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La Perla Perdida (Pastora Jeannette Noguera)

Mateo 7:7-8 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.

La Iglesia ha dejado de orar y la pregunta es ¿Cual es la causa de la pérdida de interés en la oración de la iglesia?. La respuesta es:

  1. Orar no es fácil, a menos que estemos en dificultades, especialmente si las dificultades son grandes. 
  2. La Iglesia ha ido perdiendo interés en comunicarse con su creador, con su redentor ya que el ser humano ve a Dios como un solucionador de problemas, y no como un padre amoroso con el cual desea tener comunión e intimidad con él, y yo creo que Jesús predestinó esto cuando habló del hijo pródigo, el cual pidió al Padre la herencia, se fue del lado de su Padre a Tierra extranjera, se familiarizó con su entorno, hasta que tiene un problema económico y decide retornar a casa del Padre en busca del favor del Padre, de esa misma manera está actuando la generación actual, egocéntrica.
  3. La iglesia ha dejado de orar porque si Dios no nos da lo que pedimos, entonces perdemos el interés de seguir hablando con él, porque el hecho tener un tiempo de intimidad con Dios ya no vale la pena porque Dios no me da lo que pido, no hay interés de buscar su voluntad. No queremos hacer la voluntad de Dios sino que queremos que Dios haga nuestra voluntad y empezamos a dudar de la bondad y de la misericordia de Dios, dudamos que Dios escuche nuestras oraciones y al final concluimos: ¿Será que vale la pena orar, si al final Dios va a hacer su voluntad? Así como Jesús cuando estuvo en Getsemaní,  Él presentó su petición y al final declaró: “Padre, que se haga tu voluntad y no la mía”. 

El propósito de la oración es buscar la voluntad de Dios con el fin de poder llevar a cabo aquello para la cual yo fui creado, el problema es que a medida que la vida se ha vuelto más compleja, estamos más preocupados, más distraídos, tenemos mayores ofertas, más cosas que brillan en medio del mundo, más cosas que nos llaman la atención y tenemos menos tiempo para orar, y más ahora que tenemos esos teléfonos inteligentes que nos han vuelto teléfono dependientes. 

La Biblia registra el momento en que los hombres comenzaron a orar. Génesis 4:26 “Y a Set también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los hombres comenzaron a invocar el nombre de Jehová”,  aunque en Génesis vemos que Adán y Eva hablaban con Dios continuamente, así como los discípulos hablaban con Jesús continuamente, los discípulos no estaban orando, ellos hablaban con Jesús. 

En el libro de Mateo capítulos 5, 6 y 7 se registra en el sermón del monte que encierran una serie de enseñanzas que Jesús enseñó a mucha gente que se reunió con el en ese lugar y una de ellas fue la oración, quiero mostrar tres aspectos importantes:

  1. Cómo no orar:
    1. No seas como los hipócritas, Mateo 6:5-6 “Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”.
    1. No uses vanas repeticiones. Mateo 6:7-8 “Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos. No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis”.
  2.  
  3. Como orar a través del padre nuestro. Mateo 6:9-13 “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén”.
  4. La manera correcta de orar: Mateo 7:7-11 “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.  Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”. 

Esta manera correcta de orar tiene tres principios fundamentales:

  1. Una Invitación a orar: Pidan y se les dará, busquen y hallará, llamen y se les abrirá.
  2. La promesa al orar: Verso 8 “Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá”.
  3. La ilustración terrenal para que podamos entender el corazón de Dios, versos 9 y 10 “¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?”.
  4. Y en el verso 11 hay una explicación del carácter y la naturaleza de Dios, realmente es la columna vertebral y el fundamento del porque oramos al Padre. Mateo 7:11 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”.

Dios te invita a orar sobre la base de una promesa que él nos proveyó; El padre que está en el cielo va a responder, pero…

  • Necesitamos aprender a pedir: No seamos como Raquel, que pidió un hijo de la manera incorrecta: Génesis 30:1 “Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía a Jacob: Dame hijos, o si no, me muero”, Dios Le dio un hijo y en el nacimiento del segundo, Raquel murió; Génesis 35:16-18 “Después partieron de Bet-el; y había aún como media legua de tierra para llegar a Efrata, cuando dio a luz Raquel, y hubo trabajo en su parto. Y aconteció, como había trabajo en su parto, que le dijo la partera: No temas, que también tendrás este hijo. Y aconteció que al salírsele el alma (pues murió), llamó su nombre Benoni;[a] mas su padre lo llamó Benjamín”.
  • Necesitamos aprender a buscar: No seamos como el rey Salomón, por estar buscando entró en el camino pecaminoso.
  • Necesitamos aprender a llamar: No sea que cuando llames confundas la voz del enemigo con la voz de Dios. 

Y resumo lo que dice Santiago 4:2-3 “Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís. Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites». 

No tienes, porque no pides; Pides y no recibes, porque pides mal, con malos propósitos; tenemos que aprender a orar en el espíritu, tenemos que aprender a sincronizar nuestro pensamiento con el pensamiento de Dios, los pensamientos de Dios para con nosotros son pensamientos de bien y no de mal; tenemos que aprender a sincronizar nuestra voluntad con la voluntad de Dios ya que la voluntad de Dios para con nosotros es buena, agradable y perfecta. 

¿Cómo recibir lo que Dios te ofrece? Hebreos 4:16 “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. Esa expresión acerquémonos con confianza en griego es “PARRESIA” que significa “di lo que quieras”, “habla con franqueza y sin miedo”, por tal razón en el trono de la gracia di todo lo que quieras sin restricción, porque Dios puede escucharlo todo, entenderlo todo, discernirlo todo y decidirlo todo, recuerda que cuando Cristo murió el velo se rasgó en dos, ese acceso al padre que Adán tenía y que se había perdido fue restaurado. 

  • ¿Como pido? La respuesta esta en 1 Juan 5:14 “Y esta es la confianza que tenemos …