Joel 3:16.
Hoy es el día en el cual el Señor Rugirá, el majestuoso León de la tribu de Judá ruge al rescate de las familias de la tierra, de sus siervos y de las almas perdidas y defiende a su pueblo de las garras del enemigo; el León de la tribu de Jehová no conoce derrota porque es el vencedor y nos ha hecho más que vencedores en Cristo Jesús.
Porque Jesús fue llamado el León de la tribu de Judá: Jesús cumplió las profecías del Antiguo Testamento porque descendía de la tribu de Judá y era del linaje de David.
Todo inicia con la profecía que lanza Jacob a su hijo Judá en Génesis 49:8-10 “Judá, te alabarán tus hermanos; “Tu mano en la cerviz de tus enemigos; los hijos de tu padre se inclinarán a ti. cachorro de león, Judá; de la presa subiste, hijo mío. Se encorvó, se echó como león, así como león viejo: ¿quién lo despertará? No será quitado el cetro de Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Siloh; Y a él se congregarán los pueblos, Siloh puede traducirse como -aquel a quien le pertenece el cetro- o como un nombre derivado de la palabra hebrea que significa paz. Jesús cumplió la profecía de ser el Rey al que le pertenece el cetro y es también nuestro Príncipe de paz. Por tal razón en las Escrituras encontramos que a Jesús se le conoce como el León de Judá. El apóstol Juan tiene una visión y mira a uno sentado en el trono sosteniendo en su mano derecha un libro. Y un ángel fuerte pregonando ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Juan estaba compungido, llorando, y un anciano se le acerca y le dice no llores, he aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. Apocalipsis 5:1-5. Continua diciendo, el Cordero que fue inmolado, el que tiene los siete espíritus, el que está en medio de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, es digno de abrir el libro y quitar sus sellos porque ha sido inmolado y con su sangre nos ha redimido, en otras palabras, Jesucristo el cordero que fue sacrificado en la cruz del calvario, es digno, pero también el León ruge con furia. El León ruge desde Sión, ruge desde su Trono, y cuando ruge sus enemigos tiemblan y huyen espantados. Pues cuando ruge desata un sonido atemorizador, temible, con poder, capaz de derrotar a sus adversarios. Jesucristo el León de la tribu de Judá, ruge, y lo hace con furia. Ruge contra aquellos que quieren robarle la gloria que sólo a Él le pertenece y contra todos los enemigos que se han levantado contra Su pueblo, Su Iglesia y Sus siervos.
Asi que Iglesia, sin importar la situación de desesperanza, de opresión o de inestabilidad emocional, física, económica o por los diferentes ataques del enemigo en contra nuestra, nuestra familia y descendientes, recordemos que hay esperanza para nosotros los que hemos creído y hemos puesta nuestra confianza en Jesucristo, el plan que Dios tiene para nosotros fue, es y será cumplido, ¡Él ha vencido!, y nosotros juntamente con él, porque el cordero de Dios que quita el pecado del mundo se presenta también como león, que no dejará huir a su presa y que nos defiende en el día de la angustia, su rugido se escucha en la guarida del diablo y sus demonios, porque el vino a avergonzar a los principados, potestades, gobernadores de las tinieblas de este siglo, las huestes espirituales de maldad, en las regiones celestes y a todo plan que el enemigo ha trazado en contra nuestra… El Rugido de Dios son las promesas que nos ha entregado, es la Palabra Profética que sale de Su boca y que tiene asidero en el reino espiritual y se planta en el reino natural para que se cumpla en tu vida, tu familia y tu descendencia.
Asi que, es el tiempo de Entrar en Su presencia con regocijo, el Señor nos manda a madurar para enfrentar estos tiempos, es el momento de tomar nuestro estandarte y marchar a la batalla, son tiempos de estar a solas con Dios hasta que Él te de las respuestas a todas tus batallas; tenemos que aprender a pelear nuestras batallas hasta obtener la victoria en el lugar secreto y traigo 3 ejemplos registrados en Su Palabra:
- Jesús después de tener tiempos de sanidades y milagros se iba solo a orar al desierto; en la escritura no registra lo que sucedía en esos tiempos porque formaba parte de su intimidad con Dios. Marcos 1:35 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba”.
- Moisés después de esas grandes victorias iba al monte de Dios a orar y allí reciba la Palabra de Dios, dice la Palabra que Moisés subía a Dios… Éxodo 19:3 “Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel”.
- Hay cosas en el espíritu que nadie las puede entender, Todo lo que Dios le prometió a Abraham se lo había cumplido; Dios le había entregado la tierra que le prometió, el hijo que le prometió, la prosperidad que le prometió, pero le ordenó ir al monte Moriah para que ofreciera como sacrificio “La promesa cumplida”, Génesis 22, este era un asunto entre Dios y Abraham y cuando descendió del monte vino con una promesa; Génesis 22:14-18; “Juró por si mismo”…