Proverbios 24:16 “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; Mas los impíos caerán en el mal”.
Nos guste o no, el fracaso es una parte inevitable de la vida. Lo enfrentamos en todas las áreas de nuestra vida, pero la sociedad no le da un alto grado de valor al fracaso, por lo que las personas a menudo no están preparadas para enfrentarlo cuando se presenta. Muchos personajes Bíblicos en algún momento se sintieron fracasados: Abraham tras la promesa del hijo, Moisés liderando a un pueblo de dura cerviz, Josué instruyendo un ejército para conquistar la tierra prometida.
De una manera u otra en algún área de nuestra vida, nos hemos sentido fracasados, hemos sentido que nos hemos esforzado bastante y no hemos logrado nada, lo que hemos hecho no ha sido suficiente y por esa razón hemos caído en depresión, angustia, ansiedad y en algunos casos… la muerte.
Muchos de nosotros hemos recibido palabras y promesas de parte de Dios, el problema es que nuestro entorno dice lo contrario y aunque no halla esperanza si Dios te eligió a ti, va a terminar cumpliéndolo.
La definición de fracaso se resume en: Romperse, hacerse pedazos y desmenuzarse, quebrantarse etc. Cuando fracasamos sentimos que fallamos, tropezamos, nos rompemos emocional y físicamente, en pocas palabras nos hacemos pedazos completamente.
Muchas personas no pueden ser bendecidos debido a sus pensamientos; luchan en sus corazones con sentimientos de temor y miedos que los incapacitan para poder alcanzar propósitos y metas en la vida y al final nos hacemos la pregunta ¿soy un fracasado? ¿es usted un fracasado?
Un fracasado es una persona que nunca ha alcanzado sueños, metas y propósitos y yo creo que no existe ninguna persona que haya alcanzado la bendición por lo menos en una cosa en esta vida
Si en este momento pudiéramos abrir nuestro corazón ¿que hallaríamos? ¿un buen tesoro o un mal tesoro?, ahora bien: Como podríamos saberlo?: Con las palabras que salen a diario de nuestra boca. Salen palabras de bendición o de maldición? Mateo 15:17-20 «¿No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre”.
Voy a mencionar algunos ejemplos de fracaso:
- UNA AMISTAD ROTA.
- UNA MALA INVERSIÓN.
- UNA RELACIÓN SENTIMENTAL DAÑADA.
- Una Mala decisión.
- UN MATRIMONIO FALLIDO
Las consecuencias del fracaso es el rechazo, el señalamiento, somos marginados y desechados por la sociedad.
Vamos a echarle ojo a algunos personajes bíblicos que a través de sus actos fracasaron, y llevaron al fracaso a toda su descendencia.
- CAIN: Aparece en el libro de Génesis 4, su característica principal fue que era labrador de la tierra y trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová (verso 3), Jehová no miró con agrado a Caín y su ofrenda; dice la palabra que Caín se ensañó en gran manera hasta tal punto que decayó su semblante. Veamos el verso 6 y 7: Entre las muchas o pocas cosas que son determinantes en la vida de las personas está el carácter. Entre las principales obras que el Espíritu Santo lleva a cabo en la vida de un creyente está la de transformar su carácter. El principal indicador de crecimiento y madurez en el cristiano es su carácter. La principal causa de la caída y tropiezos en la vida cristiana es el carácter no tratado y transformado por Dios. Cain conocía acerca de traer ofrendas delante de Dios, pero, al no conocerlo, trajo de lo que Él creyó era lo mejor… y no lo que a Dios le agradaba. Caín pasó a ser de la descendencia del mal en la tierra.
• Espíritu soberbio y altivo (Dios no podía mirarle con agrado por ello).
• Espíritu de ira (se manifestó en su furia y desencajado rostro).
• Espíritu de envidia y rencor (lo cual se manifestó al dar muerte a su hermano).
- CAM: Segundo hijo de Noé que descendió del arca después del diluvio, fue tocado por la simiente de maldad que trajo desde antes del diluvio y contaminó toda su descendencia y la llevó al fracaso. Luego de que Noé se bajara del arca tras el diluvio que había acontecido sobre la tierra, sembró unas vides y con las uvas que él cosechó hizo vino y bebió demasiado hasta tal punto que se emborrachó, A consecuencia de este descuido o imprudencia, se produjo un acto bastante vergonzoso que involucraba a uno de sus tres hijos varones llamado Cam y todo este suceso resultó en la maldición de un nieto de Noé llamado Canaán. Y fue en una borrachera que el anciano Noé yacía indecentemente expuesto, y que su hijo Cam «vio su desnudez”.
- ACÁN: Se registra este suceso en Josué 7. El Señor dio instrucciones al ejército de Israel que la ciudad de Jericó sería dedicada a Él, nada en la ciudad debía ser usado para provecho personal, todo en Jericó perteneció a Dios, cualquiera que hurtara acarrearía maldición para su vida, su familia y su descendencia. La plata y el oro, y otros metales preciosos serían puestos en el tesoro del Señor, pero nada sería quitado para el uso personal, no obstante, Acán deliberadamente desobedeció a Dios, tomo a Dios por un juguete, pensó que Dios no hablaba en serio. Acán vio un manto Babilónico y decidió hurtarlo, además vio doscientos siclos de plata y un lingote de oro. Él codició a estas cosas. Las hurtó de Dios, las llevó a su tienda, y las enterró.
Ahora sabemos que no se esconde nada de Dios, sabemos que los ojos del Señor están viendo en todo lugar lo malo y lo bueno. Sabemos que ninguna persona puede pecar y evitar las consecuencias. Acán no sabía esto. Pensaba que podía hacer cosas en secreto y que Dios no lo sabría. No lejos de Jericó estaba la ciudad pequeña de Hai. Cuando el ejército de Israel trataba de conquistar a Hai, fueron vencidos. Los hombres de esta ciudad pequeña perseguían al gran ejército de Israel.
¡Josué estuvo atónito! Rompió sus vestidos y se postró en tierra sobre su rostro delante del arca de Dios. Él, y los ancianos de Israel, echaron polvo sobre sus cabezas y rogaban a Dios por una explicación.
El Señor dijo a Josué: «¡Israel ha pecado!» Dios sabía qué había hecho Acán y retuvo Sus bendiciones. El pueblo de Dios no tenía poder mientras había pecado en el campamento.
Por fin Acán confesó su pecado, y fue apedreado a muerte en el Valle de Acor. La palabra «Acán» significa «perturbador» y la palabra «Acor» significa «perturbación». El pecado siempre trae perturbaciones.
La familia de Acán también murió con él, porque ellos también pecaron. Esto significa que Acán había influenciado a su familia a ser cómplices en su pecado.
Estos tres ejemplos nos muestran que muchas veces fracasamos por causa del pecado, la maldad y la iniquidad que permitimos que entren a nuestras vidas, a nuestras familias y descendencias, pero también podemos ver el ejemplo de Pablo. Pablo era un ministro del evangelio por excelencia, pero su trabajo estaba plagado de lo que podía percibirse como fracasos. Quizá el mayor de todos fue sus repetidos intentos de llegar al pueblo judío, lo que resultó en dolor y sufrimiento: azotes, encarcelamiento, rechazo, sin embargo, fue el aparente fracaso de Pablo para alcanzar a los judíos lo que lo llevó a recurrir a los gentiles, fue a través de este «fracaso» que Dios desarrolló su plan para que Pablo llevara el evangelio a los gentiles. Una puerta del ministerio se ce…