Isaías 57:15 “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”.
Dios es mas grande de lo que nos hemos imaginado, Dios es mas alto de lo que nos hemos imaginado, Dios es mas ancho de lo que nos hemos imaginado, Dios es mas profundo de lo que nos hemos imaginado. La Biblia utiliza el atributo “El Altísimo” para referirse a Dios, es uno de los nombres que identifica sus virtudes y su manera de actuar a favor de quienes confían en él. «Altísimo» es una manera de decir que Dios es grande.
El significado bíblico de altísimo se refiere a la grandeza y enorme poder de Dios, siendo lo más grande sobre todas las cosas. En diferentes pasajes de la Biblia, encontrarás este vocablo que puede verse como el superlativo de alto, haciendo alusión a Dios en las alturas, esta es la traducción de El Elyón o Dios altísimo, pues sobre él no existe nada más, es la cúspide de todo lo creado. Elyón, significa ‘el más alto’, viene de la raíz hebrea “alah», “ascender, estar en lo más alto”. Es decir, el que está por encima de todo y nadie, ni nada por encima de Él. Es uno de los títulos con los que los patriarcas identificaron al Dios Eterno.
Cuando conviertes “alah” de un verbo a un sustantivo “Elyon” significa “Dios Altísimo”, “Dios Supremo”. Dios no es “alah”, “ascendiendo”, Él es el Dios superior, no hay nadie por encima de Él.
Aparece en las escrituras en el libro de Génesis 14:18-20 “Y Malki-Tsédek, Rey de Shalem, sacerdote de El Elyón, sacando pan y vino le bendijo diciendo: ¡Bendecido sea Abram de El Elyón, dueño de cielos y tierra, y bendito sea El Elyón, quien entregó a tus adversarios en tu mano! Y [Abram] le dio el diezmo de todo”.
Esto nos lleva a entender que si estamos confiando en El Elyón no importa el problema u obstáculo, Él es más grande que cualquier circunstancia de la vida. Tal vez la adversidad sea mayor que el hombre, pero Él será siempre mayor que la adversidad. Esta realidad de Dios da esperanza en medio de las dificultades que día a día debe vivir el ser humano, de ahí que si Dios es por nosotros, quién contra nosotros. Y esa fue la experiencia que tuvo Abraham, cuando se le presentó el sacerdote Malki-Tsédek, en donde el patriarca iba a empezar a confiar en el Altísimo, por causa de sus enemigos.
Lo podemos leer en Isaías 57:15 “Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados”.
- Dios es más grande que nuestros problemas: No hay nada que le resulte difícil o imposible de realizar. Él es el creador del universo y tiene todo en sus manos.
- Dios es más grande que nuestra capacidad de comprensión: Ningún ser humano puede definir su grandeza de manera total y completa, porque nuestra capacidad intelectual es limitada y no alcanza para entender los propósitos y planes de Dios.
- Dios es más grande que nuestros pecados: Él tiene el amor y el poder suficientes para perdonar todos los pecados y limpiar el corazón de las personas que lo buscan con arrepentimiento y fe. No hay nada que él no pueda perdonar.
- Dios es más grande que la vida misma: Los hombres y las mujeres tenemos un límite de tiempo para nuestra existencia. ¡Pero él es eterno! ¡No está atado a nuestro reloj!
Lo más maravilloso de todo es que un Dios «altísimo», alguien tan grande, se haya acercado a nosotros en la persona de Jesús para expresarnos su amor y su deseo de relacionarse con nosotros, un Dios que está por encima de todo y, al mismo tiempo, quiere habitar en nuestros corazones.
Ministración: Nosotros somos luz y mientras estemos bajo el abrigo del altísimo tenemos que alumbrar porque es la única esperanza que tenemos, es lo único verdadero; el cielo y la tierra pasaran, los carros se envejecerán, del trabajo te van a echar cuando cumplas 60 años, si eres dueño de una empresa los huesos no te van a servir para seguir dirigiéndola, todo va a terminar, todo en esta tierra se va a acabar, el dinero se va a perder, la casa se va a destruir, la ropa se va a poner vieja, la comida se va a podrir, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre, Jesus dijo en Mateo 6:19-20 «No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan”, esa es la verdadera riqueza la que damos para Dios, la que hacemos para Dios porque al final del día El nos va a recompensar, hoy Dios quiere sacarte de toda frustración, quiere liberarte de todo demonio, de toda enfermedad, de todo dolor, de toda atadura, y vas a vivir de gloria en gloria y de victoria en victoria, en Cristo Jesús somos nuevas criaturas, Dios te llamo para vivir de victoria en victoria, de poder en poder, El Altísimo envía a su ángel para acampa al rededor de los que le temen y los defiende, tu estas aquí porque el poder del altísimo ha descendido para libertarte, para sanarte, para liberarte, para bendecirte, para transformar tu vida, tus pensamientos y tu corazón.
Cuando las dudas quieran ocupar nuestras mentes y los problemas intenten robarnos la alegría, recordemos que Dios es más grande que todo lo que debamos enfrentar. Él está con nosotros para ayudarnos y darnos fuerzas.