Mateo 12:43-45 “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo halla. Entonces dice: Volveré a mi casa de donde salí; y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí; y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. Así también acontecerá a esta mala generación”.
En el mundo espiritual existen dos reinos: uno, El de la luz y otro el de las tinieblas. En el Reino de Dios o en lo que se conoce como Los Cielos, hay diversas regiones que la Biblia menciona como «Lugares celestiales». “y juntamente nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en lugares celestiales con Cristo Jesús”, Efesios 2:6.
De la misma manera que hay lugares celestiales, hay también lugares o regiones de tinieblas, las cuales podemos llamar regiones infernales. Uso esta palabra «Infernal» como un adjetivo usado comúnmente para categorizar las cosas relacionadas con el diablo y sus demonios.
Estos dos grandes grupos de regiones espirituales están de continuo activas sobre la tierra de los vivientes, no tenemos que estar muertos para que el cielo se manifieste en nuestras vidas, ni tampoco para que el infierno haga de las suyas entre nosotros.
La misión de nuestro Señor al traer el Reino de Dios, fue unir una vez más el cielo y la tierra, esto con el fin de que todas las cosas que pertenecen al Reino Celestial puedan ser establecidas en el mundo natural. “Descubriéndonos el misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo. De reunir todas las cosas en Cristo en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra”, Efesios 1:9-10:
- Jesús se encarga que la tierra sea llena de sus misericordias y bendiciones todos los días; y de esta manera el cielo interviene sobre justos e injustos tratando de acercar todo hombre al Padre celestial.
- Satanás tiene bien establecido su imperio sobre la tierra. Sus demonios, sus cuarteles de operación, sus líneas de comunicación, etc. Entre los inconversos, algunos han llegado a pensar que el infierno está aquí, en este plano existencial; y aunque el infierno es real y es el lugar de perdición eterna, ellos están sintiendo todos los efectos que éste tiene sobre el planeta.
La verdad es que los dos, tanto el cielo como el infierno están operando en medio de nosotros, y tenemos que tomar la decisión en cual de los dos territorios o lugares espirituales queremos estar.
Un territorio espiritual es un terreno, campo o esfera de acción de seres espirituales, es un lugar que reúne las condiciones adecuadas para que se desarrolle, crezca o produzca algo; en otras palabras, un territorio tiene que reunir las condiciones necesarias para que lo que habite allí accione, cobre vida, se pueda desarrollar, expandir y multiplicarse; por ejemplo si tu quieres convertir tu vida en un territorio donde habite el Espíritu Santo tienes que crear ciertas condiciones donde el Espíritu Santo pueda moverse con libertad, pueda entregar dones, milagros, sanidades y prodigios; lo mismo ocurre con el reino de las tinieblas, muchos territorios están dispuestos para que las tinieblas se desarrollen y se multipliquen.
Los demonios o espíritus inmundos son seres espirituales que habitan en lugares espirituales de maldad y buscan ocupar cuerpos físicos para lograr tres objetivos fundamentales: “Controlar, Destruir y Matar”, éstos se manifiestan por medio de los seres humanos en sus diferentes áreas: Espiritual, Emocional, Física, Sexual, Económica y entran porque en algún momento de nuestra vida le hemos abierto la puerta espiritual o alguien de autoridad abre la puerta en nuestra vidas; por ejemplo las contaminaciones espirituales de nuestros ascendientes por prácticas ocultistas e idolatrías, influencias negativas durante nuestra etapa prenatal, contaminación emocional, sexual o física en todas las etapas de nuestra vida, hábitos pecaminosos continuos, imposición de manos y palabras ociosas.
¿Cual es el terreno donde los demonios, las entidades de las tinieblas pueden desarrollarse, multiplicarse crear vida y los mas peligroso es que se adueñen de ese territorio, lo hacen suyo y lo conquistan de una manera natural?
Veamos una vez mas Mateo 12:43-45, una vez que un espíritu halla sido expulsado de un cuerpo y ese espíritu donde habitaba tenia control, esos demonios vuelven a su hábitat llamados los lugares secos, un lugar seco es un lugar donde no hay agua, el agua representa la Palabra de Dios y el Espíritu Santo.
Un territorio donde no hay agua (Palabra y Espíritu) está propenso a ser habitado por demonios; esto nos lleva a la conclusión que la sequedad es el territorio de los demonios.
Cuando descuidamos la relación con Dios, nuestro espíritu se convierte en un lugar seco, apto para que habite un demonio, Salmos 68:6 “Dios hace habitar en familia a los desamparados; Saca a los cautivos a prosperidad; Mas… los rebeldes habitan en tierra seca”, veamos algunos ejemplos Bíblicos:
- Uno de los indicios de un hombre poseído por un espíritu, es que se seca y lo malo surge con facilidad.
- Según Lucas 11:24 “Cuando el espíritu inmundo sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo; y no hallándolo, dice: Volveré a mi casa de donde salí”, los lugares secos parecen ser un ámbito elegido por los demonios y por tal razón nuestro enemigo procura mantenernos en lugares secos para que nos sequemos espiritual, física, económica, sexual y emocionalmente.
- Observemos el Salmo 32:3-4 “Mientras callé, se envejecieron mis huesos, en mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano”. El rey David en medio de su vivencia declaró que el pecado sin confesar tiene el potencial de secarnos interiormente. Cuando reconoció su pecado, pidió a Dios un corazón limpio y que le fuera devuelto el gozo que ese pecado le quitó, Salmos 51:10-12 “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí. No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu. Vuélveme el gozo de tu salvación, y espíritu noble me sustente”.
Lucas 8:28 “Este, al ver a Jesús, lanzó un gran grito, y postrándose a sus pies exclamó a gran voz: ¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes”, cuando el gadareno en su estado de posesión demoníaca, una vez que alguien intentaba atarlo, enviaba al gadareno al desierto, Lucas 8:29 “Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos”, los demonios sabían que si mantenía al gadareno en el desierto impedía que éste fuera libre, por esto es necesario la Palabra y el Espíritu para poder salir del territorio seco donde habitan los demonios.
Mientras hay sequedad, mientras vivas en sequedad, los demonios se fortalecen, ejemplo de las personas que no vienen a la iglesia y todo lo ven por redes sociales, viven secos, sin Palabra y sin Espíritu. No podemos vivir sin el Espíritu Santo, si el Espíritu Santo no tiene total dominio sobre tu vida entonces hay sequía.
Si observamos el relato Bíblico, Jesús envió los demonios a los cerdos y los cerdos a las aguas, si Jesús los hubiera dejado en los cerdos, los demonios hubieran vuelto a actuar, pero fueron llevados a las aguas donde se ahogó toda posibilidad de volver a actuar.
El remedio para los demonios es renunciar a ellos y expulsarlos en el nombre de aquel qu…