1 Crónicas 21:26.
A diferencia de la vida natural, la vida espiritual comienza con la muerte y la muerte comienza con un sacrificio, en ese preciso momento inicia nuestra Relación con Dios = Sacrificio u Ofrendas.
La gran mayoría de las referencias bíblicas que contienen la palabra «sacrificio» se encuentran en el Antiguo Testamento, las cuales pre-configuran la muerte sacrificial de Jesús en la cruz por nosotros.
Estamos en tiempos de tanta lucha, de tanta batalla espiritual, que muchos creyentes están cansados y abatidos. Otros están distraídos por tantas cosas que ofrece el mundo, como resultado de esto han perdido el anhelo y el deseo de adorar y exaltar a Dios, sin embargo, la palabra de Dios nos insta a ofrecer sacrificios de alabanza y adoración al Señor, El esta buscando adoradores que le adoren en espíritu y verdad.
El Nuevo Testamento habla del Sacrificio de Cristo en el madero, la muerte de Jesús fue, es y seguirá siendo el único sacrificio perfecto y completo que suple todos los sacrificios ejecutados por el hombre en el Antiguo Testamento, por lo tanto no necesitamos hacer ningún sacrificio por nuestros pecados.
El sacrificio denota principalmente «el acto de ofrecer»; entonces, objetivamente, lo que Dios quiere que le ofrezcamos es nuestra completa adoración y dependencia como una ofrenda o regalo ante Él.
Desde el comienzo Dios les enseñó a los hombres que llamó y que se les reveló cómo adorarlo, y luego en Éxodo 20:24-26 les dio las instrucciones claras a su pueblo a través de Moisés que luego fueron escritas en la Ley.
Dios les ordenó a su pueblo que se acercaran a Él edificando altares de piedra colocados sobre la tierra, piedras que no podían ser cortadas, ni moldeadas por el hombre. Nuestra adoración tiene que ser natural, sin adornos, ni acomodos o cortaduras de ninguna índole, no estilizada sino rústica, común, natural, 1 Pedro 2:5.
- Ofrenda quemada o completamente quemado”. Es una de las 3 ofrendas voluntarias y de olor grato. Este sacrificio representaba la plena dedicación y la entrega a Dios. La esencia de este sacrificio era la adoración voluntaria hacia Dios. El animal, por lo general un macho sin defectos, al cual el pecador transfería la culpa por su pecado, por medio de la imposición de su mano en la cabeza del sacrificio. La culpa era transferida del pecador hacia el animal, y este cargaba los pecados del adorador y moría en su lugar. Una vez que la sangre era rociada sobre el altar, se hacía arder todo el animal. Se podría ofrecer tres tipos de animales en este sacrificio: vacuno (vacas), del rebaño (ovejas o cabras) y de aves (tórtolas o palominos). Se consumía en el altar completamente y expelía olor fragante delante de Dios; Yeshua cumplió completamente esta ofrenda quemada en el madero: Varón Lev 1:3 – Mateo 1:21 / Sin Mancha Lev 1:3 – 1 Pedro 1:22-23 / Voluntariamente Lev 1:3 – Juan 10:18.
- Cristo fue enviado por el Padre porque él se ofreció como nuestro sacrificio ante el Padre (Hebreos 9:14), se humilló a sí mismo tomando forma de siervo (Filipenses 2:7) y realizó la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo (Hebreos 1:3). Además, en el rollo del libro de la ley (Torah) estaba profetizado que el Mesías vendría para hacer la voluntad de Dios. Hebreos 10:7-9.
- La única ofrenda que no incluye el derramamiento de sangre, es una ofrenda de comida. Es una de las 3 ofrendas voluntarias y de olor grato. El enfoque de esta ofrenda era la adoración voluntaria. Dicha ofrenda consistía principalmente de cereales y otros productos del campo. La gente traía flor de harina, tortas sin levadura o granos tostados a los sacerdotes. Ellos quemaban un puñado simbólico ante el altar y podían consumir el resto. Este sacrificio debía ofrecerse sin levadura y miel porque ambas se fermentan y por esa razón eran consideradas inmundas. Junto con la ofrenda debía quemarse también incienso, el cual era agregado para producir un olor agradable. Esta ofrenda se podía ofrecer cocida o sin cocer. Jesús el pan de vida Juan 6:48, Jesús la vid verdadera Juan 15:1-4, Jesús el agua de vida Juan 4:11-15.
- Sacrificios de paz u ofrenda de paz: Esta ofrenda simbolizaba la comunión y la paz por medio de la sangre derramada. Es una de las 3 ofrendas voluntarias y de olor grato. Era la única ofrenda en la que el que ofrecía la ofrenda participaba al comer una porción del sacrificio. La grosura conformada por los riñones, el hígado y las membranas de la cavidad abdominal eran quemadas y ofrecidas enteramente al Señor. La sangre de la víctima se salpicaba o rociaba “sobre el altar alrededor”. Ni la grosura ni la sangre se podían comer, porque eran exclusivamente para Jehová. Luego de que la carne fuera ceremonialmente mecida y dada a los sacerdotes, los adoradores y sus invitados podían participar del banquete como una comida para Dios. Aceite – Grasa, Vino – Sangre.
- Honramos a Dios reconociendo que él es nuestro Padre.
- Honramos a Dios trayendo alabanza y adoración.
- Honramos a Dios con todo lo que él nos ha dado. La ofrenda es adoración, es por eso que ofrendando honramos a Dios. Proverbios 3:9-10. “Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto”.
- Honramos a Dios con el corazón, no solo de labios. Esto quiere decir sin hipocresía, porque a lo que no se le pone el corazón, es algo que no queremos hacer realmente.
- Honramos a Dios por medio de nuestro servicio.
- Honramos a Dios viviendo una vida en santidad.