Ezequiel 13:20-21.
Isaías 61:1-3. Existen puertas espirituales que están abiertas y producen estancamiento, enfermedad, maldición y muerte.
Es común ver gente destruida, hogares divididos, enferma, atada a la ruina, al sexo ilícito, a la pornografía, al adulterio, a la fornicación, a vicios… y forma parte de su vida creer en brujerías, esoterismo, idolatrías y este es el común denominador de nuestra sociedad.
Mucha gente batalla y nunca obtiene una victoria, la pregunta es… ¿Esto por que ocurre?, porque hay puertas abiertas, recuerde algo: Un reino espiritual nunca se divide, hoy en día queremos atacar la brujería, con brujería, la mentira con la mentira, la maldad con la maldad, el odio y el rencor con el odio y el rencor. Un reino espiritual no se combate contra si mismo; Jesús lo dijo en Lucas 11:17-20.
Los demonios no pueden entrar an las personas si no le damos el derecho legal; el derecho legal se entrega cuando el enemigo levanta un argumento contra nosotros, y entra por la debilidad del hombre trayendo opresión, obsesión y oposición, por esta razón es necesario un verdadero arrepentimiento, restauración y restitución.
Las causas principales son el pecado, la maldad y la iniquidad, está escrito en el libro de Éxodo 34:6-7.
Las ataduras y ligaduras producen enfermedades psicológicas, mentales, terror nocturno, depresión, confusión, frustración, enfermedades crónicas, producidos por brujerías, hechicerías, magia blanca, magia negra y pecados ocultos, lo podemos ver en el libro de Deuteronomio 28:15 en adelante. Definitivamente tenemos que ponernos a cuentas: Isaías 1:18.
Una atadura o una ligadura, es un elemento espiritual que impide el movimiento y el avance, aislando y destruyendo la libertad de una persona o una nación. Todo aquello que amarra a un punto fijo es una atadura. Las Escrituras utilizan diferentes figuras proféticas para ilustrar cómo opera una atadura: yugos, cuerdas, pesadas cargas, molinetes, grilletes y cadenas. Todos tienen algo en común: oprimen y atormentan.
Toda atadura o ligadura, con el paso del tiempo termina desarrollando un hábito y una conducta, que luego generan más hábitos y mas conductas destructivas. Una atadura es también un ámbito espiritual de destrucción en donde se aceleran el deterioro físico, espiritual y moral de la persona. El alimento de las ataduras son el pecado, la maldad y la iniquidad. Cuando alguien no trata a tiempo con una atadura, esta irá echando raíces hasta establecer otra atadura, y luego otra atadura en otra área, hasta que la persona queda en completa cautividad y esto hace que algo o alguien tenga control y manipulación sobre nuestras vidas. Les voy a mencionar 5 causas de ligaduras del alma:
- Sexuales: Las ataduras del alma se forman por medio de pactos. El sexo es una forma muy poderosa que el diablo usa para formar ataduras del alma que no son aprobadas por Dios. El acto sexual causa que dos se unan en uno, no solo físicamente sino que también en el alma. 1ª Corintios 6:16-18; Génesis 34:1-3, 8 (Dina); Jueces 16:16 (Sansón), 2ª Samuel 13:1-3,11-19 (Tamar). Por medio del adulterio y la fornicación se forman las ataduras del alma diabólicas que vienen de la lujuria y la lascivia y este tipo de atadura destruye la unión que está basada en el amor y la confianza. Cuando el amor y la confianza son violados por medio del adulterio y la deshonra es muy difícil, aunque no imposible restaurar el corazón de la familia.
- Pactos: Las ataduras del alma se pueden formar por medio de malas relaciones con gente, objetos o actividades tales como pactos de sangre, pactos de sal (irrompibles), pactos de brujería y hechicería, magia blanca/negra, pactos económicos, pactos a través de palabras de maldición, de iniquidad y de pecado, se pueden formar por medio de autoridades abusivas y corruptas, las cuales controlan y practican un sometimiento a la fuerza. “Espinas y trampas hay en la senda de los impíos, pero el que cuida su vida se aleja de ellas”. Proverbios 22:5, “No te hagas amigo de gente violenta, ni te juntes con los iracundos, no sea que aprendas sus malas costumbres y tú mismo caigas en la trampa. Proverbios 22:24-25.
