Romanos 10:17.
En este tiempo Dios quiere hablar a Su iglesia, a Su pueblo, Su mayor anhelo es que Su pueblo “escuche Su voz”, Su palabra hará que tus oídos espirituales se abran y puedas oír; Esto hará que tu fe crezca y vengan sobre ti los más grandes milagros y prodigios, para que se cumpla lo dicho por el apóstol Pablo en 1º Corintios 2:9 “Antes bien, como está escrito: Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre, Son las que Dios ha preparado para los que le aman”. Esta Palabra viene de lo que está escrito en Isaías 64:4 “Ni nunca oyeron, ni oídos percibieron, ni ojo ha visto a Dios fuera de ti, que hiciese por el que en él espera”, escucha con atención lo que Dios va a hablar hoy a tu vida, tu hogar y tu descendencia:
- Los grandes milagros y prodigios descritos en el Evangelio no se establecen sobre la tierra por causa de la falta de entendimiento que tenemos acerca de como vivir la vida del Cielo en la tierra y esto debido a impedimentos que tenemos para “ver”, para “oír”, y para “recibir” la Revelación de Dios en nuestro corazón.
- Hoy la iglesia no quiere oír la palabra de Dios y mucho menos quiere obedecer a lo que en ella está escrito y si estamos sordos espirituales como pretendemos tener fe para recibir lo que Dios quiere entregar a Su pueblo en este tiempo, está escrito en el libro de Isaías 42:18-20: De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dijo: “De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no percibiréis. Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, y con los oídos oyen pesadamente, y han cerrado sus ojos; para que no vean con los ojos, y oigan con los oídos, y con el corazón entiendan, y se conviertan, y yo los sane. Pero bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron”. Mateo 13:14-17.
- Los que tienen incircunciso el oído se aferran al engaño y rehusan volver a Dios, muchos perdieron el oído para oír la voz de Dios. Pero ha llegado la hora de que sus ojos y oídos sean circuncidados, y vean y oigan a Dios; porque Dios mismo ha venido a esta tierra para salvar a la humanidad. Él está tocando la puerta de nuestro corazón, emitiendo su voz. En esta época, podemos oír la voz de Dios directamente, porque él mismo ha venido a la tierra. “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo”. Apocalipsis 3:20.
La vida de fe es una vida de convicción, la fe no es una elaboración humana sino el efecto del establecimiento del Espíritu de Verdad a través de la Palabra de Dios, la vida de fe es el establecer en tu vida las normas del Cielo sobre la tierra, así como está escrito en Colosenses 3:1 “Si, pues, habéis pues resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios”; el mundo no tiene nada que ofrecer, las naciones de la tierra no tienen nada que ofrecer; ahora, demos un giro de 180 grados y volvámonos al Señor con todo el corazón.
Solo el hombre de fe tiene la autoridad y potestad de transformar la realidad y las circunstancias que está viviendo en verdades que lo llevan a la libertad, “cosas que ojo no vio y oido no oyó”, son las que vamos a experimentar en este tiempo, todos a los que en nombre e Jesús les ha dado autoridad abrir nuestra boca porque hemos oído la voz de Dios y hemos recibido la revelación de Dios en nuestro corazón y declarar sanidad, declarar bendición, declarar que los espíritus inmundos se van, está escrito en Juan 14:12-13 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo”.
Por esta razón es necesario que tus oídos sean abiertos ya que la sordera nos impide vivir a plenitud. La Biblia registra la sanidad de un hombre sordo y tartamudo que fue traído a Jesús, Marcos 7:31-35, dice la Palabra “Al momento fueron abiertos sus oídos y se desató la ligadura de su lengua”, hoy es el día en que como iglesia nos presentamos delante de Dios porque anhelamos que se abran nuestros oídos para oír y la fe de la iglesia crezca y experimente los grandes milagros y prodigios que el Señor ha prometido para nosotros que creemos: Hoy los oídos de la Iglesia de Cristo se abren; Padre hoy levanto mi voz al cielo y digo “Efata, Sé abierto”, ahora que los oídos están abiertos las ligaduras y las ataduras de maldición que estaban sobre nuestra lengua se rompen en el nombre de Jesús y ahora es el tiempo de abrir nuestra boca para profetizar sanidad sobre nuestras enfermedades, profetizar rompimientos espirituales sobre nuestras circunstancias, está escrito en el libro de Mateo 21:22 «Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis”. (Ministración de sanidad… Coloca tu mano en la cadera, en tu rodilla, dolores en los huesos desaparecerán, el Espíritu Santo trae sanidad sobre Su pueblo”.
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