Salmos 37:8 “Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo”.
Al principio el hombre tripartito era una sola unidad, el espíritu gobernaba el alma y el cuerpo, con la caída de hombre se rompe la unidad y el hombre comienza a desarrollar su carácter con base en las vivencias y experiencias adquiridas en todas las áreas de su vida por medio de sus emociones, sus sentimientos y su conocimiento; esto separa al hombre cada vez más y más del carácter de Dios.
Alcanzar el Carácter de Cristo es el objetivo final de todo cristiano, es el punto máximo en el crecimiento espiritual, por lo tanto desarrollar el carácter de Cristo es la tarea más importante de la vida cristiana, es lo único que nos identifica con El en todo momento y en todo lugar. Esta es la razón por la cual, el objetivo de toda nuestra enseñanza no es llenar al pueblo de Dios de información y conocimiento sino que cada persona que se acerque al Señor sea transformada conforme al carácter de Cristo.
¿Que es el carácter? Conjunto de cualidades o circunstancias propias de una persona, que los distingue por su modo de ser u obrar de los demás; esta es una definición catedrática, psicológica, que muestra el comportamiento externo de la persona sin revisar su interior, pero en este tema tenemos que hablar del carácter que Dios aprueba, “eso que tu eres” cuando nadie te está viendo, porque hoy en día es fácil mostrar una apariencia, pero lo que realmente somos lo mostramos en la intimidad, ya que, lo que eres determina la forma como piensas, lo que pensamos son indicadores de lo que somos, Proverbios 23:7 «Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”; y eso que piensas dentro de ti, se refleja en tu vida cotidiana, porque eso es tu esencia; pasamos demasiado tiempo tratando de cambiar nuestras acciones, cuando realmente tenemos que cambiar nuestra esencia, nuestro carácter, nuestro interior, nuestro corazón, por tal razón Filipenses 4:8 «Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad”
El carácter nunca se construye en un salón de clases, el carácter se construye cuando entendemos que el anhelo de Dios es desarrollar nuestro carácter y el de nuestra familia a Su imagen y semejanza asi como está escrito en Génesis 1:26a “Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza…” y el apóstol Pablo lo escribió a los Romanos 8:29-30 “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a estos también llamó; y a los que llamó, a estos también justificó; y a los que justificó, a estos también glorificó”.
La imagen de Dios se muestra en Gálatas 5:22-23 “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley”, proponga en su vida desarrollar estas nueve cualidades que encierra el carácter de Cristo, y para poder desarrollar el carácter de Cristo debemos conocer el carácter de Dios.
Nuestro conocimiento de Dios es teórico y al ser teórico se convierte en algo espurio y superficial, por tal motivo, para tener un conocimiento real de Dios, es necesario tener una experiencia personal e intima con Dios; Cuando te conviertes a él, cuando le entregas tu vida a Él debes comenzar a tener una relación personal con el Señor y esta es la mejor manera de llegar a conocer a Dios y conocer Su carácter.
Les voy a mencionar algunos de los atributos de Dios descritos en Su Palabra: Es espíritu, invisible, inmutable, omnisciente, lleno de sabiduría, veraz, fiel, bondadoso, misericordioso, lleno de amor, santo, justo, celoso, tardo para la ira, omnipotente, perfecto, hermoso.
Ahora bien, tratar de imitarlo es imposible, por esta razón para poder ser a imagen y semejanza de Dios debemos ser llenos de Él, de todo lo que Él es a través de Su Espíritu Santo que mora en nosotros y para que Su Espíritu more en nosotros, debemos desalojar, sacar, arrancar y renunciar a todo espíritu inmundo que controla nuestra vida, debemos aprender a honrar a Dios con nuestro carácter, debemos comenzar a renovar nuestra mente sacando toda la basura que hemos almacenado desde el momento mismo de nuestra concepción.
Voy a mencionar algunos de estos espíritus inmundos para que la iglesia entienda que ninguno nace con ellos; es necesario hacer un inventario del porque hago lo que hago, del porque pienso lo que pienso y del porque actúo como actúo; cada dificultad que he atravesado en mi vida, llámese dolor, pena, deshonra, vituperio, cada “cosa” que hemos adquirido aún desde el momento mismo que fuimos engendrados, hasta que nuestra mente sea renovada al llegar a los pies del Señor y nuestro corazón haya sido transformado por el poder de Su Espiritu Santo y gozar de la libertad conque Cristo nos hizo libres, así como está escrito en Gálatas 5:1 “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud”; por tal razón de una vez por todas deje de decir “… Yo soy así y que, … Dios me hizo así”.
Ministración… “Perdón sin reproches…”. Promesa de Dios en Isaías 38:15-17, 20 “¿Qué diré? El que me lo dijo, él mismo lo ha hecho. Andaré humildemente todos mis años, a causa de aquella amargura de mi alma. Oh Señor, por todas estas cosas los hombres vivirán, y en todas ellas está la vida de mi espíritu; pues tú me restablecerás, y harás que viva. He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, mas a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados», “Jehová me salvará; por tanto cantaremos nuestros cánticos en la casa de Jehová todos los días de nuestra vida..