1 Samuel 16:12.
Dios te creó para un propósito grande, cada uno tiene que desarrollar ese plan porque tu propósito es para bien y no para mal; tu no eres un accidente, y lo que tu ves en el espejo de tu vida no es ni sombra de lo que Dios ha preparado para ti, porque Él te va a transformar y te va a llevar de gloria en gloria, de victoria en victoria y de poder en poder.
Dios tiene un plan con tu vida y lo que ha determinado lo va a comenzar, lo va a ejecutar y lo va a completar y tienes que prepararte para que lo comiences a experimentar en tu vida; tienes que comenzar a caminar hacia ese plan y hacia ese propósito.
Lo mas terrible que te puede ocurrir es que sientes el llamado de Dios y no puedes ver lo que Dios ve, es el no poder discernir lo que Dios ha preparado para ti y esto mismo ocurrió con David registrado en 1 Samuel 16.
Ese gran día David estaba haciendo lo mismo que hacia todos los días, en la misma rutina de siempre, cuidando, pastoreando las ovejas, y de repente alguien fue a donde el estaba y le dijo que lo estaban necesitando en la casa de su padre.
Hoy es el día en que lo que le ocurrió a David también te va a ocurrir a ti, hoy Dios te va a revelar lo que Él quiere hacer en tu vida.
- 1 Samuel 16:1-3 Dios le dice a Samuel que vaya y unja a un nuevo rey sobre Israel.
- ¿Cómo iré? Si Saúl lo supiera, me mataría: Ciertamente podemos entender el respeto de Samuel ya que el era el profeta del rey Saúl y no cabe ninguna duda de que Saúl consideraría esto como traición.
- Hay varias frases que me impactan: En el verso 1 “Porque de sus hijos me he provisto de rey”. Y en el verso 3 “y me ungirás al que yo te dijere”
- 1 Samuel 16:4-5 Samuel viene a ofrecer sacrificio en Belén.
- 1 Samuel 16:6-10 Dios no escoge a ninguno de los hijos mayores de Isaí.
- De cierto delante de Jehová está su ungido: Cuando Samuel vio al hijo mayor Eliab pensó, “Este hombre sí que tiene la apariencia de un rey. Éste debe ser el que Dios me pedirá que unja. ¡Es una buena elección, Dios!” Samuel vio un joven alto y bien parecido que tenía la apariencia de que sería un gran rey y líder.
- No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho: Samuel cometió el error de juzgar a Eliab basado en su parecer. Este es el mismo error que cometió Israel con su primer rey. Saúl tenía la apariencia pero no tenía el corazón que un rey del pueblo de Dios debía tener. No importaba que tan bien se viera Eliab pues Dios dijo, yo lo desecho.
- Porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. Esto era la afirmación de una verdad, y una exhortación a pensar como Dios. El hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. Incluso los mejores hombres verán lo que está delante de sus ojos.
En el verso 11 ocurre lo extraordinario, el profeta le dice a Isaí ¿Son estos todos tus hijos?, nadie quería llamarlo, no fue invitado al sacrificio, era el menor, el mas insignificante, era un pastor de ovejas olía a boñiga, pero Dios tenía un plan para David, Dios lo había diseñado para algo grande y aunque su papá y sus hermanos no lo vieron, Dios si lo había visto y había puesto sus ojos sobre el.
Un día se darán cuenta que lo que Dios determina se hace verdad y vida… Cuando entró David a la casa de su padre Dios levantó su voz y dijo: “Levántate y Úngelo, porque este es…”, Dios te dice: “Desde el vientre de tu madre fuiste llamado para ser un escogido del Dios de los cielos”.
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