Éxodo 15:3 El Señor es un guerrero, su nombre es “Señor”.
Sin duda alguna servimos a un Dios grande y poderoso que diariamente manifiesta Su poderío a favor de Sus hijos. La Biblia lo describe como “Varón De Guerra” “Jehová de Los Ejércitos” “Jehová el Fuerte y Valiente” y otros términos similares. Sin duda las Escrituras nos invitan a conocer a Dios como aquel Varón de Guerra: El que pelea nuestras batallas, está escrito en Éxodo 14:13-14 “Y Moisés dijo al pueblo: No temáis; estad firmes, y ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis. Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos”. Y en Éxodo 15 Moises compone un cántico al Señor después de ver a todo el ejército mas poderoso de la tierra sumergido en las aguas del mar rojo «Cantaré yo a Jehová, porque se ha magnificado grandemente; Ha echado en el mar al caballo y al jinete. Jehová es mi fortaleza y mi cántico, Y ha sido mi salvación. Este es mi Dios, y lo alabaré; Dios de mi padre, y lo enalteceré. Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre. Echó en el mar los carros de Faraón y su ejército; Y sus capitanes escogidos fueron hundidos en el Mar Rojo. Los abismos los cubrieron; Descendieron a las profundidades como piedra. Tu diestra, oh Jehová, ha sido magnificada en poder; Tu diestra, oh Jehová, ha quebrantado al enemigo. Y con la grandeza de tu poder has derribado a los que se levantaron contra ti”.
Esta es la seguridad que tenemos cuando conocemos a Dios, comprendemos que la victoria sobre toda situación se encuentra exclusivamente en Él, Dios esta listo para mostrar Su poder y pelear por tu vida, tu familia y tu descendencia como guerrero, si tan sólo lo conoces como el Varón de Guerra. Él tiene el poder para derrotar a todos tus enemigos y darte la victoria completa.
Habrá momentos donde te vas a encontrar con batallas que no podrás sobrellevar tu solo, serán situaciones difíciles donde sólo Dios te podrá sacar adelante. Es en esos momentos que debes conocer a un Dios que te dice: ¡No hay necesidad que pelees, Yo me encargo! En 2 Crónicas 20:17 nos enseña esto cuando declara, “No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros, Iglesia no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros”.
El gran problema es que la iglesia, en su gran mayoría, no ha experimentado una verdadera victoria hace muchas décadas. ¿Qué es lo que está pasando? El Señor dice: El problema radica en el corazón de la iglesia, el cual tiene que estar alineado con el Varón de Guerra.
Uno de los personajes Bíblicos al que Dios llamó “Un hombre conforme a su corazón” fue David, un hombre que palpitaba con el corazón de Dios; un hombre tras el corazón de Dios un hombre que pensaba como Dios piensa.
A manera de narrativa: En el libro de 1 Samuel 17, narra el enfrentamiento que tuvo el pueblo de Dios con los Filisteos, todas las mañanas, un filisteo gigante llamado Goliat desafiaba a cualquier israelita a pelear contra él, 1 Samuel 17:8 “Y se paró y dio voces a los escuadrones de Israel, diciéndoles: ¿Para qué os habéis puesto en orden de batalla? ¿No soy yo el filisteo, y vosotros los siervos de Saúl? Escoged de entre vosotros un hombre que venga contra mí”. Goliat era más grande y más alto que todos los demás, y era feroz, era un gigante que generaba miedo y temor en medio del pueblo. Llevaba una pesada armadura y una espada, una lanza y un gran escudo.
Entre tanto, David era un joven pastor que tenía fe en Jehová de los Ejércitos, sus hermanos mayores eran soldados del ejército de Israel y cierto día David llevó algo de comida a sus hermanos y cuando llegó al campamento del ejército Israelí, oyó el desafío de Goliat.
David preguntó a los soldados por qué nadie defendía a Israel, sus hermanos se enojaron y le dijeron que fuera a cuidar de las ovejas, pero David sabía que Jehová defendería a Israel.
El rey Saúl se enteró de la fe de David, así que pidió verlo. David dijo a Saúl que no tenía miedo de luchar contra Goliat. David explicó que una vez, cuando estaba cuidando sus ovejas, mató a un león y a un oso, Jehová lo protegió en ese momento y David sabía que Jehová lo protegería en todos los momentos, 1 Samuel 17:34-37 “David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba. Fuese león, fuese oso, tu siervo lo mataba; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha provocado al ejército del Dios viviente. Añadió David: Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo”.
Saúl dio su armadura a David, pero como no le quedaba bien, David se la quitó, decidió luchar sin armadura. David recogió cinco piedras lisas y las colocó en una bolsa. Tomó su honda y su bastón de pastor y fue a enfrentarse a Goliat.
Cuando Goliat vio a David, gritó y se burló de él. Dijo que un pastorcillo no podría vencerlo. ¡David le gritó a su vez que confiaba en que Jehová lo protegería! David dijo que vencería a Goliat para mostrar la grandeza de Jehová, 1 Samuel 17:42-27 «Y cuando el filisteo miró y vio a David, le tuvo en poco; porque era muchacho, y rubio, y de hermoso parecer. Y dijo el filisteo a David: ¿Soy yo perro, para que vengas a mí con palos? Y maldijo a David por sus dioses. Dijo luego el filisteo a David: Ven a mí, y daré tu carne a las aves del cielo y a las bestias del campo. Entonces dijo David al filisteo: Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado. Jehová te entregará hoy en mi mano, y yo te venceré, y te cortaré la cabeza, y daré hoy los cuerpos de los filisteos a las aves del cielo y a las bestias de la tierra; y toda la tierra sabrá que hay Dios en Israel. Y sabrá toda esta congregación que Jehová no salva con espada y con lanza; porque de Jehová es la batalla, y él os entregará en nuestras manos”.
David corrió hacia Goliat. Rápidamente lanzó una piedra con su honda. La piedra golpeó a Goliat en la frente y el hombre gigante cayó al suelo. Jehová ayudó a David a derrotar a Goliat sin espada ni armadura.
Cuando los filisteos vieron que Goliat había muerto, corrieron atemorizados. Los israelitas ganaron la batalla. David confió en Jehová y Jehová protegió a Israel, 1 Samuel 17:48-51 “Y aconteció que cuando el filisteo se levantó y echó a andar para ir al encuentro de David, David se dio prisa, y corrió a la línea de batalla contra el filisteo. Y metiendo David su mano en la bolsa, tomó de allí una piedra, y la tiró con la honda, e hirió al filisteo en la frente; y la piedra quedó clavada en la frente, y cayó sobre su rostro en tierra. Así venció David al filisteo con honda y piedra; e hirió al filisteo y lo mató, sin tener David espada en su mano. Entonces corrió David y se puso sobre el filisteo; y tomando la espada de él y sacándola de su vaina, lo acabó de matar, y le cortó con ella la cabeza. Y cuando los filisteos vieron a su paladín muerto, huyeron”.
Hoy es el día de enfrentarse al gigante porque el “Varón de Guerra” con todo su ejercito de los cielos y de la tierra se ha levantado para pelear tus batallas y ganar la…