Mateo 7:13-14.
Cuando entregamos nuestra vida al Señor no llegamos directamente al cielo, ya que necesariamente tenemos un destino aquí en la tierra; tenemos un propósito que cumplir, no estamos aquí simplemente para pasar por los procesos que la vida nos ofrece como estudiar, ir al colegio, a la universidad, trabajar, devengar dinero, comer, ir al inodoro, comer, ir al inodoro, comprar casa, comprar carro, conocer el cónyuge, tener hijos… etc.
Tenemos un propósito y a medida que cumplimos con nuestro destino recibimos o la satisfacción o la insatisfacción que viene con ese propósito, muchas veces pasamos por caos, por problemas, por dificultades, sin embargo Dios opera de manera extraña ya que ese caos o esa dificultad se convierte en el medio para desarrollarnos, madurar y crecer.
Miremos por un momento los hijos de Israel convertido en pueblo de Dios saliendo de Egipto a pocos días de la tierra prometida, debido a su “mentalidad de esclavos” y a que eran “gente terca” estuvieron 40 años dando vueltas en el desierto y todo porque nunca se arrepintieron de lo que eran, nunca cambiaron su manera de pensar.
Tenemos que entender que Dios en todo tiempo está construyendo nuestro destino y mientras Él lo hace nosotros tenemos que alinearnos a lo que Dios quiere hacer en nosotros, al contrario de esto empezamos a buscar caminos que demoran nuestro destino y hoy el Señor quiere hablar con Su iglesia; El Señor quiere llevar a la iglesia a la santidad y a la salvación; Él anhela separarnos, apartarnos, que podamos pasar por la puerta estrecha para poder caminar por el camino estrecho que va a la vida y a la salvación y no seguir andando por el camino espacioso que nos lleva a la perdición, está escrito en Daniel 12:1-3 «En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua. Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas a perpetua eternidad”.
Ahora bien, preguntemos ¿En cual camino andamos?, la Palabra en Proverbios 3:5-6 dice “Reconoce al Señor en todos tus caminos y Él enderezará tus veredas” y esta es la advertencia, Jesus lo dijo en Juan 14:6 “Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”, hay muchas puertas anchas que nos conducen a un camino espacioso que nos lleva a la perdición y muchos transitan actualmente por ese camino, camino de perdición, escuché esto: “El mundo es un valle de sombra de muerte” lleno de maldad, de iniquidad, de maldición, de enfermedades y de muerte… y muchos de nosotros…
- Hemos bajado la guardia, hemos dejado de entrar en Su perfecta presencia, hemos abandonado el lugar secreto.
- Hemos reemplazado El lugar secreto, la cotidianidad con Él por teologías, capacitaciones y visiones de hombres.
- Hemos dejado de depender de Dios y hemos puesto los ojos en nuestras propias fuerzas.
- Hemos abandonado las escrituras, sus mandamientos y hemos vuelto a la idolatría y a la inmoralidad.
Por tal razón desde el comienzo y hasta hoy Dios siempre habló de convertirse a Él, del arrepentimiento, arrepentirse significa cambiar de manera de pensar, Metanoia, descrito en Isaías 55:7 “Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar”, significa reconocer la condición en la que estamos ante Dios, Jesús lo dijo en Mateo 4:17 «Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado”, arrepentíos para la salvación del alma, arrepentíos de lo que somos.
Es el tiempo de entrar por la puerta estrecha que nos lleva al camino angosto, volvamos a leer Mateo 7:13-14 “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”, esa puerta es Jesucristo, está escrito en Juan 10:7 “Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas” y en Juan 10:9 dice «Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos”, Pedro lo declaró en Hechos 4:11-12 «Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”…
Oración en Efesios 1:3-14 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia, que hizo sobreabundar para con nosotros en toda sabiduría e inteligencia, dándonos a conocer el misterio de su voluntad, según su beneplácito, el cual se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad, a fin de que seamos para alabanza de su gloria, nosotros los que primeramente esperábamos en Cristo. En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza de su gloria”.
Vamos a comenzar un trabajo fuerte con nuestras vidas y nuestras familias y los que se quieran unir verán maravillas, milagros y prodigios en sus vidas y sus familias, en estos días Dios me dió la Palabra en Éxodo 34:10, y hoy vamos a presentar a nuestras familias delante de Dios para que Él extienda Su misericordia y Su bondad sobre tu vida, tu familia y tu descendencia; es bueno a partir de hoy que te asomes a tu familia y hablo de la condición en que se encuentran tus padres y los de su linea generacional, hablo de tus tíos; asómate a tus primos que son de la misma la linea generacional que tu y asómate a sus descendientes que son de la misma linea generacional de tus descendientes; siéntate y has un análisis de la situación espiritual, emocional, sexual, física, familiar, económica, comienza por ti… Te darás cuenta que tenemos mucho trabajo por hacer, tenemos mucho porque orar y si lo hacemos podemos alcanzar a muchos de nuestros próximos, levanta tu mano “Señor, Amado Abba, hoy levanto mi voz porque estoy seguro que tu vas a obrar de manera sobrenatural sobre mi vida, mi hogar y mi familia, en la linea generacional de mis padres, en mi linea generacional y la linea generacional de mis hijos y mis descendientes porque está escrito “Mi Abba Padre hasta ahora trabaja y yo voy a comenzar a trabajar para que ellos sean tuyos, en el nombre de Yeshua el Mesías”.
Escucha las charlas en En iTunes o en Spotify Recuerda unirte a nuestras transmisiones en vivo de los cultos todos los domingos a las 9AM y los martes a las 6PM durante el periodo de cuarentena!