Éxodo 1:12.
Estamos en tiempos espirituales difíciles, el enemigo está destruyendo vidas, hogares y familias, las circunstancias han aumentado a través de enfermedades, ruina, escasez, división familiar, caos y crisis; muchos están llenos de temor y de espanto, muchos están sin esperanza, el espíritu de error y de engaño está cabalgando por el mundo.
En el libro de Mateo 24:4 “Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe…”; significa mirar con atención, observa, presta atención, ve al detalle, abre tus ojos espirituales para que nadie os engañe, lo que Dios quiere anunciar es que “tienes que abrir tu entendimiento” ya que el enemigo usa el engaño y la mentira; esa es su estrategia; el engaño es una verdad torcida y utilizada para propósitos perversos y lo primero que el enemigo busca en tu vida es sembrar dudas, la duda engendra incredulidad trayendo como consecuencia que muchos están desenfócanos y desalineados del propósito de Dios, conduciendo a la gente al error; Duda – Incredulidad y Error. Todo esto nos saca del camino de Dios apartándote de la verdad; por tal razón debemos estar atentos a las artimañas del enemigo.
El espíritu de opresión se manifiesta en la tierra desde los tiempos en que el pueblo de Israel estuvo de esclavo en tierra de Egipto. Éxodo 1:9-14 “He aquí…”. EGIPTO simboliza el lugar de Esclavitud y cautiverio, y muchos hoy están a pesar que van a iglesias o han aceptado a Cristo en su corazón. Muchos llevan doble vida, vidas postizas, llenas de máscaras porque no han podido dejar Egipto, así como el pueblo de Israel en ese tiempo hoy lo podemos ver en muchas vidas, “salimos de Egipto pero aún nuestro corazón se encuentra en esclavitud y cautiverio.
Faraón significa hijo del sol. Los antiguos reyes egipcios eran llamados faraones y eran considerados como dioses, espíritus superiores que gobiernan sobre pueblos, familias e individuos. El Espíritu Faraónico es un espíritu inmundo que se levanta contra los planes y propósitos de Dios, trae consigo oprobio.
EL OPROBIO lo podemos definir como Vergüenza, Deshonra, menosprecio, Escarnio público, Vituperio o atropello a la persona, Deshonor, Infamia, Afrenta, Ignominia y Agravio, vivir en oprobio significa no ver los resultados que deberían acompañar a una vida de fe en Dios y en sus promesas. La fe es lo único que nos sostiene, en momentos así, pero la evidencia es totalmente contraria a lo que la fe cree. Bajo el oprobio sentimos que de nada ha servido caminar en santidad y ser fieles a Dios y a su obra, vivimos inmersos en en opresión, en frustración, desilusión y vergüenza.
Tiene características muy especiales:
- NO PERMITE LA LIBERTAD DEL CREYENTE SE SIENTE DUEÑO Y SEÑOR DE QUIENES DIOS HA LLAMADO las características de su personalidad son La rebeldía, el orgullo y la soberbia.
- El espíritu faraónico trae aflicción de espíritu, tristeza, cansancio, depresión, con el propósito de impedir que el creyente escuche la voz de Dios.
- El espíritu faraónico humilla, maldice con palabras y calificativos hirientes.
- Este espíritu tiene un propósito al Aumentar las cargas de trabajo que es mantener ocupado en lo secular al pueblo de Dios cumpliendo su objetivo de impedir el servicio y adoración al Señor. También desvirtúa la obra de Dios, calificando como mentira lo que los siervos de Dios hacen.
- Ejerce violencia espiritual y emocional sobre el creyente con el firme propósito de traer DESALIENTO.
Todo esto lo sufrió JESUS por nosotros, El se hizo Maldición para que nosotros fuéramos Bendecidos, se hizo pobre, para que nosotros fuésemos enriquecidos, bendecidos, y cuando nosotros recibimos a Jesús en nuestras vidas, ese OPROBIO, queda clavado en la cruz del calvario, y con su sangre preciosa nos limpia de toda maldad. (Explicación espiritual – El sacrificio de Jesús ya ocurrió no solo en lo natural sino también en lo espiritual, el problema consiste en poder tomar lo espiritual de lo que sucedió y aplicarlo a nuestras vidas).
Hoy es el día que Dios puede cambiar nuestra situación, Dios quiere decirte hoy lo que le dijo a su pueblo en el desierto antes de conquistar la tierra prometida: “Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy” Josué 5:9, Hageo 2:4-7.
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