Jeremías 1:7.
Una Palabra que salga de la boca de Dios y toque tu vida, tu familia y tu descendencia comenzará a abrir caminos de bendición, a jeremías le dijo “Antes que te formase en el vientre, te conocí y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones”, Jeremías 1:5.
Dios abre su boca y coloca propósito en ti, en un abrir y cerrar de ojos, la Palabra de Dios que sale de su boca tiene el poder de dar vida, de sanar y de transformar, el Señor le dijo a Jeremías “No digas…”, porque tu posees un ingrediente que otros no tienen y es el poder de la obediencia, porque donde quiera que te envíe irás y lo que yo te diga que hables tu vas a hablar.
Te voy a mostrar dos ingredientes espirituales:
- Cuando obedeces a Dios solo necesitas esa Palabra que viene de lo alto para que en un abrir y cerrar de ojos cumpla todo lo que Dios te ha prometido, el poder está en la obediencia… “Si tu me obedeces y haces lo que yo te pido mi gloria, mi poder hará cosas grandes en ti, cuando Dios encuentra un corazón dispuesto, Él hace la obra”.
- La palabra de Dios nos dice en Jeremías 17:7-8. Bendito el hombre que confía en el Señor, cuya confianza es el Señor. Será como árbol plantado junto al agua, que extiende sus raíces junto a la corriente; no temerá cuando venga el calor y sus hojas estarán verdes; en año de sequía no se angustiará ni cesará de dar fruto…. Este verso bíblico contiene el segundo ingrediente espiritual, habla sobre aquellos que confían en el Señor, aquellos que tienen la seguridad o esperanza puesta en El se consideran benditos (dichosos, felices, contentos, satisfechos) porque saben esperar, estos mantienen su fe no considerando las circunstancias o situaciones externas, no temen, son aquellos que son obedientes a su palabra.
A partir de hoy prepara tu vida, tu hogar y tu descendencia para recibir una RESPUESTA DE DIOS, una intervención Divina no programada, ni esperada donde Dios va a intervenir de manera sobrenatural de manera Inesperada sin previo aviso, quiero que abramos nuestra Biblia en:
1 Corintios 15:52-55, si Dios se revela a tu vida y te dice que el Señor viene en pocos días, que crees de debes cambiar? ¿Que funciona y que no funciona en tu vida?, llegó el tiempo de dejar de mirar la paja del ojo de tu próximo y comencemos a mirarnos a nosotros mismos.
¿Que podemos hacer nosotros para cambiar?, nada, no podemos hacer nada porque no podemos cambiar a nosotros mismos, no podemos cambiar nuestro cónyuge, no podemos cambiar nuestros hijos, lo único que podemos hacer es tomar las decisiones que que tenemos que tomar para que comience el verdadero cambio en nuestras vidas.
Debemos comenzar con una palabra, se llama “Arrepentimiento”, mientras que en el griego significa darle la espalda al pecado, en Hebreo significa “Regresar a Dios”, significa “Respirar profundamente para que venga libertad”, “Es reconocer que estamos equivocados”.
Para poder ser transformados entonces tenemos que prepararnos; lo primero es guardar los mandamientos, lo segundo es apartarnos para Él, y lo tercero ser firmes, establecidos, en otras palabras es establecidos para ser firmes. Se necesita tiempo y una palabra que salga de la boca de Dios.
En la Palabra de Dios existen tres clases de tiempos:
- Tiempo general o tiempo calendario. En griego es “Kronos” (Hechos 1:7 “tiempos”).
- Tiempo oportuno o determinado. En griego es “Kairos”, Génesis 18:14 “¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo”.
- Tiempo del cumplimiento En griego es “Pieroó” (Gálatas 4:4).
Hoy es el día en el cual Dios confirma que en un abrir y cerrar de ojos, Él traerá una Palabra que cambiará, transformará todo en tu vida, tu hogar y tu descendencia.
Hoy es el día de salir del Kronos e ir al “tiempo de fe”, tiempo oportuno o determinado por Dios el Kairos de tu vida, para traer bendición, sanidad, milagros y prodigios y se manifieste el Pieroó de Dios, el tiempo del cumplimiento de las promesas.
En el libro de Juan 8:1-11 hay una Palabra especial y tiene que ver con una mujer que fue acusada y llevada a juicio por los escribas y fariseos, estos hombres estaban con las piedras en la mano, esperando la orden para ajusticiarla, ellos preguntan al Señor después de acusarla y colocar la ley en primera plana: ¿Que dices?, Jesús hace algo inverosímil, comenzó a escribir en la tierra con el dedo y Jesus se levanta y dice “El que de vosotros esté sin pecado… condicionó el juicio… sea el primero en arrojar la primera piedra”.
- Que piedras tienes que soltar?.
- Cuanto tiempo tienes de llevar esa pesada piedra?
El Señor cambió el destino de esta mujer en un abrir y cerrar de ojos a través de una Palabra Juan 8:10-11.
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