He escuchado muchas veces a hombres que declaran “…cuando yo no era cristiano las cosas me iban muy bien. Cuando quería me emborrachaba, estaba con la mujer que deseaba y nadie me decía nada, bla, bla, bla… cuando no era cristiano las cosas me iban bien” 

¿Ahora que estás en Cristo las cosas te van mal? ¿Por qué? ¿Por qué en el mundo hacías lo que te daba la gana? ¿Por qué en el mundo eras esclavo del pecado y tu señor era el diablo? ¿Por eso dices que en el mundo te iba muy bien? Escuche esto: Muchos siguen caminando hacia su propósito, pero con el corazón atado al dolor del pasado, marcados por los abusos que sufrieron en la infancia, relaciones tóxicas que dejaron heridas profundas, palabras de maldición que aún resuenan: “no sirves”, “eres igual que tu padre”, “nunca cambiarás”.

Como la esposa de Lot, muchos siguen mirando atrás, y cada mirada hacia atrás los convierte en estatuas: estáticos, en cárceles, paralizados por el pasado que han vivido, recuerde que el pasado sin Cristo, nunca será mejor que el presente con Él.

Cuando Dios nos saca de un lugar, lo hace para guardarnos y para llevarnos a un lugar mejor, esto fue lo que sucedió con Lot y su familia en el momento en que Sodoma iba a ser destruida con fuego y azufre. Génesis 19:15 “Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa a Lot, diciendo: Levántate, toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, para que no perezcas en el castigo de la ciudad”, Génesis19:16 “Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de las manos de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad”.

Dios nos sacó del mundo (Sodoma) para cuidarnos y ponernos a salvo, en el ámbito espiritual, cada creyente debe entender que así como la misericordia de Dios se extendió sobre la vida de Lot y su familia, también se ha extendido sobre cada uno de nosotros.

Si aún vives bajo el gobierno de Sodoma, o intentas regresar allá, o sigues atado al pasado, es necesario que sepas que, así como a Lot y su familia se le dio la oportunidad de ser salvos, Dios nos está dando la misma oportunidad de salvación, a través de Jesucristo, Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. 

Hebreos 10:39 “Pero nosotros no somos de los que retroceden pa…