- Incestos: La perversidad sexual, especialmente entre la familia es común. Esto ocurre cuando hay relaciones sexuales entre: padre/hija, madre/hijo, hermano/hermana, primo/prima, tío/sobrina, suegro/nuera, etc. Esta es una perversión de la buena relación que Dios diseñó para las familias y sobrepasar los límites puesto por Dios en nuestra relaciones familiares creamos ataduras del alma que hacen mucho daño a toda la familia.
- Espíritus de Muerte: Cuando un miembro de la familia o un cercano muere, la atadura del alma con esa persona debe ser removida, cualquier atadura del alma con esa persona debe ser cortada, una prolongación del luto es un indicativo que esa atadura del alma no ha sido cortada, y el extender el luto abrirá una oportunidad para que un espíritu de tristeza, pesar y soledad entre en el alma. El intentar comunicarse con una persona que ha muerto, puede hacer que la persona sea influenciada por el espíritu de muerte.
- Ataduras por la Idolatría: Un ídolo es cualquier cosa que ponemos entre Dios y nosotros, un ídolo es aquello en lo que ponemos toda nuestra confianza, prioridad o valor más que en Dios. La Biblia dice que los que se unen a ídolos se vuelven como ellos. “Pero sus ídolos son de oro y plata, producto de manos humanas. Tienen boca, pero no pueden hablar; ojos, pero no pueden ver; tienen oídos, pero no pueden oír; nariz, pero no pueden oler; tienen manos, pero no pueden palpar; pies, pero no pueden andar; ¡ni un solo sonido emite su garganta! Semejantes a ellos son sus hacedores, y todos los que confían en ellos”. Salmo 115:4-8.
- Reconocer e identificar la atadura. Sea especifico, identifique las personas y entidades espirituales, emocionales, físicas, económicas, sexuales con las cuales hizo algún pacto o estableció alguna atadura, rompiendo así la ligadura que se formó con ello.
- Confesar delante del Señor para retomar el terreno que hemos cedido al diablo, al confesar delante de Dios el enemigo ya no tendrá derecho legar en usted. Declare que cada ligadura del alma que haya identificado es destruida en el nombre de Jesús, llevándola a la cruz, recuerde la promesa en Ezequiel 13:20-21.
- Ordene a todo espíritu que está asociado con la atadura, que se vaya en el nombre de Jesús.
- De estar en ciclos repetitivos que me tienen anclada al pasado y me impiden crecer y avanzar.
- De creer que otros harían por mí, solo tu sabes que debes hacer.
- De esperar tanto de los demás, generando expectativas falsas, cuyos resultados sólo eran desilusiones.
- De dar importancia a personas, situaciones y cosas, que consumen mis fuerzas.
- De llorar y quejarme por aquello que yo mismo permito en mi vida.
- De esperar que otros cambien su manera de ser y actuar y hoy comprendo que el que debo cambiar soy yo y que nadie cambia sino no está Dios con el.
- De sentirme víctima de las circunstancias y hoy decido enfrentar las situaciones difíciles con entereza y madurez.
- De mendigar amor, porque hoy entiendo quien soy y cual es mi verdadera identidad como hijo y siervo de Dios.
- De perder el tiempo con personas y conversaciones que no aportaban nada para mi crecimiento personal y espiritual.
- De estar buscando excusas, hoy tomo la decisión de vivir una vida llena de fe, con grandes objetivos, propósitos y metas.
- Hoy declaro lo que está escrito en Gálatas 6:9: “Así que no nos cansemos de hacer el bien. A su debido tiempo, cosecharemos numerosas bendiciones si no nos damos por vencidos”.