Hebreos 13:8.
La palabra “Compromiso”encierra un gran significado, pero en términos sencillos se trata de un convenio, de una obligación contraída por medio de acuerdo, promesa o trato que se hace entre dos o más personas. En la Biblia encontramos que Dios pactó un compromiso con los hombres, y que su compromiso con los hombres fueron indefinidos.
Un ejemplo claro del compromiso de Dios con el hombre se encuentra en Génesis 3:15 y se cumplió proféticamente en: Deuteronomio 18:18-19, Miqueas 5:1-2, Isaías 7:14, Isaías 9:1-2, Isaías 9:7, Zacarías 9:9, Isaías 53, Isaías 61, Daniel 9:26-27.
El compromiso que Dios pactó con el hombre lo cumplió a cabalidad a través de Su hijo Yeshua el mesías, porque está escrito en Números 23:19 “Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?”
El compromiso es necesario en la vida, la mayoría de los seres humanos quieren estar abiertos a toda opción, no quieren comprometerse con nada ni con nadie.
El Señor dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame… Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios… Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”, Mateo 16:24; Lucas 9:62; Lucas 14:33.
Si no existe compromiso con nada ni con nadie entonces ¿Cómo espero yo que mi vida y la de mi familia camine bien, que tenga un buen futuro, que tenga un buen final, que mis generaciones sean sanadas; Dios primero llama a un individuo y comienza una obra transformadora en él, así que, comienza por ti , adquiere un compromiso serio y luego lo hará con tu familia.
Si nos asomamos a la Palabra, nos encontramos con muchas situaciones idénticas a lo que está sucediendo en este tiempo:
- Veamos los que estaba ocurriendo en los tiempos de Isaías:
- Isaías 1:2-4: La queja de Dios, no solo para los tiempos de Isaías, es para estos tiempos que estamos viviendo.
- Isaías 1:7: La condición de Su Pueblo.
- Isaías 1:11-14: La religiosidad de Su pueblo.
- Isaías 1:16-20: Lo que Dios quiere hagamos.
- Dígale al señor que lo dirija, que lo guíe, que le cambie y le transforme, mucha gente viene a la iglesia no roba, pero usa mal sus finanzas y no quiere usar su Biblia para poner en orden sus finanzas, porque no quiere encontrar que diga ahí que no le deba a nadie nada, mucha gente viene a la iglesia y no mata físicamente, pero ha matado completamente su vida y su familia.
- Vaya a la Palabra y haga lo que en ella dice, obedézcale a Dios y lo va a curar de las deudas espirituales.
- Deposite su confianza en el Señor, con humildad y mansedumbre, camine con El en obediencia y verás los resultados.
- Hágase cargo de su familia. Tenga una participación activa en la transformación de su familia, empiece por ti.
- Labre su tierra, deje que la Palabra rompa el endurecimiento de su tierra para que penetre la semilla de la promesa de Dios. Esto fue lo que Dios mandó a Noé a hacer, y ahora Dios lo está mandando a hacer a usted, el mandato está vigente, labra la tierra, fructifica y multiplícate.