Jeremías 15:19 “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos”.
Tenemos que empezar a llevar una vida consagrada a Dios, una vida que no busca satisfacción propia mediante un estilo de vida pecaminoso, sino que se ha entregado a Dios y a Su voluntad, no es una vida perfecta, es una vida santificada, apartada y rendida a Dios.
Por tal razón necesitamos crear patrones de comportamiento que se adhieran a nuestra alma y a nuestro corazón, en otras palabras crear hábitos que nos permitan ser parte del cambio y la transformación que Dios quiere hacer en nosotros.
Hábito significa patrón de comportamiento que se adquiere por repetición frecuente.
Para iniciar debemos preguntarnos: ¿Cómo espero yo que mi vida y la de mi familia camine por sendas correctas, que tenga un buen futuro, que tenga un buen final, que mis generaciones sean sanadas; sino comienza por mi?.
Dios primero llama a un individuo y comienza una obra transformadora en él, así que, comienza por ti , adquiere un compromiso serio, conságrate a Dios y luego Él lo hará con tu familia.
LA visión como Iglesia se encuentra en Malaquías 4:6 “Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición”, tu eres el inicio de todo y el llamado se extenderá a la familia. La familia fue una idea de Dios y colocó en ella propósitos:
- Una familia existe para ser un centro de comunión y amistad con Dios. Desde que existe una familia, ella debe fomentar la comunión con Dios no la práctica de la religión, por lo tanto debe manifestar su pertenencia a Dios.
- Una familia existe para establecer el carácter de Dios en cada persona. Cuando nosotros empezamos a vivir con Dios, el carácter de Dios tiene que mostrarse en nuestra vida.
- Una familia existe para que se reproduzca natural y espiritualmente; esto es mostrar a Dios en todo lo que hace y emprende, debe ser algo natural y espontáneo.
En este tiempo vemos que las familias de la tierra están en bancarrota espiritual, emocional, económica y moral. Ante esto te invito a asumir la responsabilidad del cumplimiento de la promesa que el Señor nos ha entregado escrita en Malaquías 4:6; tenemos que volver a Dios, tenemos que tener fe y dejar el temor, Dios está en control, recuerda que el temor te paraliza, la fe te levanta y hace que avances a pesar de las dificultades, hoy comienza algo nuevo es el “Bereshit Bará Elohim”… En el principio creó Dios…
El Señor nos ha dado promesas de restauración, restitución y sanidad de las familias de la tierra a través de Malaquías 4:6, Joel 2:19, 23-26, nosotros hemos creído en esas promesas por tal razón nos enfocamos a lo que es importante: nuestra vida, hogar y descendencia.
El mundo ha afectado mucho al pueblo de Dios, hasta tal punto que hemos llegado a fracasos en todos las áreas de nuestra vida: emocionales, sexuales, espirituales, familiares y ha inundado con sus filosofías a los hombres y esto se ha introducido en la iglesia cristiana y se ha regado hasta tal punto que muchos llaman a lo “malo bueno y a lo bueno malo”.
Nosotros fuimos puestos en el mundo para predicar el evangelio, fuimos puestos en el mundo para llevar a muchos a los pies de Cristo comenzando por los nuestros, por tal razón debemos trazar una linea donde podamos identificar que es de Dios y que no es de Dios y echarlo fuera de nuestro hogar y de nuestra descendencia.
- La maldad ha llegado hasta el cielo, y muchos saben hacer lo bueno y no lo hacen y la palabra dice “Y el que sabe hacer lo bueno y no lo hace, le es pecado”, Santiago 4:17. Es el tiempo de levantarnos e ir tras el propósito de restaurar, restituir familias y descendientes, de hacer lo que es importante.
- La verdad me permite ir a la dirección correcta, me permite confiar en el Señor y en Sus mandamientos y en los planes y propósitos que el Señor tiene para mi vida, mi hogar y mi familia, porque El es la Verdad y la vida. La mentira se encuentra en nuestras calles, en nuestros hogares a través de la televisión, en los centros comerciales, en las escuelas, en la música que escuchamos y, tristemente, en la iglesia, ¿habrá verdad alguna?, el mundo y el pueblo cristiano prefiere las mentiras que la verdad, los líderes cristianos enseñan sus propias verdades y no las verdades de Dios, creen que dominan y manipulan e imponen sus reglas basados en sus múltiples visiones, cursos teológicos, terminamos siendo dominados y manipulados, los cuales nos ponen a hacer cosas que ellos no pueden hacer, e inducen mentiras que chocan contra toda verdad.
- EL gran problema: La desobediencia y la rebeldía, prácticamente queremos hacer los que se nos da la gana y esto trae consecuencias que terminan destruyendo nuestra vida, nuestro hogar y nuestra descendencia. La rebeldía se muestra por nuestra falta de oír y ver, nos volvemos ciegos y sordos.
Todos piensan que “hacer lo correcto” es hacer lo que les toca hacer, lo difícil no es hacer lo correcto, lo difícil es saber que es lo correcto, y hacer lo correcto es hacer lo que la Palabra de Dios nos dice que tenemos que hacer”.
Isaías 29:15 “¡Ay de los que se esconden de Jehová, encubriendo el consejo, y sus obras están en tinieblas, y dicen: ¿Quién nos ve, y quién nos conoce?!”, ya es suficiente, no podemos seguir escondiéndonos de Dios, muchos de los personajes Bíblicos huyeron de Dios, pero Dios los encontró, escucha: “Si tienes propósito en Él, así te escondas, te va a encontrar”.
- Dígale al señor que lo dirija, que lo guíe, que le cambie y le transforme, mucha gente viene a la iglesia no roba, pero usa mal sus finanzas y no quiere usar su Biblia para poner en orden sus finanzas, porque no quiere encontrar que diga ahí que no le deba a nadie nada, mucha gente viene a la iglesia y no mata físicamente, pero ha matado completamente su vida y su familia.
- Vaya a la Palabra y haga lo que en ella dice, obedézcale a Dios y lo va a curar de las deudas espirituales.
- Deposite su confianza en el Señor, con humildad y mansedumbre, camine con El en obediencia y verás los resultados.
- Hágase cargo de su familia. Tenga una participación activa en la transformación de su familia, empiece por ti.
- Labre su tierra, deje que la Palabra rompa el endurecimiento de su tierra para que penetre la semilla de la promesa de Dios. Esto fue lo que Dios mandó a Noé a hacer, y ahora Dios lo está mandando a hacer a usted, el mandato está vigente, labra la tierra, fructifica y multiplícate.
Hábitos que llevan a una vida consagrada a Dios: Hábito significa patrón de comportamiento que se adquiere por repetición frecuente.
- Vida de Oración: Marcos 1:35-37 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba. Y le buscó Simón, y los que con él estaban; y hallándole, le dijeron: Todos te buscan”; Sentir cada día la necesidad, el deseo, el gozo, el anhelo de hablar con el Padre. Sin la oración no hay una vida consagrada.
- Confiar en Él: Proverbios 3:5-7 “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”. La cercanía con Dios te hace confiar plenamente en Él, esto hace que se afiance nuestra comunión con Dios.
- Meditar en la Palabra de Dios: Salmo 63:5-7 “Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te alabará mi boca, Cuando me acuerde de ti en mi lecho, Cuando medi…