Para poder enfrentar estos tiempos difíciles debemos tener un corazón sano delante de Dios, es tiempo de preparar el corazón de la iglesia para estos tiempos, porque hay cosas que tu tienes en el corazón y que están dentro de ti que no le agradan a Dios, tienes que entender que Dios quiere todo de ti, Él te manda a ser el primero y el último en tu vida.
Me quiero detener un poco en el libro de Efesios 2:8 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios”; no por ninguna obra de justicia, fue por lo que Cristo hizo en la cruz del calvario y esto se recibe por fe y enfatizo en la palabra “Salvo” que significa:
Dios provee Salvación… pero debemos creer.
Dios provee Sanidad… pero debemos creer.
Dios Da provisión… pero debemos creer.
Show Notes
- Dios provee Salvación… pero debemos creer.
- Dios provee Sanidad… pero debemos creer.
- Dios Da provisión… pero debemos creer.
- Rechazo (en las diversas etapas del ser humano).
- Injusticias recibidas:
- Infidelidad.
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- Gastar el dinero de la familia en iniquidades.
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- Escarnecedores y burladores de nuestro cónyuge y nuestros hijos a través de sobrenombres o maldiciones declaradas con nuestros labios.
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- Maltrato, castigos exagerados, abusos de autoridades, robos, traiciones, deshonra.
- Ofensas no sanadas (es una herida que no recibido el poder sanador de Dios).
- La falta de perdón.
- Fracasos.
- Su carácter amargo le hace áspero(a) en sus relaciones.
- El término griego para amargo, también traduce: afilado, agresivo (por sus palabras y acciones hiere a otros), Romanos 3:14 “Su boca está llena de maldición y de amargura”.
- El rostro de la persona con raíz de amargura es serio, rígido, su mirada en ocasiones es triste (porque hay frustración e impotencia) y otras veces soberbia y altiva.
- Su visión de la vida es triste y de fracaso.
- La amargura considera a Dios injusto.
- Se riega y contamina a los próximos. Deutéronomio 29:18 “No sea que haya entre vosotros varón o mujer, o familia o tribu, cuyo corazón se aparte hoy de Jehová nuestro Dios, para ir a servir a los dioses de esas naciones; no sea que haya en medio de vosotros raíz que produzca hiel y ajenjo” y Apocalipsis 8:10-11 “El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran estrella, ardiendo como una antorcha, y cayó sobre la tercera parte de los ríos, y sobre las fuentes de las aguas. Y el nombre de la estrella es Ajenjo. Y la tercera parte de las aguas se convirtió en ajenjo; y muchos hombres murieron a causa de esas aguas, porque se hicieron amargas”.
- La raíz de amargura es como una planta parásita que se come los nutrientes de vida del corazón, trayendo soledad, ruina, enfermedad, sequedad y muerte.
- La amargura cautiva al corazón, lo introduce en cárceles espirituales.
- La persona pierde la gracia de Dios: “Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe”. Hebreos 12:15.
- Efesios 4:31: “Enojo, ira, gritería, maledicencia y malicia.
- Sino arrancamos la raíz de amargura traerá enojo extremo que es la ira.
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- Sino controlamos la ira comenzaremos a reclamar o exigir lo que queremos.
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- Sino funciona vamos a empezar a hablar mal de lo que produce el resentimiento y reclutamos a otros para que estén de acuerdo con la persona amarga y viene la auto justificación y llega la maledicencia.
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- ºEntra la maldad a operar en la vida del amargado(a) y en todo lo que está a su alrededor.
- Pedir perdón a Dios.
- Perdonar al ofensor.
- Renunciar al resentimiento o amargura.
- Romper el cordón que te une a la persona o a la situación que lo causó. Es como cuando te pica una abeja o un avispa, “Ya el animal no está”… se fue, déjalo ir…
- Se llenó de amargura mi alma, Y en mi corazón sentía punzadas.
- Tan torpe era yo, que no entendía;
- Era como una bestia delante de ti.
- Con todo, yo siempre estuve contigo;
- Me tomaste de la mano derecha.
- Me has guiado según tu consejo,
- Y después me recibirás en gloria.
- ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra.
- Mi carne y mi corazón desfallecen;
- Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.