1 Timoteo 6:11-12 “Mas tú, oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la mansedumbre. Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos”.
La vida no es una película, en la vida muchas veces se nos va a ser muy difícil caminar con Dios, y aunque en el caminar de la vida trae desvíos inesperados y retrasos inoportunos, El Señor nos conduce a través de valles oscuros y barrancos profundos donde las sombras del temor y el desánimo caen sobre nosotros, pero en medio de todo ello, las manos de Dios, con cicatrices de clavos, sostienen nuestras manos, está con nosotros y estamos a salvo, nos libera y nos hace confiar y no tener miedo, nos da una nueva esperanza y valor para afrontar lo que nos depara el día a día, nosotros a diferencia de los demás, estamos marcados por una vida definida en Dios, tenemos una identidad en Cristo Jesús, tenemos a Cristo como el salvador de nuestras vidas y por lo tanto pertenecemos a Dios, hemos sido salvados por gracia, (Gracia es cuando recibimos algo que no merecemos), somos hijos verdaderos de Dios adquiridos legalmente por medio de la sangre que derramo Cristo en la cruz del calvario y a través de esa sangre fuimos redimidos para Dios.
Como hijos de Dios, tenemos 4 acciones que debemos poner en práctica para obtener la victoria diaria en la vida cristiana:
- HUYE: Huir es una acción y una decisión violenta, es apartarse con prisa y sin pérdida de tiempo. Esta acción pone en evidencia de que no somos lo suficientemente fuertes para permanecer en el mismo lugar donde hay un entorno adecuado para la acción de Satanás. 1 Pedro 5:8: “El diablo anda como león rugiente buscando a quien devorar”. Esto no admite la posibilidad de caminar cerca o al rededor del mal. “Huir” se debe convertir en un hábito necesario en nuestras vidas cuando nuestra identidad esta establecida en Cristo, es por esto que podemos “seguir” con confianza y certeza: la justicia, la piedad, la FE, el amor, la paciencia y la mansedumbre. Es fácil distinguir a aquellos que se dejan influenciar por las masas, quienes caminan en la corriente de este mundo, quienes consienten y aprueban los sentimientos egoístas de este siglo, quienes no quieren perder sus estatus y posiciones en contextos contrarios a lo que Jesús manda y ordena.
La Palabra de Dios dice HUYE de las condiciones apropiadas para pecar, de las malas conversaciones, del doble sentido en cualquier entorno, ¡Huye y no compartas las filosofías e ideologías de este mundo que nada tienen que ver con la palabra de Dios.
- SIGUE: Tienes que ser una persona separada del mal e impulsada hacia la justicia, la piedad, la FE, el amor, la paciencia y la mansedumbre. Estas cosas tienen que arder en tu interior, tienes que trabajar desde tu interior y verás que exteriormente tendrás una evidencia bien concreta que te seguirá separando aún más del pecado. Caminar en estas condiciones nos separa radicalmente de las enseñanzas que se oponen a la verdad. Por lo tanto SIGUE ese camino.
- PELEA: Ser un hombre de Dios nos coloca en la batalla que hemos decidido libremente y voluntariamente enfrentar: Nuestra profesión de FE. Por lo tanto PELEA la buena batalla, huye de todo lo que entorpece el camino para llegar al objetivo; sigue, promueve y prosigue al blanco por medio de hábitos que te van a llevar a alcanzar la corona de victoria, Dios en este tiempo me ha venido hablando acerca de dejar atrás el pasado y me ha estado mostrando versículos Bíblicos tales como:
- Isaías 43:18-19 “No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad”.
- 2 Corintios 5:17 “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”.
- Filipenses 3:13-14 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”.
Es el tiempo de dejar atrás el pasado, lo que te ocurrió no lo puedes cambiar, no lo puedes modificar; no puedes hacer nada con lo que te ocurrió, pero lo que si puedes hacer es permitir que Dios haga algo nuevo de acuerdo a Su propósito en ti, de acuerdo a lo que está escrito en Su libro, de acuerdo a las promesas que Él te ha dado; el pasado no puede seguir teniendo poder sobre ti; el dolor, los hechos del pasado no pueden seguir influenciando tu vida, ni pueden seguir gobernando tu presente, ni pueden estar dañándotelo el propósito que Dios tiene para tu vida; por lo tanto es necesario dejar atrás el pasado.
- AFÉRRATE: Ser un hombre de Dios origina en nosotros la fuerza que nos une a la eternidad con Cristo y confirma nuestra declaración de FE que hemos hecho públicamente, por lo tanto AFÉRRATE a la vida eterna, si realmente amamos a Jesucristo y nos hemos aferrado a la vida eterna, entonces siempre nos va a resultar sencillo comprometer toda nuestra existencia a Cristo.
Ministración: En este tiempo Dios nos ha dado promesas, Dios nos ha hablado de justicia, Dios nos ha hablado de restauración, de restitución, de honra, de prosperidad y de bendición y nosotros le hemos creído, solo los valientes entrarán, los impetuosos, los que creen, los que tienen ganas, los tienen fuego en el corazón, los que tienen el fuego del Espíritu Santo en sus vidas.
Escucha esta Palabra: Zacarías 9:12 “Volveos a la fortaleza, oh prisioneros de esperanza; hoy también os anuncio que os restauraré el doble”.
Hoy es el día de volverse a la “Fortaleza de Esperanza”, vuélvete al camino donde el Señor te dice “Esto es temporal, esto es pasajero” porque lo que Dios tiene para ti es permanente y eterno.
¿Que hacer cuando no sabes que hacer? Busca la Palabra profética que Dios te dió, la Palabra profética que Dios dijo de ti, porque Dios te va a levantar; hoy es el día de enterrar y llorar todo lo que te está ocurriendo y declara: “De aquí me voy a levantar con el que me ayuda, el Espíritu Santo”.
Vuélvete a la fortaleza de esperanza, mira hacia arriba, de allí viene tu salvación; Fortaleza de Esperanza es… “Que lo que Dios dijo lo va a hacer… Él no miente”, tenemos que seguir creyendo en fe que lo que Dios prometió, Él lo va a cumplir, Números 23:19 “Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará?, Habló, ¿Y no lo ejecutará?; Isaías 28:21 “Porque Jehová se levantará como en el monte Perazim, como en el valle de Gabaón se enojará; para hacer su obra, su extraña obra, y para hacer su operación, su extraña operación”, habrán obstáculos en tu camino, pero tenemos que levantarnos para luchar en fe, sigue creyendo por lo que Dios te dijo a través de las promesas, a través de la Palabra, a través de las Palabras proféticas dicho por los profetas.
Soy un prisionero de esperanza porque Dios es un Dios de segundas oportunidades… Hoy también os anuncio significa “hoy profetizo, te he sentenciado a que te voy a restaurar dos veces, no tengas miedo, te voy a restaurar dos veces, yo te restaurará el doble”.
Dios va a traer un de repente, Dios aparece en el momento inesperado, en el lugar inesperado, tomándome de la mano aún cuanto no entiendo lo que me está pasando y me dice “No temas, yo estoy contigo, no te dejaré ni te desampararé…”.
Declara las promesas y que la gente repita:
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